Gran jornada de lucha contra el hambre y el ajuste

En unidad, miles de manifestantes organizados en movimientos sociales de distintas vertientes realizaron este viernes una enorme jornada nacional de lucha con ollas populares en 500 puntos del país, denunciando el ajuste brutal del gobierno de Javier Milei que hace dos meses no envía alimentos a los 44.000 comedores populares de la República Argentina.

Fotos: Resumen Latinoamericano.

Con información de Agencia Farco, Resumen Latinoamericano, Ansol, Cítrica.

El epicentro visible fue la sede del Ministerio de Capital Humano, conducido por la ausente Sandra Pettovello, en la Ciudad de Buenos Aires, donde los manifestantes fueron agredidos con gas pimienta por efectivos de la Policía Federal.

Al cortarse la calle en momentos de la mañana, los efectivos policiales avanzaron con la violencia que les habilita la ministra de la represión Patricia Bullrich y su inconstitucional Protocolo antiprotesta.

Los uniformados intentaron infructuosamente arrebatar algunas banderas, sin embargo, fueron desbordados por la multitud que hizo retroceder a la policía. De pronto, un comisario, que había quedado retrasado ordenó lanzar gas pimienta a los ojos de varios referentes sociales, entre ellos Eduardo “Chiquito” Belliboni, de Polo Obrero. Los ánimos se caldearon, hasta que finalmente la policía dio un paso atrás y volvió a formar un cordón, que se mantuvo hasta el final de la movilización.

“No nos dejan manifestarnos, la Policía se metió entre la gente con golpes de palos y gas pimienta. No vamos a abandonar el derecho a la protesta. Queremos que se abran los comedores populares”, dijo a la prensa Belliboni, con los ojos cerrados por la agresión química.

Walter Córdoba, coordinador de Somos Barrios de Pie CABA y secretario de Bienestar Social de UTEP, expuso que la protesta es para que se declare “la emergencia alimentaria en los 5000 comedores y merenderos, a los cuales desde diciembre de 2023 el gobierno de Javier Milei les quitó la asistencia”.

“En un contexto de ajuste, inflación y devaluación, las familias argentinas no tienen para comer. Basta con el ajuste, basta de hambrear al pueblo”, reclamó.

Foto: Resumen Latinoamericano.

Las protestas comenzaron a las 9.30 con concentraciones en distintos puntos de acceso a la ciudad y en el interior del país.

El plan de lucha es contra el ajuste en el que más de 44.000 comedores populares no reciben un kilo de alimentos y “ante la falta de diálogo y respuesta del gobierno lo que ha llevado al desabastecimiento de los comedores comunitarios en este contexto crítico”, señalaron en el comunicado conjunto de los movimientos convocantes.

Fotos: Resumen Latinoamericano.

“Con un índice de pobreza de casi el 60%, una inflación del 20,6% en enero y una interanual del 254,2%, con una licuación del poder adquisitivo generalizada frente a estos brutales aumentos, que incluyen alimentos, transporte, medicamentos, alquileres, etc., el gobierno decide eliminar la última barrera de contención que tienen las familias más empobrecidas, la asistencia alimentaria”.

“Ya quedó demostrado que no les molesta la intermediación, les molesta la organización y el poder popular y el de la clase obrera. Les molesta la justicia social y la lucha por nuestras reivindicaciones, conjuntamente con lxs trabajdorxs de los sindicatos. Solo favorecen a los de arriba, a la especulación financiera, a los grandes grupos empresariales que son los ganadores del modelo de Milei. Pero no les tiembla el pulso para sacarle la comida del plato a millones de familias”, señalaron.

La “extorsión” del hambre

La respuesta de la cartera de la asistente terapéutica de Javier Milei, Sandra Petovello, estuvo cargada de la prepotencia y falta de registro de la realidad que ya ha demostrado sobradamente el gobierno de ultraderecha en su breve gestión.

Según el comunicado difundido este viernes desde el Ministerio de Capital Humano, la compra de alimentos que administraban las organizaciones sociales “representa solo el 4,2% de la inversión del Estado en materia alimentaria” y se decidió que ese porcentaje sea destinado directamente a los comedores para “terminar con la extorsión”.

“Para terminar con esta herramienta de extorsión y el negocio multimillonario para el cartel de empresas proveedoras de alimentos del estado decidimos que este 4,2% de asistencia que controlaban las organizaciones sociales sea destinado directamente a los comedores que, a su vez, deberán rendir cuenta de la comida que compran”, aseguraron desde la cartera que encabeza Pettovello.

“La discrecionalidad en la elección de los beneficiarios era total, la calidad de los alimentos más baja en términos nutricionales y los costos de los alimentos mucho más altos que en cualquier supermercado por la burocracia que implica la compra y la distribución”.

Más allá de comunicados que hablan de cosas inexistentes, la solución en los hechos fue no distribuir absolutamente nada. La destrucción. Como en cada problema que identifica el gobierno de Milei como tal. En eso están.

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