Por Oscar Rotundo* PIA. Global. – Como un quijote que se enfrenta a los molinos de la difamación y la entrega, que cabalga contra la traición a millones de seres que hoy luchan por la sobrevivencia, la esperanza se pone de pie y de la mano de Andrés Arauz y Rafael Correa, el proyecto popular empieza a cobrar vida y a congregar a los ecuatorianos para obtener la victoria el próximo 7 de febrero en las elecciones presidenciales.
Una de las características fundamentales que refleja lo que está en juego en las próximas elecciones ecuatorianas, es la contradicción que existe entre el proyecto liberal de gobierno, representado por la mayoría de los candidatos y el proyecto popular que renace de la mano de Andrés Arauz y Carlos Rabascal.
Dos visiones de país que se transforman en opciones antagónicas para el pueblo ecuatoriano, pues la continuidad de la gestión de Lenin Moreno, representada a través de la partidocracia tradicional, acentuará la situación de marginalidad y desamparo que viven los trabajadores y trabajadoras en todo Ecuador.
La destrucción del Estado y las privatizaciones sin control alguno, han generado en tiempos de pandemia, un perjuicio grave a la sociedad ecuatoriana, que ha sido abandonada a su suerte por quienes debían velar por su salud y bienestar.
Con 230.808 casos de coronavirus, 14.316 fallecidos, y un promedio de alrededor de 4.000 contagios diarios, el país se encuentra atado a las políticas del Fondo Monetario Internacional y a la voracidad del sector financiero, el ajuste al gasto público y flexibilización laboral.
Por tal motivo el Frente Unitario de Trabajadores (FUT) convocó para el próximo 28 de enero a una movilización, contra las políticas del gobierno de Lenin Moreno que insiste en atacar al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) y a los trabajadores en general con los acuerdos firmados con el Fondo Monetario Internacional (FMI), a semanas de dejar el gobierno.
Mesías Tatamuez, presidente del Frente Unitario de Trabajadores (FUT), lo expresaba de la siguiente forma, “Rechazamos las insinuaciones propuestas del gobierno con el FMI de querer meterse en la seguridad social para subir los años para la jubilación. Por eso llamamos a las organizaciones sociales a defender el único patrimonio que nos queda a los pueblos y a los afiliados. Debemos estar unidos. Defenderemos las áreas estratégicas”… “el gobierno antes de irse quiere dejar entregando todo, privatizando todo”
Según el CESLA estos son los indicadores que reflejan cómo ha terminado el año 2020 el Ecuador
Un aumento de la deuda pública externa y una caída de las reservas internacionales, sumadas al aumento al precio al consumidor y una caída en las exportaciones de Hidrocarburos.
A esto tendríamos que agregarle que, “según datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), para septiembre de 2020 la tasa de desempleo se ubicó en 6,6%, y la tasa de empleo inadecuado* en 60,5%, evidenciando claramente un empeoramiento de las condiciones laborales debido a los efectos generados por la pandemia, ya que, para septiembre de 2019, estos indicadores fueron de 4,9% y 56% respectivamente” [1]
Indica el informe, que el empleo adecuado, considerado un empleo de calidad, que al menos equivale a un ingreso laboral de un salario mínimo, presentó una fuerte caída, al pasar del 38,5% en septiembre de 2019, al 32,1% en septiembre de 2020, lo que significa que al menos 700 mil personas, dejaron de tener un empleo adecuado.
Sobre los empleos inadecuados el indicador del 60,5%, evidencia una mayor precariedad laboral en el país que, al mismo tiempo se traduce en otro índice aún más preocupante; según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) “en Ecuador la pobreza podría aumentar 7 puntos porcentuales y la pobreza extrema 5,1 puntos porcentuales, elevando las tasas de pobreza a 12,7% y 32,7% respectivamente”
En un estudio realizado por Correa-Quezada et al. (2020) [2], se evidencia “como posibles impactos de la COVID-19, en el escenario más negativo la pobreza y la pobreza extrema, podrían pasar del 25% y 8,9% en 2019 al 34,7% y 14% en 2020 respectivamente, lo que implicaría que aproximadamente 1.697.500 personas caerían en situación de pobreza como consecuencia de la pandemia”
Pérdida del poder adquisitivo, desamparo por desguace del Estado y privatizaciones, incremento de la pobreza y el desempleo respectivamente, auguran un panorama para el 2021 que, no se resuelve con promesas ni con “fake news” [3] para atrapar la atención de los votantes; en este caso, podríamos citar una desmentida que tuvo que hacer el candidato André Arauz, sobre un supuesto informe del Banco Interamericano de Desarrollo con números extravagantes que trataban de comprometerlo y que el mismo banco salió a desmentir.
Esta práctica, de los multimedios de “desinformación”, mercenarios al servicio de intereses encontrados con los intereses del pueblo, trataron de minar la gestión de Rafael Correa y ahora tratan de impedir que la esperanza se consagre con la candidatura de Andrés Arauz.
Los hechos valen más que mil palabras y las palabras se vuelven cimientos, cuando han sido antecedidas por hechos; cuando el candidato Arauz dice “Tenemos el cronograma de vacunación listo para iniciar con los profesionales de la salud”, o “Me reuní en Argentina en calidad del futuro Presidente del Ecuador. Hemos iniciado las conversaciones para que la vacuna de Oxford esté disponible según el cronograma presentado. Seremos un gobierno que defienda sus derechos”, sus palabras son respaldadas por lo que fuera la gestión de Rafael Correa, al que tuvieron que traicionar, perseguir e injuriar, para que hoy no fuera candidato a la presidencia; cosas del “Lawfare” [4], como diría la vicepresidenta argentina Cristina Fernández.
Ecuador es un país de 17,4 millones de habitantes, que deberá enfrentar las calamidades que deja un gobierno signado por la corrupción (Indicador Sintético de Corrupción (CESLA, 2020): 67/100; Media Latinoamérica: 67,65/100; Nivel alto de corrupción y debilidad extrema en política anticorrupción) y que, con la asunción de la nueva administración norteamericana, verá comprometida la soberanía sobre los hidrocarburos y sobre los otros recursos naturales; que durante mucho tiempo tendrá que lidiar con la pandemia y con los desajustes económicos que se desprenden de la circunstancias que acarrea, es por eso que necesita un Estado fuerte y solidario.
Un Estado que articule con los países de la región que han elegido el destino de la justicia social como camino y no la entrega sumisa al depredador del norte. Un Estado que eduque, de trabajo y cuide de la salud de su gente. Un Estado del pueblo para el pueblo.
Notas
[1]https://www.cesla.com/archivos/Informe_economia_Ecuador_noviembre_2020.pdf
* El empleo inadecuado incluye al subempleo, empleo no remunerado y otro empleo no pleno.
[2] Correa-Quezada, R., García-Vélez, D., Álvarez-García, J. y Tituaña-Castillo, M. (2020). La COVID-19 y su impacto en la pobreza de Ecuador: método de escenarios. Contaduría y administración, 65(4), 7.
[3] Noticias falsas, con un contenido pseudoperiodístico difundido a través de portales de noticias, prensa escrita, radio, televisión y redes sociales y cuyo objetivo es la desinformación.
[4] Se trata de una contracción gramatical de law (ley) y warfare (guerra), que refiere a una “guerra judicial” o “guerra jurídica”
Analista político del equipo de Periodismo Internacional Alternativo (PIA Global) https://www.facebook.com/rotundo.rotundo.12