Sigue la Campaña “del papel al poder 2023”

Este año la Campaña “del papel al poder” continúa su formación en alfabetización y es impulsada por Rizoma, el equipo de educación popular dentro del FOL Eléctrico Sur. El último encuentro realizado en noviembre fue abierto y participaron 20 personas de distintos espacios del FOL y otras organizaciones sociales.

Nacida en la Regional Norte, entre el 2015 y el 2016, la Campaña “del papel al poder” continúa trabajando por la formación en alfabetización para niñes, jóvenes y adultes. Es impulsada por el equipo de educación popular de la regional sur del FOL que comenzó a llamarse Rizoma durante la pandemia de covid 19 porque no solo participan de la formación en alfabetización, sino también de diferentes espacios que necesitaban formarse y pensar planificaciones. “Ayudamos desde ahí: armando talleres, planificando material, actividades en espacios de niñez, educación, el bachi”, cuenta Cristina, una de las compañeras de Rizoma.

“Este año es la primera formación amplia y abierta en alfabetización que convocamos post-pandemia y que realizamos nuevamente en La Toma, con la participación de 20 personas que se dedican a alfabetizar en diferentes espacios y esos encuentros son muy ricos, suman un montón” cuenta Cristina. Asistieron integrantes de diferentes espacios de educación y niñez del FOL, del Bachillerato Popular del Galpón Cultural de Claypole, y así mismo participaron de otras agrupaciones, del Frente de Darío Santillán y compas que están alfabetizando en Ciudad Oculta, en CABA.

A diferencia de otras, la particularidad de la formación de dos encuentros el sábado 4 y 11 de noviembre de 10 a 13hs es que la presentaron y planificaron desde el recorrido que vienen haciendo con la participación tanto de compañeros que están alfabetizando y también compañeros que están siendo alfabetizados, o sea, los alfabetizandos. “Así mostramos el trabajo en terreno, de lo teórico que se pueda ver en la práctica, en la realidad, en el barrio, que puedan contar en primera persona a alguien que se alfabetizó en su adultez, en un barrio popular, qué le pasó, cómo llegó, cómo se le jugaban un montón de cuestiones a la hora de acercarse a un espacio de alfabetización. Así que ahí vamos combinando esto, lo que vamos leyendo desde el encuadre de la educación popular y la teoría psicogenética, y lo que nos va pasando en el territorio” señala Cristina.

“La Campaña surge cuando todavía el FOL era parte de La Brecha para responder a la necesidad de alfabetización de los y las compas del barrio, compas que no sabían leer ni escribir, adultes y jóvenes, y al mismo tiempo a plantear la idea de que tienen que formarse alfabetizadores”, dice Cristina recordando los inicios en la regional Norte que luego llega a Regional Sur. “Quien tomó la posta fue Julian Odriozola, que empieza a convocar un equipo a partir de la bibliografía, los módulos, las planificaciones realizadas”.

Cristina cuenta que en ese momento se conectaron con programas educativos de CABA y sobre todo de una cátedra de la Facultad de Filosofía y Letras de la Carrera de Ciencias de la Educación, que investiga y trabaja desde la teoría psicogenética para alfabetizar jóvenes y adultos. “Así que ahí se empieza a armar una formación para convocar y formar alfabetizadores que después puedan ir a los barrios, desde esta teoría y desde el encuadre de la educación popular. Eso es como un primer planteo” explica. Era la primera convocatoria amplia, abierta a cualquier espacio que se dedicara a la alfabetización.

El nombre del papel al poder se pensó desde la Regional Norte y hoy el equipo Rizoma lo continúa pensando en que “viene en la línea de pensar de la concepción integral de la alfabetización: cuando uno accede a la lecto escritura también accede a un mundo y cuando queda excluido del sistema escrito también queda excluido de ese mundo” dice Cristina y reflexiona: “es pensar el componente político que tiene la alfabetización y entonces desde ahí planteamos que alfabetizarse da poder, posiciona desde otro lugar quizás un poco también asociándola al concepto de poder popular”.

La alfabetización se construye

“El encuadre es desde la teoría psicogenética que plantea que la alfabetización se construye: trabajamos a partir de un texto significativo, partimos de la unidad mínima que es la palabra, la palabra significativa que tenga un sentido para la persona y no de la letra aislada, descontextualizada” explica Cristina. En ese sentido, “todo lo que tiene que ver con la decodificación, o sea con entender el sonido de la letra, poder reconocerla, comprenderla, se va dando en un espacio de apropiación comunitaria del saber, a partir de desplegar las prácticas del lenguaje tanto escrito como oral, pero que tienen un sentido social entonces también se parte del conocimiento y del saber que posee la persona, que llegó a su adultez trabajando, formando una familia, insertado en la comunidad sin saber leer y escribir, entonces comparte un montón de saberes”.

Desde Rizoma destacan que los espacios donde se realizan las alfabetizaciones se prestan mucho porque las palabras que hay en algún cartel en la pared tienen significatividad y a veces son cuestiones de cómo se organiza el barrio, de la economía, de la próxima marcha, entonces son palabras que tienen un sentido y esas pueden ser fuentes de información donde se busque cómo empieza tal palabra. Se trata de “cómo posicionar al sujeto que aprende como un sujeto activo que está desplegando un montón de conocimientos para poder después leer por sí mismo” explica Cristina.

Un ejemplo es Ezequiel, compañero que se alfabetizó en el espacio del FOL que funciona en Guillón. Trabajó en la zafra desde muy chiquitito en Santiago del Estero y después fue boxeador. Cristina cuenta su historia porque “tenía un montón de conocimientos que fue compartiendo y desde ahí se parte para empezar a leer y escribir”

La Campaña del papel al poder propone trabajar desde la práctica de leer por sí mismo y a través de otrx. “Nuestro compañero puede estar leyendo un libro, un poema, una canción, una historieta, un artículo periodístico y el compañero que todavía no está alfabetizado, escucha y al escuchar está desplegando un montón de procesos cognitivos que le permiten también leer, pero es una lectura a través de otro porque otro está poniendo la voz” explica Cristina.

La primera formación que hicieron fue en 2016 en el Instituto Lomas de Zamora, una escuela de gestión cooperativa que hay en Zona Sur que les prestó el edificio. Al año siguiente y en 2018 volvieron a hacer la formación en el centro cultural La Toma de Lomas.

“Desde ahí surgió en las asambleas la necesidad de espacios de alfabetización que se realizaron en espacios del FOL: en el Centro Cultural 6 de Febrero, en Guillón y el otro en el barrio El Triunfo, en el Centro Cultural Amanecer sin Fronteras” dice Cristina.  En este último participa el espacio de niñez al que asisten hijos, hijas de compañeros y compañeras del FOL, y también está abierto a la comunidad así que a veces se acercan para realizar clases de apoyo, y desde ahí se alfabetiza.

Formación de alfabetizadores, el ida y vuelta

La manera de funcionar entre los espacios de alfabetización de ahí en más fue con encuentros presenciales mensuales. “Es un concepto importante de la educación popular, que es la praxis, la teoría se va construyendo con la práctica, y la práctica también que va tomando de la teoría. Así pensábamos el enfoque, el armado de materiales, cómo planificar el primer encuentro, qué tener en cuenta a la hora de alfabetizar jóvenes y adultos. Estos encuentros los fuimos desarrollando todo el 2019”.

A partir del  2020 se conforma Rizoma que se expande con formaciones en Guernica y en el centro cultural Metamorfosis de Esteban Echeverría, y en 2021 y 2022 con formaciones internas en el FOL, en barrio La Victoria.

Los desafíos de la alfabetización

Cristina cuenta que los principales desafíos de la alfabetización es sobre todo tratar de sacar a la persona adulta de la vergüenza de los prejuicios. “A veces muchos han transitado por la primaria y hasta la secundaria, y vienen con marcas de que no aprendiste porque no te da la cabeza, porque no tenías cierto nivel de inteligencia, porque algo te faltaba, todas esas connotaciones que aparecen en la escuela, entonces eso también hay que desarmarlo para que se logre la alfabetización” cuenta Cristina.


Fuente: https://folweb.com.ar/nota/2447/sigue_la_campana_del_papel_al_poder_2023/

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