Las milenarias fiestas de las culturas originarias también se ven modificadas por la pandemia en América del Sur, sin renunciar a su carácter sagrado e histórico.
21/06/2020
El Inti Raymi para los andinos y el Wiñoy Xipantv de los mapuche, una fiesta milenaria que cada solsticio de invierno celebra el retorno del sol y encierra un profundo sentido de descolonización cultural y resistencia también estará condicionada por la pandemia que envuelve al mundo.
Simplificado como “año nuevo indígena” –aunque no lo es– entre el 21 y 24 de junio, indígenas del Hermisferio Sur no podrán este año esperar juntos y en ceremonia tras la noche más larga para recibir los primeros rayos del sol que marcan un nuevo comienzo.
“Wiñoy Xipantv no es año nuevo, que implica acumulación del tiempo sino que es repetición de un ciclo. Es un cambio que nos muestra que la naturaleza se prepara para un renacimiento, pasó el otoño y la tierra descansó, recibe los nutrientes de las lluvias, el sol regresa y todo recomienza”, explicó a Télam desde el Puelmapu, ubicado en Neuquén, Jorge Nahuel, logko (autoridad política) de la significativa Confederación Mapuche Neuquina.
En Bolivia, cuyo pueblo entronizó a un aymara –Evo Morales entre el 2006 y 2019– en la presidencia de la república y creó un Estado Plurinacional, la celebración del Inti Raymi (fiesta del sol) se recuperó en los 80 cuando el racismo y la desigualdad oprimían a una mayoría indígena.
Contó, en línea con la reverencia a las piedras y montañas habitadas por espíritus, que es allí dónde están los sitios sagrados a los que acuden los seres humanos a esperar la salida del sol.
“El guía espiritual tiene que pedir permiso al cerro antes de iniciar la ceremonia, eso es lo más importante. No podemos ingresar a un sitio sin pedir permiso Hay que esperar la salida de sol, con las manos en alto. No es una espera individual sino en familia y se realiza la ‘coa’ –el gran sahumerio– con ofrendas de llamas, frutas y comida para la Pachamama y al Tata Inti”, detalló el entrevistado.
Toda ceremonia reclama que quienes la realizan se entreguen por completo a ese acto: por eso, explica Gutiérrez Mamani, “no es solo pedir y esperar, sino que agradecemos por el año que pasó y con la coa pedimos para este nuevo año. Sembramos fe y esperanza porque no es solo es pedir y esperar, hay que contribuir, compartir, vivir en reciprocidad con la pacha y los que están cerca nuestro”.
“La palabra ‘k’oa’ significa ‘lo que se transforma en otra cosa’, y se cree que esta es una entidad capaz de encarnar en distintos cuerpos, incluyendo animales. En la cosmovisión andina, el humo de la coa tiene la capacidad de permitir la comunicación entre los diferentes mundos, así que puede llevar pedidos y agradecimientos a ancestros y divinidades”, añade Ypadu desde su muro en Facebook.
Pero si celebrar el Inti Raymi es un acto político para los indígenas, cuya mayoría vive en las ciudades, la recuperación de lugares arqueológicos y por lo tanto sitios sagrados, en Buenos Aires es un proceso de lucha y de marchas y contramarchas en el que se pone a prueba la tenacidad de quienes quieren honrar y vivir en una cultura originaria.
Tres ombúes
“Más allá de la pandemia no podemos celebrar acá, en el sitio arqueológico Tres Ombúes, ubicado en Ciudad Evita, La Matanza, porque usurpadores nos impiden entrar. Eso nos duele porque están destruyendo el lugar al que desde hace unos 10 años indígenas urbanos queremos convertir en un sitio de memoria larga”, indicó a Télam Valentín Callamullo, quechua.
El joven indígena destacó que piden al Estado “preservar Querandí para ejercer derechos espirituales y conservar lo arqueológico pero hay gente loteando”, añadió al destacar que hay una cautelar favorable al reclamo del Juzgado de Morón Nº1 que no se está cumpliendo.
Patricia Yallico, del pueblo waranka que integra la nación kichwa en Ecuador, destacó para Télam que este año el Inti Raymi no será masivo sino que se festejará en la intimidad de las familias “para no olvidar, revitalizar y sostener esta celebración. Hay que entender que es agrofestivo que tiene que ver con la crianza de la vida, con la convivencia con la chacra y con los diferentes seres que cohabitamos en este planeta. El orden mundial excluye a la diversidad, al diferente y al Inti Raymi quisieron limitarlo a expresiones culturales y étnicas”.
La cineasta y documentalista definió que en realidad “estas prácticas y saberes trascienden el ámbito cultural y étnico, se trata más bien de un acto político que fortalece a la organización social y económica y revitaliza la lengua. Es todo un conglomerado de saberes el Inti Raymi con una espiritualidad muy fuerte a la que invitamos a otros pueblos y a los mestizos quienes pueden sumarse a nuestra ritualidad que siempre es incluyente. Así caminamos nosotros”.
Algo por el estilo dijo también Nahuel, el logko mapuche, al señalar que la ceremonia del Wiñoy Xipantv es “un acto de compromiso, de resguardo, de protección mutua para nuestra supervivencia. Estamos en medio de una pandemia que no es un castigo divino ni un accidente sino consecuencia directa del maltrato que el sistema capitalista, neoliberal y depredador da al mundo”.
“Hay que parar el desquicio y maltrato a la naturaleza”
Jorge Nahuel, logko de la Confederación Mapuche de Neuquén sostuvo que la pandemia del coronavirus “no es un castigo divino ni un accidente” y llamó a “parar urgente” con el desquicio y maltrato a la naturaleza.
“Estamos en medio de una pandemia que lamentablemente se repetirá y nunca como este año se manifiesta mas claramente el Wiñoy Xipantv. Es tan fuerte el maltrato del hombre a la naturaleza como ejemplo con el consumo de animales para satisfacer su voracidad que no se pone limites y ese manoseo genera numerosas enfermedades como la que estamos viviendo”, indicó en declaraciones a Télam.
La autoridad política de los mapuche neuquinos sostuvo que “no puede continuar esta búsqueda de mayores ganancias en menor tiempo porque lleva a estos desequilibrios. La naturaleza nos da todo lo que necesitamos para nuestro bienestar, todo lo que se requiere para un buen vivir y sin embargo el sistema económico lo trastoca todo porque busca un uso y superexplotación que genera todos los desequilibrios que la naturaleza manifiesta”.
Añadió que el cambio climático y el desplazamiento de las estaciones que se observa va a “generar más desequilibrios que va a traer numerosas desgracias y numerosas momentos de tristeza para la humanidad porque la naturaleza empezó a devolver los golpes”.
Por eso, siguió, “no hay que romper el orden y la normativa que la naturaleza fue desarrollando por millones de años y que repite ciclo tras ciclo. Ella nunca nos falla, siempre está repitiendo el ciclo para que nos sepamos organizar y adaptarnos a esa normativa pero en la ultima etapa se está rompiendo esa disciplina y norma”.
Por lo que, advirtió, “al romperse se desequilibra todo y las consecuencias las va a pagar la humanidad, no la tierra que se va a adaptar y acomodar para defenderse y si es necesario destruirá a la humanidad si no tenemos la capacidad de parar tanto desquicio y maltrato”.
Fuente: https://www.telam.com.ar/notas/202006/479289-pandemia-ceremonias-originarias.html