Contagiados durante el ejercicio de su profesión, cientos de profesionales de la salud murieron a causa del Covid-19 en estos meses. Y tendremos más pérdidas de médicos, profesionales de enfermería y camilleros porque los contagios continúan y en marzo del próximo año tendremos una segunda ola, según los pronósticos.
Además de atender pacientes más de las horas que les corresponde, los profesionales de la salud soportan la indiferencia del Gobierno a la hora de otorgarles aumento salarial. Hace meses que reclaman, hacen marchas, portan sus pancartas y el presidente “de todos los argentinos” los ignora.
Al inicio de la pandemia, en hospitales y otros centros de salud ni siquiera les facilitaban adecuados Equipos de Protección Personal (EPP), necesarios para la atención de los pacientes. Los profesionales los compraban o los improvisaban, como una médica que hacía su camisolin y el de sus colegas con una gran bolsa negra de residuos.
En alguna ciudad o pueblo del país, a diario muere un profesional de la salud que se ha contagiado durante la atención de pacientes con coronavirus.
Sólo los despiden sus familias y colegas.
Ojalá que algún día el presidente de la Nación, Alberto Fernández, decrete tres días de duelo nacional en memoria y en reconocimiento a la labor realizada por los profesionales de la salud en el actual contexto sanitario.
Y que el pueblo los aplauda.
Y llore por ellos.
Liliana Giambelluca
25-11-2020