Ayer una vez más, la desidia y el abandono absoluto del Estado se cobró una nueva vida en Monte Quemado, Santiago del Estero. Abigail Maldonado de 17 años falleció en el Hospital zonal sin recibir una atención adecuada.
La joven ingresó a la institución con un diagnóstico de apendicitis y su familia pidió insistentemente que la trasladen a otro hospital debido a que en Monte Quemado no hacen cirugías. Pero el personal médico argumentaba que debían esperar a juntar tres pacientes para trasladarla. Luego de tres días fue derivada a la capital de Santiago del Estero, y a las pocas horas de llegar falleció. En el parte médico figura que el deceso fue producto de una neumonía. Esta situación se repite día a día en el norte santiagueño y ya no se puede tolerar más.
Miles de familias vivimos en el abandono total, es inadmisible que en este contexto nuestras vidas se pongan en riesgo por la falta de presupuesto, personal, herramientas e insumos. El Estado tiene que garantizar nuestro derecho a acceder a la salud en condiciones dignas, ya que este es un derecho humano fundamental y básico. No podemos seguir soportando la pérdida de más familiares, amigos/as, compañeros/as por causas que podrían evitarse.
En los pueblos del interior de la provincia las Unidades de Atención Primaria se encuentran totalmente vaciadas y para conseguir un turno debemos trasladarnos por caminos en mal estado hacia ciudades más grandes donde tampoco recibimos la atención que corresponde. En los hospitales zonales no hay médicos ni insumos, y el personal sanitario se dedica a trabajar en clínicas privadas haciendo de la salud un negocio.
Miles de veces hemos escuchado o conocido historias de mujeres que tienen a sus hijos/as al costado de la ruta porque ni siquiera pueden hacerse un control durante el embarazo, y no saben en qué fecha van a parir. También hay miles de ellas que no llegan y mueren en el camino.
La falta de agua potable hace que nuestros niños y niñas se enfermen de manera constante y los reclamos que llevamos a los municipios son desoídos. En muchos de los pueblos tomamos agua de lagunas contaminadas y de donde también toman los animales. A su vez, en estos momentos en los que por todos lados se habla del coronavirus, aquí en nuestra provincia el dengue esta fulminando a las personas como si nada y desde el gobierno no hacen visible la situación ni implementan ningún tipo de medida de prevención o seguridad para informar sobre cómo cuidarse.
Esta realidad que parece de siglos pasados se vive hoy en Argentina, tanto en Santiago del Estero como en otras provincias del norte. A su vez, cuando nos movilizamos para reclamar lo que es justo el gobierno judicializa, criminaliza y persigue a nuestros compañeros y compañeras como si fueran criminales, con el sólo objetivo de acallarnos y amedrentarnos.
No podemos seguir soportándolo, hacemos responsables al gobierno provincial de Gerardo Zamora, a la ministra provincial de Salud, Natividad Nassif, al Intendente de Monte Quemado, Manuel Castillo, al gobierno nacional de Alberto Fernández y al ministro de salud Ginés González García, por condenarnos al más absoluto abandono y por dejarnos morir como si fuéramos moscas.
Exigimos que de manera inmediata se dé una solución a nuestros reclamos que venimos llevando adelante durante décadas y que se implementen políticas públicas efectivas y con el presupuesto correspondiente para garantizar el acceso a la salud de todas y todos los santiagueños.