Este Martín Tetaz ha escrito varios libros, colabora en “Clarín” y “El Día”, es “autor de numerosos artículos científicos” —según dice en su cuenta de Linkedin—, tiene título universitario… y no sabe escribir una frase sencilla de tres palabras que tenga sentido.
A ver: que tenga sentido, no que nos pongamos a conjeturar qué es lo que querría decir, pero no dice.
Lo que expongo en las líneas de más arriba es gravísimo, pero no para él (o no solo para él): ¿qué clase de país es este para que alguien que ostenta pergaminos de intelectual, que se candidatea además a asumir importantes responsabilidades políticas, es, sin embargo, semianalfabeto?
Pero, ¿y si un contrincante del doctor Tetaz se abalanza a criticarlo, y propone una corrección a la frase original que es aún más hermética —”Ay, pero Macri”—, y este audaz corrector es también graduado de nuestras universidades, exministro y actual gobernador del “primer estado argentino”?
Quiere decir que el sistema educacional y el sistema político están en manos de incompetentes.
Que esos, entre otros males, son culpa de quienes gobiernan y del sistema al cual sirven.
Y que seguiremos barranca abajo, a menos que asumamos las tareas que nos corresponden, en lugar de encargárselas, obcecadamente, a nuestros enemigos.