Colombia.Desobediencia civil fuerza pûblica-pueblo

Desobediencia civil por parte de la fuerza pûblica….
Por: Luis Manuel CARRERO GOMEZ

En nuestra calidad de ciudadano colombiano, ante la situaciôn actual de protesta y demanda ciudadana, por la dignidad de la patria y matria de Simôn Trinidad, nos dirigimos al pueblo uniformado y, a las mayorîas nacionales, para llamar la atenciôn con carâcter de urgencia, acerca de dos principios universales en el marco de los derechos y obligaciones humanas. Desobediencia civil y derecho a la rebeliôn.

Son mâs doscientos años que las mayorîas nacionales han padecido de opresiôn y de tiranîa. Cômo olvidar que nuestros ancestros indîgenas, fueron oprimidos y convertidos en esclavos por los tiranos de la corona española.

Los recuerdos estân ahî presentes en los libros de historia. No obstante esta situaciôn, las oligarquîas de siempre, descendientes de estos bârbaros, les han levantado monumentos, llamado con sus nombres grandes avenidas y colegios, etc. Situaciôn esta que busca una amenaza permanente, ante cualquier acto de levantamiento contra la indignidad, por parte de estos. Esta situaciôn los ha llevado por estos dîas, al calor de las MARCHAS POLITICAS a derribar esos recuerdos de barbarie.

Cômo olvidar que estas mismas oligarquîas que se resisten a desaparecer, conspiraron contra Simôn Trinidad, en plena guerra de in-dependencia y se hicieron al poder después. Fue tanta la ambiciôn por el reparto del poder de estas gentes, que, condujeron al paîs a mâs de once guerras civiles.

De allâ proviene la tradicional oligarquîa liberal-conservadora, mâs la otra conocida como emergente y, que siguen realizando actos de guerra de exterminio contra el opositor polîtico, en medio de conductas generalizadas y sistémicas de deshonestidad polîtica y de corrupciôn administrativa. Podrîamos decir que, es toda una casta polîtica delincuencial organizada. La sociedad estâ al servicio de ellos y ellos al servicio de ellos.

Pues bien, es tanto el desprecio de estos h….s…por las mayorîas nacionales que, los llevaron a pensar en realizar otra de las tantas reformas tributarias. Talvez pensaron, una reforma mâs es posible. Esa gente estâ acostumbrada a esas imposiciones tributarias, entre otras clases de actos polîticos de gobierno, entendiendo por estos crîmees de guerra y/o de lesa humanidad. Estas vez se equivocaron. La gente se levantô y empieza a tomar conciencia polîtica de poder y de gobierno.

Las actuales protestas polîticas, por su magnitud, ha llevado a las oligarquîas de siempre, a hacer lo de siempre, a matar, a desaparecer, a torturar, etc. Esta vez lo hacen a los ojos de todo el mundo, sin ningûn reparo.

La situaciôn es tan grave que, gobiernos como el de los Estados Unidos, estâ indignado por lo que viene sucediendo. Igualmente organismos multilaterales de derechos humanos, como la Onu y la Uniôn Europea.

Esta situaciôn a convertido al estado colombiano actual, en un ESTADO OPRESOR Y TIRANO. Aquî no hay democracia. Lo que hay es un gobierno civico militar corporativo que, cada dîa va hacia el fascismo, es decir hacia una dictadura militar. Sino lo hacen, saben que pronto perderân las elecciones y con ello el poder y el gobierno. Eso los estâ llevando a lo que estân haciendo.

Ademâs la justicia penal internacional, los perseguirâ como criminales de guerra que son. Hay claras ejecuciones extrajudiciales, segûn evidencias que han venido apareciendo.

Esta situaciôn nos lleva a pensar que, existen dos situaciones que hay que llamar la atenciôn.
La primera, nada tendrîa de raro que un sector de la fuerza pûblica, diera un paso al frente, en materia de desobediencia civil. No acatar las ôrdenes impartida por sus superiores. Por qué? Para impedir que se sigan cometiendo actos contrarios a los derechos humanos, entre ellos el derecho a la vida, entre otros y que violentan la constituciôn polîtica, entre otros instrumentos.

De lo contrario, estarîan respondiendo ante la justicia penal internacional muy pronto. Las mayorîas también podrîan adoptar ciertas conductas de desobediencia civil, entre ellas la resistencia civilista, desconociendo el gobierno por ilegîtimo.

Reiteramos, ya los Estados Unidos, se han pronunciado y nada tendrîa de raro que, a través de la Onu, constituyeran un tribunal especial para procesar estas conductas de lesa humanidad/crîmenes de guerra.

La segunda, ese acto de desobediencia civil, evitarîa por lo que se estâ registrando, que la situaciôn derivara en un levantamiento ciudadano generalizado, mâs exactamente en una guerra civil. El pueblo tiene derechos.

No olvidar que, el derecho a la rebeliôn estâ reconocido en instrumentos internacionales de derechos humanos, ante gobiernos tirânicos y opresivos. Colombia, podrîa ser catalogado en ese sentido por algunos gobiernos, entre ellos los Estados Unidos.

Si, en la declaracîôn universal de derechos humanos de la Onu, en su preâmbulo, tercer pârrafo, estâ contenido. Veamos:

“Considerando esencial que los derechos humanos sean protegidos por un régimen de derecho, a fin de que el hombre no se vea compelido al supremo recurso de la rebeliôn conra la tiranîa y la opresiôn”

En fin, la fuerza pûblica…PUEBLO UNIFORMADO…podrîa estar tomando la iniciativa, en materia de desobediencia civil, igual el pueblo.

Desde Barranca-Lyon y con olor a petrôleo,

Luis Manuel CARRERO GOMEZ

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