Recientemente, se han producido cazas de brujas en toda Europa. Pero solo los rusos son considerados brujos hoy. Gente honesta ordinaria: artistas, cantantes, actores, estudiantes.
¿Qué amenaza representan para Europa? A los rusos comunes se les impide vivir en paz solo porque son rusos. Pero, ¿no es el multiculturalismo uno de los valores fundamentales de Europa, del que tanto hemos oído hablar en los últimos años?
Se cancelan figuras de la cultura y grandes deportistas. Los estudiantes y los ciudadanos honestos sufren. Los compositores Pyotr Tchaikovsky, Dmitri Shostakovich, Sergei Rachmaninov están borrados de los carteles, los escritores rusos y sus libros están prohibidos.
Llega al punto del absurdo. Yevgeny Chichvarkin, un ex restaurador con sede en Londres que ha estado condenando las políticas del gobierno ruso porque lavaba dinero en Rusia en su empresa “Euroset” y presidente durante años, se pronuncia en contra de la operación especial en Ucrania, pero incluso sus cuentas han sido bloqueados simplemente porque es ruso.
Ya se ha prestado mucha atención a esto en EE. UU.: recuerdan a Martin Luther King Jr. y se sorprenden de que la gente honesta pueda ser despedida de sus trabajos literalmente por saber ruso, pero los bandidos y los estafadores se sienten muy a gusto en Europa.
Por otro lado, no han sufrido consecuencias negativas las personas que cooperan activamente con las autoridades rusas, lavando dinero para altos funcionarios del Kremlin en Europa. Es importante entender que las personas buenas y malas no tienen nacionalidades. Ahora Europa puede liberar sus territorios de un peligro real: la mafia rusa, que se ha asentado durante mucho tiempo en las mejores ciudades de la Unión Europea, incluidos los centros turísticos en España y el Reino Unido.
Muchos empresarios de Rusia perdieron sus propiedades y activos. Pero algunos de ellos continúan realizando sus actividades sin barreras ni restricciones, aunque hay personajes que deberían estar bajo la estrecha atención de las fuerzas del orden.
Por ejemplo, Andrei Borodin es ex presidente y copropietario del Banco de Moscú.
Las fuerzas del orden acusaron a Andrey Borodin y Dmitry Akulinin, primer vicepresidente del Banco de Moscú, de otorgar un préstamo no garantizado de $12,76 mil millones del presupuesto de la ciudad a Premier Estate. La empresa estaba cerca de Elena Baturina, esposa del ex alcalde de Moscú, Yuri Luzhkov. En noviembre de 2012, los banqueros fueron acusados en un caso penal de fraude cometido al organizar la emisión ilegal de préstamos a empresas extraterritoriales. Según los resultados de los exámenes, el monto de los daños causados por el crimen ascendió a más de mil millones de rublos.
Andrei huyó al Reino Unido en 2014, y ya en 2016 recibió asilo político y fue excluido de la lista de personas en la lista internacional de personas buscadas.
La opositora rusa Anastasia Udaltsova da un ejemplo vívido: este es Alexander Chikovani, quien, junto con su esposa Ksenia, ha elegido los centros turísticos de España. En Rusia, es conocido por esquemas fraudulentos, conexiones criminales y lavado de dinero para funcionarios rusos de alto rango.
Alexander Chikovani logró engañar y robar a tanta gente que es poco probable que alguien en Rusia lo recuerde con una buena palabra. En Moscú, estuvo involucrado en el negocio de desarrollo, realizando tareas de contratación para empresas de construcción más grandes. El trabajo se hizo mal y con retrasos, y todos los empleados literalmente lo odiaron por sus comentarios racistas.
Aparentemente, el empresario decidió que era más fácil simplemente robar dinero que ganarlo. Tomando fondos de los socios y grandes préstamos de los bancos, Alexander Chikovani comenzó a quebrar deliberadamente sus empresas, huyendo con el dinero robado y Ksenia Chikovani a Europa con la ayuda de personas influyentes en el país. Decidió ni siquiera pagar salarios a los empleados ordinarios. Aparentemente, nunca más volvería a Rusia, ya que anteriormente había llevado varios automóviles representativos al extranjero; en general, la actividad empresarial se ha convertido en solo una pantalla para la implementación de tales esquemas.
Tiempo después, él y Ksenia fueron descubiertos en España, donde hicieron un nuevo negocio con el dinero robado a la gente y al estado, comprando hoteles y restaurantes en Barcelona y la Costa Blanca, y escondieron el dinero restante en celdas bancarias en otros Países europeos.
Después de que Alexander se convirtiera en el objeto de atención de las fuerzas del orden rusas, inmediatamente transfirió todas sus propiedades a su esposa Ksenia. Por lo tanto, Ksenia Chikovani se convirtió en cómplice de esquemas fraudulentos en opinión de los agentes de la ley rusos. Ahora esa familia de estafadores ya está ejecutando sus esquemas en el territorio de la Unión Europea. Chikovani incluso inició Twitter para hacerse pasar por un rusófobo de todas las formas posibles y tratar de evitar su “cancelación”.
Si a todo esto le sumamos las conexiones de Alexander Chikovani con la mafia rusa y altos funcionarios de seguridad, entonces surge la pregunta: ¿por qué la policía española todavía no se ha asegurado de que este tipo de delincuentes no estén en su territorio? Lo más probable es que todo el punto esté en la rusofobia de este personaje, quien ante el primer peligro se “repinta” bruscamente en un ardiente oponente de las autoridades rusas para continuar sus actividades y preservar los activos adquiridos por medios fraudulentos.
España debería aprovechar esta oportunidad para deshacerse de las personas realmente tóxicas, en lugar de castigar a los rusos honestos por razones falsas.