El pasado 10 de mayo, casi sin respirar después del enorme esfuerzo que significó concretar el 1er Foro Nacional por un Programa Agrario Soberano y Popular en Ferro, las mujeres de la Unión de Trabajadorxs de la Tierra (UTT) realizaron su 4to encuentro de Mujeres y Plantas Medicinales en la quinta de Trifona, conocida cariñosamente como “la reina de la ortiga”, en El Pato (Berazategui). Participaron más de 40 compañeras venidas desde La Plata y Florencio Varela, además de las locales y compañeras estudiantes de periodismo de la UNLP. Por Huerquén Comunicación en Colectivo
Camila Ortellado, de la Secretaría de Género de la UTT, nos cuenta que antes hubo otros 3 encuentros desde septiembre de 2018 hasta ahora. “Lo que intentamos en cada uno de estos encuentros es conectarnos con nuestros cuerpos, con lo que nos pasa. No sólo físicamente sino emocionalmente… conectar las condiciones de nuestro trabajo con las dolencias que sentimos, y cómo las emociones sobre las distintas vivencias nos afectan también nuestra salud.”
Para Rosalía Pelegrini “fue muy emocionante, arrancamos con una ceremonia que trajeron dos grandes compañeras que son Maritsa Puma y Carolina Rodríguez; una ceremonia de los pueblos andinos, de recuperar nuestras raíces, de conectarnos como mujeres que sabemos de la tierra, y no abandonar nuestras raíces, nuestros saberes, no avergonzarnos de todo eso. Fue muy emocionante…”
CO: Reconocer los saberes que heredamos y los que desarrollamos en nuestra vida. Reconocer y valorar ese lugar de sabiduría que en tantos espacios de nuestra vida son puestos en un lugar secundario y desvalorizado. Saberes sobre la naturaleza, sobre nuestro propio cuerpo, y también desde nuestra condición de productoras y trabajadoras de la tierra. Un lugar que es puesto en segundo orden cuando, sobre todo en tiempos de crisis, nos hacemos cargo de la economía familiar además de nuestro trabajo y organización.
Hicimos ofrendas a la tierra y compartimos deseos con nuestras compañeras. Deseos de libertad, de autonomía, de empoderarnos. Si yo puedo sanarme, sano con vos, y si vos sanás también estoy sanando yo. De la salud también forman parte las emociones, y las vivencias que tenemos como mujeres también nos afectan y hacen que desarrollemos distintas dolencias y enfermedades; y la sanación de esas cuestiones también es colectiva.
RP: También tuvimos la participación de la doctora Noelia Poggi, médica generalista y feminista de la Mutual Senderos, que nos hizo una vinculación entre la medicina más tradicional con los saberes que tenemos sobre las plantas medicinales, y cómo podemos conectar todo eso para la promoción de la salud.
CO: Noelia pudo organizar de alguna manera las dolencias que están más presentes en el sector, porque también las condiciones de trabajo hacen que desarrollemos algunas enfermedades más que otras, y relacionamos eso con las distintas plantas que hay en nuestras quintas y cómo podíamos utilizarlas para sanar. Qué tratamientos podemos hacer, de qué maneras se pueden usar para sanar, no sólo nosotras sino también nuestras familias u otras compañeras, osea que sean saberes compartidos.
RP: También salieron las primeras compañeras que van a arrancar con un emprendimiento de tinturas madres con la idea de materializar esto que decimos de que las trabajadoras de la tierra tenemos que construir nuestra independencia económica, asique estamos dando los primeros pasos en ese camino.
CO: La producción de alimentos también es parte de nuestra salud, es decir que nuestro alimento es nuestra medicina; pero también que las plantas medicinales tienen ese poder tan grande de curarnos y sanarnos, y nos parece que nosotras podemos hacer de este emprendimiento algo poderosísimo. Esto recién se está gestando y esperamos que pueda avanzar.
RP: Nosotras estamos proponiendo un modelo de agroecología, un modelo en el que para producir no hay que matar, no hay que aplicar venenos, si no que para producir hay que volver a las raíces. Y eso, si bien es una línea estratégica de la UTT, que tanto varones como mujeres la estamos implementando, somos las mujeres las que desde hace tiempo venimos viendo que estos venenos nos están matando, están enfermando a nuestros hijos, están enfermando a nuestras familias y no habíamos sido valoradas, porque las decisiones de producción la tenían justamente los varones. Entonces, nosotras es como que estamos incorporando una mirada femenina de la agroecología, una mirada que de alguna manera dice “yo te avise”, “lo que yo decía tenía valor y ahora lo estamos viendo todos”. Entonces pensamos que la Soberanía Alimentaria se construye también con soberanía a la hora de decidir por parte de las mujeres.”
El próximo encuentro va a ser en Junio en la Base “Fortaleza”… un guiño a lo que las trabajadoras de la tierra están construyendo.
Fuente: https://www.anred.org/?p=115142