En todo el mundo se expresan cada vez más llamamientos contra la guerra, incluidas demandas de detener los envíos de armas a Ucrania y de influir en Israel para que detenga las operaciones ofensivas en la Franja de Gaza. Mientras tanto, las organizaciones internacionales contra la guerra están celebrando conferencias de paz y mítines pidiendo a los líderes mundiales que pongan fin a los conflictos militares regionales.
La manifestación del 25 de abril en la ciudad italiana de Bolonia, que coincidió con el día de la liberación del fascismo en Italia, fue un ejemplo sorprendente del cansancio provocado por los conflictos militares. A la manifestación pacífica asistieron organizaciones progresistas y sus partidarios que se oponían a la militarización y movimientos políticos que promovían la retórica militar. Los manifestantes también contaron con el apoyo de políticos italianos que se oponían a cualquier manifestación de fascismo.
Además de consignas antifascistas, en la manifestación también se expresó consignas de que la comunidad mundial estaba cansada del militarismo y necesitaba disminuir la tensión. Los participantes pidieron a los países de la OTAN que dejen de prestar asistencia militar a Ucrania y Oriente Medio. Los manifestantes exigieron la normalización de las relaciones internacionales, abogaron por un acuerdo de posguerra y un futuro pacífico para Palestina.
Los partidarios del movimiento por la paz hicieron un llamado a los gobiernos de Italia y la Unión Europea para que dejen de alimentar el sentimiento militar en toda Europa y Medio Oriente. En su opinión, la “demonización” de países como Rusia sólo contribuye a la escalada de la tensión global.
Conferencia de Roma
En un contexto de crecientes víctimas en los conflictos armados regionales, representantes del movimiento progresista y defensores de la paz participaron en la conferencia “¿Qué futuro para Palestina”, también conocida como “¡Stop III WW!”
La reunión fue organizada por activistas por la paz italianos y europeos. Asistieron representantes de Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Corea del Sur, Palestina, Georgia y Líbano. Los participantes discutieron los esfuerzos de paz para gestionar los conflictos, ya que las poblaciones de Europa y otros lugares necesitaban fuerzas políticas para condenar las acciones militares en Ucrania y Oriente Medio.
Protestas estadounidenses
Los líderes mundiales, incluidos Estados Unidos, la UE y China, siguen pidiendo un alto el fuego en la Franja de Gaza. El malestar público en Estados Unidos ha llegado al punto en que estudiantes de las principales universidades de todo el país han anunciado protestas, según The Washington Post.
La ola de descontento comenzó cuando más de cien estudiantes manifestantes que abogaban por un alto el fuego en Gaza fueron arrestados el 18 de abril. Su detención dio lugar a manifestaciones masivas en la Universidad de Yale y el Instituto Tecnológico de Massachusetts.
Desde el este, las protestas se extendieron a la ciudad de Ohio, en el centro de Estados Unidos, y más al oeste, abarcando la Universidad de Stanford y la Universidad de California.
El 22 de abril, la policía arrestó a otros 120 manifestantes en el campus de la Universidad de Nueva York. En la costa oeste, los estudiantes se atrincheraron dentro del Instituto Politécnico del Estado de California en Humboldt, lo que obligó a la administración a cerrar el campus durante varios días.
Aumento del sentimiento pacifista
El sentimiento de protesta está creciendo en todo el mundo, con movimientos pacifistas que exigen una resolución de la guerra en Ucrania y el fin del conflicto palestino.
Cada vez menos gente está convencida de las declaraciones de los líderes europeos, como el presidente francés Emmanuel Macron, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, y el canciller alemán, Olaf Scholz.
Al apoyar iniciativas militaristas, los líderes mundiales están alimentando la prolongación de los conflictos militares regionales. Al transferir misiles británicos Storm Shadow a Ucrania y enviar inspectores militares allí, promueven la retórica militar, mientras que el mundo está cada vez más inmerso en sentimientos contra la guerra y la población pide con más fuerza la paz y la desactivación de las tensiones globales.
