“Este gobierno antiobrero y encubridor me ha tomado a mí, Rodney Álvarez, como chivo expiatorio, para tapar y encubrir a su sicario, a su delincuente”, dice el dirigente obrero preso político quizás más emblemático de Venezuela, por múltiples razones, entre ellas porque estaba identificado con la revolución bolivariana.
Rodney Antonio Álvarez Rodríguez está preso a 700 km de su familia por un crimen que sucedió en medio de una asamblea de trabajadores de Ferrominera. Pero ese asesinato ―hay testigos― no fue cometido por él sino por Héctor Maicán, un dirigente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Lo presionaron, como han hecho con muchos presos políticos, para que admitiera su culpa, pero él se negó, siempre consciente de que el precio a pagar era muy alto.
Durante más de 10 años estuvo preso y sin juicio, mientras en el tribunal le insistían en que su caso era político y que si se declaraba culpable le darían medidas para que quedara en libertad con régimen de presentación o algo similar. Sin embargo, se negó a admitir un asesinato que no cometió y se plantó: justicia o nada.
Luego de la condena, Álvarez dirigió una carta a sus compañeros, donde expresa, entre otros, estos duros conceptos sobre su situación y la de la clase trabajadora en su país:
“Todas las pruebas del homicidio, por el cual he sido condenado ilegítimamente, recaían y recaen en el único culpable, el sicario y matón Héctor Maicán, delincuente oficialista al que han querido encubrir, al que han querido taparle la sinvergüenzura”.
Y exige: “No me tengan en la cárcel sin ningún tipo de pruebas; nos tratan como a bestias, como a animales, y no es sorprendente porque así somos tratados todos los trabajadores venezolanos. Debemos todos sacudirnos el yugo que nos oprime, que nos aprieta. Todos nosotros, debemos levantarnos. ¿Por qué? Porque nuestro oportuno socorro somos nosotros mismos”.
Rodney Álvarez es un dirigente que defendió a los trabajadores de Ferrominera contra el poder del entonces gobernador Francisco Rangel Gómez, un general del Ejército amigo de Hugo Chávez, quien tuvo poder absoluto en el estado de Bolívar controlando la otrora poderosa Corporación Venezolana de Guayana (CVG) con todas las empresas del hierro, carbón, aluminio, etc. Al salir del cargo, el alto oficial dejó a Rodney tras las rejas y se marchó a vivir a México, donde reside desde entonces.
En Venezuela hay grupos que funcionan con pequeños caciques a la cabeza, controlando parcelas de poder. Rodney preso es un sindicalista no comprable fuera de juego. Y así ha permanecido, solo variando en que por fin el juicio se realizó y el juez Pablo Vicentelli, a solicitud del fiscal Regino Cova, lo sentenció a 15 años, sin que hubiese considerado los testigos ni las pruebas.
“Yo, Rodney Álvarez, trabajador, obrero de la empresa Ferrominera Orinoco, he sido secuestrado por este Estado capitalista antiobrero venezolano. Ya con 10 años de secuestro y privado de mi libertad ilegítimamente en base a supuestas pruebas que no existen, que jamás han existido, y que las mismas actas policiales confirman que jamás han existido, el Estado capitalista ha determinado dictar una sentencia de 15 años sobre mi persona, sin tener ningún tipo de pruebas acusatorias.”
“Ciudadano fiscal y ciudadano juez: yo, Rodney Álvarez, como ustedes muy bien saben, soy inocente, y no voy a descansar hasta recuperar mi libertad y que se haga verdadera justicia. Me podrán mantener secuestrado, y privado de mi libertad ilegítimamente, pero mi pensamiento siempre estará firme hacia la emancipación de la clase obrera.”
“Si de algo soy culpable, es de generar ganancias, plusvalía, al Estado capitalista venezolano gerenciado por politiqueros corruptos, pues soy un simple trabajador y asalariado que vende su fuerza de trabajo para poder sobrevivir con migajas.”
Finalmente, expresa dirigiéndose a sus compañeros y hermanos de la clase trabajadora: “Nosotros debemos salir a las calles porque nadie lo va a hacer por nosotros. Debemos luchar en las calles para defender nuestro derecho a trabajar con dignidad y libertad. Una sola lucha, una sola clase”.
* Extractos de la nota de Sebastiana Barráez en https://www.fronteraviva.com/la-cruda-carta-en-la-que-el-dirigente-sindical-rodney-alvarez-describe-al-regimen-de-maduro-es-encubridor-corrupto-hambreador-antiobrero-y-vil/