Colombia.Acerca del Gr(r) Rito Alejo DEL RIO y su retiro del Centro Demoniâco

Desde hace ya algûn tiempo, algunos miembros en uso de retiro de la fuerza pûblica, para ser mâs exactos, de las Fuerzas Militares, Ejército Nacional, entre ellos el Gr(r) DEL RIO, ha venido cuestionando la clase polîtica tradicional, ademâs de la emergente, entre otros, por ciertos temas de interés nacional.

Temas que tienen que ver con alianzas polîticas, derechos humanos y, responsabilidades en la conducciôn de la guerra contrainsurgente. Para nada, desafortundamente, una autocrîtica y/o crîtica de su parte, de los excesos cometidos, por llamarlos asî, en temas de estrategia y de tâctica operativa militar.

“Nos hacen las leyes, nos dan las ôrdenes que las cumplamos, nos dan plazos para cumplirlas y después de que las cumplimos, nos dicen que somos delincuentes. Entonces los delincuentes son los congresistas, los presidentes que todos han estado involucrados(…)”, acota DEL RIO, en un video que circula por las auodenominadas redes virtuales.

Es en ese video que se refiere al Centro Democrâtico, como Centro Demonîaco y en donde explica su reptura con Alvaro URIBE VELEZ. VIDEO QUE LOS URIBISTAS MEDIA SANGRE NO ESPERABAN Y DEL CUAL URIBE VELEZ, guarda silencio.

Otros, entre ellos el Gr.(r) Gustavo MATAMOROS CAMACHO y quien apoyara la candidatura presidencial de Ivân DUQUE MARQUEZ, ha venido cuestionando, no, a la clase polîtica tradicional y/o emergente, por sus conductas polîticas, como asî lo hiciera el Gr(r) DEL RIO, sino respecto de la estrategia y tâctica operativa de las Fuerzas Militares, en materia contrainsurgente. Se refiere a la conducta generalizada y sistemâtica de violaciôn al derecho inernacional humanitario, que, se viene cometiendo por parte de las Fuerzas Militares. Se refiere a las ejecuciones extrajudiciales.

DEL RIO, un militar que ha venido incursionando en la polîtica, no estâ de acuerdo con el proceder pragmâtico del “Centro Demoniâco” y menos con el proceder de su dirigente, el presidente eterno Alvaro URIBE VELEZ. Conductas pérfidas, en materia de alianzas y/o convergencias con sectores deshonestos y corruptos, ademâs de conversaciones sostenidas, entre el Centro Demoniâco y algunos dirigentes del partido polîtico de la Farc, por futuros acuerdos polîticos en materia electoral, lo hicieron apartarse de este dirigente polîtico.

Consideramos nosotros también, por haber sido condenado y haber estado privado de la libertad, sin haber sido auxiliado por la clase dirigente.

DEL RIO, fue aceptado por la jurisdiccional transicional de justicia y paz, no obstante hacer sido condenado por la jurisdicciôn penal ordinaria, por crîmenes de guerra y/o de lesa humanidad.

Los que ingresan a esta jurisdicciôn, como es de conocimienteo pûblico, se comprometen a aportar la verdad del conflicto, desde el punto de vista histôrico. DEL RIO fue claro en afirmar que, no esperaran la verdad que los mamertos desean, sino la verdad que él tiene para aportar.

Consideramos nosotros que, para DEL RIO, la verdad pasa por la ideologîa anticomunusta de la guerra contrainsurgente y no la verdad por la polîtica oportunista, como asî lo han venido entendiendo los polîticos comprometidos con la guerra.

DEL RIO, un militar fiel a su formaciôn ideolôgica de la seguridad nacional del enemigo interno, ordenada tiempo atrâs por la CLASE POLITICA, no estâ para aceptar responsabilidades.

El problema es que hoy mâs que nunca la resoluciôn de los conflictos pasa por el derecho internacional de los derechos humanos, el derecho penal internacional y la jurisdicciôn transicional. Realidad que hay que observar.

El simplemente cumplia las ôrdenes. Ordenes estas, que, siempre han venido de las mâximas instancias del poder polîtico.

Tiempo atrâs, fuera condecorado con algunas de esas tantas medallas, por su labor en las fuerzas militares, al pacificar la regiôn de Urabâ. Lo condecorô nada menos que, el presidente eterno Alvaro URIBE VELEZ. Actualmente DEL RIO, ya no cree en cuentos de medallas, sino que exige lealtades de compromiso, con el honor polîtico y militar en la “salvaciôn de la patria.”

DEL RIO, como tantos otros de sus pares, hay que entenderlo en el contexto histôrico y actual de la guerra de clases. Consideramos nosotros, de ideologîa conservadurista-confesional, como consecuencia de esas guerras de exterminio que vienen de tiempo atrâs y, que se dieran a partir de la invasiôn espanola, en compañia de PAPITO DIOS.

Igualmente hay que entenderlo en el marco de las diferencias ideolôgicas y de poder, de aquellos que hicieron parte de la direcciôn polîtica-militar de la guerra de in-dependencia. Ademâs de las guerras posteriores que, se dieran entre estos militares, por el reparto del poder polîtico. Guerras estas que dividieran la sociedad entre militares y civiles, liberales y conservadores, creyentes y ateos, terratenientes y peones, dirigentes y dirigidos, poseedores y desposeîdos, etc.

No sobra recordar que estas clases sociales se conocieron tiempo atrâs, como:

Realistas y criollos. Los primeros, espanoles a favor de la dependencia colonial. Los segundos, la descendencia de estos, a favor de la in-dependencia colonial o neo-colonial. Estos ûltimos se convertirîan con el tiempo, en castas polîticas, alrededor de los partidos liberal y conservador. De ahî proviene la clase polîtica tradicional. Actualmente los acompañan la clase polîtica emergente, en la lucha por el poder.

Militares terratenientes y peones sin tierra. Militares que hicieron parte de la gesta de “in-dependencia”, y que posteriormente les fueran adjudicadas muchas tierras por los servicios prestados. Serîan los nuevos terratenientes. De otro lado, la peonada, laboraba en estas tierras y harîan parte de las tropas que, participarîan después en las once guerras civiles. Guerras estas que se produjeran después de la independencia. Guerras êstas por el reparto del poder polîtico y territorial.

De ahî proviene en parte, la herencia santanderista conservadora, en la formaciôn ideolôgica-militarista-terrateniente, de un sector, no todos, de las actuales fuerzas militares. Sin duda DEL RIO, proviene de ahî.

El problema en consecuencia no son las Fuerzas Militares en si. El problema es la clase polîtica deshonesta y corrupta de ayer y de hoy, que, ha venido utilizando a las Fuerzas Militares, para su beneficio de clase. DEL RIO, siempre ha entendido que ha estado en guerra y asî se sigue comportando. De ahî su prevenciôn con la paz.

La tarea de la jurisdicciôn especial para la paz, para alcanzar la verdad, no es fâcil. Esto si nos atenemos a lo que piensa un sector de la fuerzas militares, como es el caso de DEL RIO y de otros, a nivel de alta comandandancia. No obstante esto, ya existe cierta presencia de la fuerza pûblica que, estâ conforme con esta jurisdicciôn. Jurisdicciôn esta que es necesaria en la ruta hacia la resoluciôn del conflicto, pero que debe ser depurada de la clientelizaciôn de la polîtica y de otras desgracias.

Lo que estâ tratando de decir DEL RIO, es que, por un lado la clase polîtica, les exigen pûblicamente actuar conforme a derecho y por otro lado, en privado, les exigen actuar contra derecho y que mientras ellos pasan por delincuentes cuando caen en desgracia, los otros, los verdaderos responsables ideolôgicos, la clase polîtica, pasan por héroes. En otras palabras, la verdadera subversiôn estâ es en el poder.

Una de las salidas para cerrarle el paso a la derechizaciôn del paîs en materia de verdad, podrîa ser, que se reservara esta por un tiempo determinado, hasta que otra generaciôn la haga pûblica y pasemos esta pâgina vergonzosa de la historia. Esto no es nuevo. Nos referimos a la verdad de los miembros de la fuerza pûblica. La verdad estratégica de carâcter histôrico.

Ahora bien, en cuanto a la responsabilidad de la clase polîtica y de terceros, esta si deberîa ser pûblica. Por qué? Porque son en verdad de verdad, los que han estado delante y detrâs de la guerra, pero en cuerpo ajeno.

En ese orden de ideas, mientras la oligarquîa no permita discutir TEMAS DE SOBERANIA NACIONAL, ENTRE ELLOS LA DOCTRINA DE SEGURIDAD NACIONAL…la guerra de clases de arriba contra los de abajo va a continuar y pronto, muy pronto, estaremos pasando del actual gobierno-cîvico militar a un régimen fascista. A propôsito de estos temas, no entendemos por qué los marxistas de marzo del congreso no dicen nada….o eso que llaman oposiciôn…

En fin, nos parece oportuna para terminar, traer a colaciôn, aquella consigna…!Paz la Naciôn…Paz las Fuerzas Militares…!OPOSICION CIVILISTA A LA OLIGARQUIA DE AYER Y DE HOY…COMO TAMBIEN A LA PEQUENA BURGUESIA DE IZQUIERDA….

Hasta donde hemos llegado…

Desde Barranca-Lyon y con olor a petrôleo,

Luis Manuel CARRERO GOMEZ

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