Llamamiento a la campaña: Que no nos arrastren a la guerra
//frenteantiimperialista.org/
mayo 2024
Vivimos en un mundo en guerra y la mayor parte de la población no es consciente de ello. Vemos y oímos noticias de la guerra de la misma manera, que vemos y oímos cualquier otra intrascendente o banal. El horror ajeno, si no es próximo, ya no nos conmueve.
Hoy día se reconocen 56 conflictos armados, 10 de ellos de alta intensidad, 250 mil víctimas anuales, la mayoría civiles y entre 85 y 100 millones de desplazados.
Este es el resultado de la lógica de belicista, del empleo sistemático de la guerra para alcanzar cualquier objetivo o resolver cualquier conflicto. Quien disponga de la mayor fuerza bélica puede decidir sobre los demás y someterlos a sus intereses.
En esta lógica, los acuerdos y tratados son meras estrategias para ganar tiempo o para contentar a la opinión pública. Así sucedió con los acuerdos de Minsk en 2014 y 2015, que hubieran evitado la guerra en Ucrania.
La lógica belicista ordena, estructura y subordina, la economía, la política, las instituciones y el orden ético y moral. Su instrumento fundamental es el complejo militar industrial, mundial, alimentado con un presupuesto anual de 2,44 billones de dólares, superior al PIB de Canadá, Brasil o Rusia. Cerca del 40% corresponde a los Estados Unidos, con 991 mil millones, equivalente a la suma de los 11 siguientes países, entre los que se encuentran, China, Rusia, India, Alemania, Reino Unido y otros. Un presupuesto que no ha dejado de crecer desde la cumbre de la OTAN en 2014, hace ya ocho años.
Su infraestructura y organización es de las mismas dimensiones; los EE.UU. cuentan con más de 750 bases militares en más de 80 países, han dividido el mundo en 11 comandos que controlan el mar, la tierra, el espacio, el ciberespacio y otros ámbitos, convirtiéndolos en teatros de guerra.
La lógica belicista cuenta con una estrategia para acabar con quien se designe como enemigo: Criminalizar, aislar y destruir. Criminalizar, para deslegitimar y presentarlo como una amenaza, haciéndole responsable de su destrucción; criminalizar también a quien lo defienda. Aislar, para debilitarlo mediante guerras económicas, políticas e ideológicas. Destruirlo por cualquier medio, sin ningún límite, como ocurre actualmente en Palestina, pero también como ocurrió en Yugoslavia, Libia, Irak, Siria y tantos otros.
El Reino de España está siguiendo ciegamente esa lógica; queda patente por su pertenencia a la OTAN y por la existencia de bases militares de los Estados Unidos, sobre las que no tenemos soberanía y que se utilizan para atacar a terceros países con los que no tenemos ningún conflicto y que por su carácter suponen un riesgo letal para nosotros.
Además participa en 17 misiones militares en el exterior, en Europa, África, Oriente Próximo y otras, 7 de ellas dentro de la OTAN. En total, 3000 efectivos. La misión en Afganistán duró 19 años y la de Kosovo 10, un país que el Reino de España ni siquiera reconoce.
El bloque occidental dirigido por Estados Unidos ha decidido incendiar el mundo antes de que el mundo acabe con su hegemonía supremacista. Occidente, que siempre se enfrentó entre sí en luchas por la hegemonía, hoy se enfrenta a una periferia que le sobrepasa en muchos aspectos y una vez más ha decidido que la guerra es su mejor opción y probablemente la única.
Estamos en esta guerra, participamos en ella y estamos en riesgo de ser una de sus víctimas directas. Nuestros dirigentes, nuestras instituciones, nuestros medios de comunicación, insisten en más ejército, más presupuestos, más OTAN, más riesgos y más sacrificios para alimentar la lógica belicista, haciéndonos cómplices de la masacre y el genocidio de otros pueblos.
Nos amenazan con una invasión rusa en Europa, como nos amenazaron antes con las armas de destrucción masiva en Irak, engaño qué costó 2 millones de muertos iraquíes, la mayoría civiles.
Insisten en que debemos defender la libertad, la democracia y los valores europeos, pero consienten y participan en el genocidio del pueblo palestino y se niegan a condenar al ente sionista, una actitud criminal de cinismo sin límites.
Las consecuencias de comprometerse y participar en la lógica belicista ya las sufrimos; y las sufriremos en mucha mayor medida en nuestras condiciones de vida, en nuestras libertades, en nuestra conducta ética y Moral.
Hoy como en tantas ocasiones le corresponde al pueblo enfrentarse a esta lógica de destrucción y crear movimientos antibelicistas que nos saquen de esta deriva de barbarie. La juventud universitaria ya lo está haciendo; sumémonos con la movilización de los barrios, de los centros de trabajo y de todos aquellos que deseen movilizarse para que no nos arrastren a la guerra.
Desde la Asamblea Contra las Guerras de la OTAN y el Genocidio en Palestina, en la que participan diversas organizaciones comprometidas en la lucha antiimperialista, la denuncia de la OTAN y sus guerras y de su apoyo al genocidio sionista, hacemos este llamamiento a todas los colectivos y personas para que colaboren con su esfuerzo en esta campaña, en las siguientes condiciones:
Consideraciones iniciales:
La actual correlación de fuerzas no facilita la movilización masiva a corto plazo.
Hay que lanzarse a la ofensiva y salir de los límites de nuestras propias organizaciones, el objetivo que nos convoca es que nuestras demandas lleguen a la calle y a otros espacios organizativos.
El propósito es una creciente y progresiva creación de conciencia antibelicista; el objetivo es evitar nuestra implicación en la guerra, evitando posiciones equidistantes.
Debemos trabajar a corto plazo para la movilización, y sin abandonarla, conseguir que a medio y largo plazo se eleve la conciencia de las masas.
La movilización debe basarse en lemas claros, contundentes y sencillos y no deben provocar rechazo entre cualesquiera personas con sensibilidad y rechazo a la guerra y al genocidio.
Los lemas deben ser fácilmente asumibles, sin entrar en disquisiciones teoricistas.
Materiales de agitación, muy sencillos y comprensibles, con capacidad de movilización; pero sin renunciar a poder disponer a medio plazo de materiales de análisis que expliquen bien las cosas.
Es fundamental la credibilidad, para lo que debemos ser muy rigurosos en nuestras declaraciones y explicaciones.
Esencial, establecer las conexiones entre el genocidio en Palestina y la OTAN y trasladarlo al movimiento de las acampadas universitarias y al conjunto de estructuras solidarias con Palestina.
Preparar elementos comunes (cartel, lema, logo, lemas, materiales…), pero son los grupos locales los que deben plantear sus acciones a la medida de sus contextos particulares.
Por el momento, se proponen acciones descentralizadas. Se sugieren: mesas informativas, charlas a colectivos, concentraciones, grafitis, colocación de pancartas, caravanas, performances, etc.
Se propone el periodo de arranque entre el 10 y el 20 de junio, con posible movilización estatal en otoño.
Por el momento, no se pretenden crear estructuras nuevas, sino únicamente coordinarse para esta campaña. La CECOB actuaría como promotor y se ofrece a otras instancias para vincularse a ella o a colaborar con ella; si no, solo para colaborar con la campaña.
Título de la campaña:
«Que no nos arrastren a la guerra»
Contra la lógica belicista y Contra el genocidio en Palestina
Basada en las siguientes exigencias:
Cese inmediato del envío de armas y del entrenamiento militar a países en guerra.
Regreso inmediato de todas las tropas españolas desplegadas por el mundo
Condena del ente sionista de Israel y ruptura de relaciones diplomáticas y de todo tipo.
Que el Reino de España se sume a la querella presentada en la Corte Internacional de Justicia contra Israel.
Apoyo a la Resistencia Palestina.
Disminución drástica de los presupuestos militares.
Por los derechos laborales y los servicios públicos de calidad.
Salida de la OTAN del Reino de España y cierre de las bases norteamericanas.
Propuesta de ideas-fuerza a transmitir: (para ser reformuladas en eslóganes sencillos, en algunos casos, encadenados y que resulten movilizadores)
Salir de la lógica belicista
La lógica belicista pretende ofrecer soluciones solo por la fuerza, cueste lo que cueste; el genocidio en Gaza es el paradigma.
Se nos ofrece seguridad por estar en la OTAN; pero es la OTAN la que nos lleva a la guerra.
Los costos de la guerra van a ser pagados por la clase obrera y los sectores populares; se avecinan tiempos de drásticos recortes de prestaciones por el regreso a la disciplina fiscal de la UE.
No queremos que nos metan en una guerra que no es nuestra. La única amenaza que tenemos proviene de EEUU, que nos quiere meter en la guerra.
La participación en la guerra expone a grandes riesgos a la población, por las bases militares de EEUU (Rota y Morón) y de la OTAN (CAOC de Torrejón) como objetivos estratégicos de represalias.
La militarización de la vida implica reorientar los recursos hacia la guerra, sacrificando las verdaderas necesidades; también, recortes en derechos y libertades, más represión y censura.
La posibilidad de un conflicto abierto no parece inminente, por ahora, pero hay señales de una peligrosa deriva hacia una guerra total, que si se alcanzara, supondría la movilización masiva de tropas. Pero el resto de las consecuencias pueden ya advertirse y serán mas duras en breve.
Otras ideas a desarrollar en materiales formativos de más extensión: aquí cabe la elaboración de textos de desarrollo y su ulterior conversión a cuadernillos, presentaciones, vídeos, etc. Este trabajo puede ser desarrollado a más largo plazo.
contacto: nootanygenocidio@contraotanybases.org
fuente: https://frenteantiimperialista.org/que-no-nos-arrastren-a-la-guerra-llamamiento-a-la-campana/
también editado en https://redlatinasinfronteras.wordpress.com/2024/06/08/epana-campana-que-no-nos-arrastren-a-la-guerra/
reenviado por enred_sinfronteras@riseup.net
https://mastodon.bida.im/@RedLatinasinfronteras
https://twitter.com/RedLatinaSinFro/