Entrevista a Virginia King de la Fundación
Latinoamericana por los Derechos Humanos y el Desarrollo Social (Fundalatin)
Deploro es que no se hayan oído las voces chavistas disidentes en la promulgación de la Ley antibloqueo
Mario Hernandez
M.H.: ¿Cuál es tu análisis respecto de lo que se ha denominado “Ley antibloqueo” en Venezuela? Has publicado en aporrea.org artículos críticos respecto de esta decisión que ha tomado el Presidente Maduro y me gustaría conocer los motivos dado que sé de tu militancia junto al Comandante Hugo Chávez Frías.
V.K.: A pesar de que no es mi área de expertise porque es un área jurídica muy compleja y técnica. Sin embargo, producto de conversaciones que he podido tener con diferentes juristas chavistas todos, de izquierda de muchos años, me pude ir haciendo algún tipo de apreciación de la no conveniencia de la aprobación de esa ley para nuestro país.
Primero porque tiene aspectos que van en contra de nuestra Constitución Nacional, entonces en principio eso ya la hace desestimable. Y, por otro lado, abre las puertas de forma delicada por llamarlo de alguna manera, voy a tratar de ser lo menos ruda posible, a las inversiones extranjeras so pena del detrimento que eso pueda implicar para la producción nacional que ha estado de por sí muy mermada producto de este bloqueo inclemente al que ha estado sometida Venezuela.
Me parece que es una ley altamente permisiva que contraviene los preceptos y el legado del Presidente Chávez en muchas de las áreas que toca, aunque sea tangencialmente. Los chavistas que nos forjamos con la salida a la palestra del Presidente Chávez, adquirimos una visión multi y pluripolar y ampliamos un poco el espectro geopolítico mundial. Entonces eso nos permite visualizarnos en el contexto mundial pero sin desestimar la situación de desventaja que tiene Venezuela hoy en día.
Tenemos un país sumamente afectado económicamente producto de la aplicación de medidas coercitivas unilaterales. Tenemos un país con una economía en el piso, devastada y este tipo de instrumento que se hizo ley a pesar de que hubo pronunciamientos críticos de grandes intelectuales especialistas en la materia, se concretó su aprobación.
Los que de alguna manera adversamos esperamos que haya buen criterio en la aplicación de la misma, que se imponga el nacionalismo, el chavismo en su concepto pleno de proyecto de país. Ya no hemos querido seguir lloviendo sobre mojado, a pesar de que de alguna manera ha fracturado algunos espacios políticos en Venezuela. Esta decisión que vimos en varios niveles, porque si bien participaron especialistas en el área, otros que somos un tanto menos, pero que también nos duele el país y nos hemos permitido involucrarnos y estudiar, también nos dimos permiso para participar en este gran debate nacional.
M.H.: He leído algunas opiniones que señalan que esta ley abriría las puertas a la privatización de empresas. Se me ocurre preguntarte por qué pensás que el Presidente Maduro ha tomado este rumbo.
V.K.: Es una pregunta difícil de contestar en términos de no poner en duda la buena fe del Presidente. Yo quisiera apostar a que hay buena intencionalidad en la presentación de un proyecto de esta naturaleza. Lo que deploro es que no se hayan oído las voces disidentes. Y ese punto que acabás de tocar fue uno de los más álgidos en la discusión. De hecho las empresas mixtas van a tener entrada casi inmediata en esta nueva faceta de la revolución bolivariana y la posibilidad de privatizar empresas que ya venían siendo privatizadas, ojo, no es que esto sea algo novedoso o extraño.
Con cierto nivel de progresividad ha crecido la privatización, inclusive de empresas que habían sido creadas por el Presidente Chávez, sobre todo en el área alimentaria. Con asombro y cierto estupor hemos visto cómo se han ido privatizando a la sombra de las críticas y de muchos que hemos detractado ese tipo de decisiones.
M.H.: ¿Cómo ves el panorama respecto del próximo 6 de diciembre con la convocatoria a la renovación de la Legislatura venezolana?
V.K.: Justo estaba leyendo el triste pronunciamiento del Grupo de Lima, o Cártel de Lima como le llamamos, que no afecta, simplemente no va a reconocer las elecciones venideras, va a ratificar a Guaidó como Presidente interino. Pero más allá de eso que indistintamente que gane la próxima Asamblea Nacional uno u otro sector político, la reelección del Presidente de la Asamblea Nacional no es factible, así que perdería vigencia el estatus que ha sido el “sustento” (entre comillas porque aun así ha sido totalmente ilegítimo) de Guaidó para autoproclamarse.
No obstante, si ese proceso electivo se da así en diciembre, el Grupo de Lima hoy dice que va a seguir siendo Presidente interino. Aquí hay un desconocimiento, una anarquía y un divorcio de las leyes del derecho internacional y los organismos multinacionales. Cuando un grupo como este, donde hubo 16 países en la reunión, 14 deciden que no van a aceptar las elecciones, porque ni siquiera quieren que se efectúen las elecciones, quieren elecciones generales de la figura presidencial hacia abajo y ratificar a Guaidó. Tienen un enredo terrible. Felizmente, cosa que aplaudo, Argentina en esta oportunidad se abstuvo, estuvo en contra de esa propuesta.
M.H.: Sí, porque fue lamentable la votación de Argentina en Naciones Unidas apoyando el Informe Bachelet, incluso el hecho de que al día de la fecha no haya designado un embajador en tu país.
V.K.: Ni aquí tampoco. Estamos en cero en ambas misiones diplomáticas. Lo que da cuenta del deterioro de las relaciones internacionales o bilaterales.
M.H.: Recuerdo el apoyo del Comandante Hugo Chávez Frías y su Canciller, el actual Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en momentos difíciles que atravesó nuestro país durante la presidencia de Néstor Carlos Kirchner.
V.K.: Yo sigo apostando a la unión indeclinable, histórica, fraterna, solidaria y amorosa de los pueblos de Venezuela y Argentina. Ningún líder de la condición o del sesgo político que sea va a poder quebrantar esa relación per se. Que va a ser para toda la vida. Nuestros pueblos han dado muestra fehaciente de esta fraternidad. Este tipo de actuaciones a veces equivocadas, descontextualizadas, como la triste votación de las Naciones Unidas, refrendando un instrumento tan fuera de orden y tan reñido con el rigor metodológico de la realización de un informe de esa envergadura como el de Bachelet no deja de asombrarnos, sobre todo, como defensores de Derechos Humanos. Pese a eso, creo que si ha habido un pueblo que se ha visto afectado, ha dado la cara y el paso al frente rechazando esa postura ha sido el pueblo argentino. No hemos tenido ni que hablar nosotros porque el propio pueblo se ha visto molesto por esa decisión. Entonces yo apuesto a este noble y amoroso pueblo.