El sionismo israelí ha lanzado una nueva agresión, está vez contra el Líbano.
Entre el lunes y el martes pasados, la aviación israelí, por órdenes del gobierno ultra reaccionario y fascista de Netanyahu, ejecutó bombardeos masivos contra el Líbano, matando hasta ahora a 558 personas, entre ellas, 50 niños y 94 mujeres.
Israel repite el expediente sangriento que viene ejecutando en Gaza desde el año pasado, asesinando civiles, particularmente menores.
Los bombardeos se han llevado a cabo en el sur del país pero también en la capital, Beirut, así como en localidades del interior, y estarían preparándose para atacar el valle del Bekka, en el noreste del Líbano.
En este país no se producían bombardeos de esta intensidad desde la agresión sionista del 2006.
Los bombardeos ejecutados con aviones F-35 facilitados por Estados Unidos, fueron precedidos por los ataques terroristas de la semana pasada cuando cientos de “beeper” o “buscapersonas”, dispositivos inalámbricos de comunicación, estallaron el martes 17 simultáneamente en distintas zonas del Líbano, matando a 37 personas e hiriendo a otras 2.931. La explosión de los beeper fue seguida el día siguiente por el estallido de cientos de “walkie-talkies”, produciéndose la muerte de al menos una 9 personas y cientos de heridos.
Los bombardeos al Líbano se producen un año después de iniciada la invasión y el genocidio en la Franja de Gaza, y en momentos en que el ejército sionista ejecuta una fuerte escalada contra el pueblo palestino en la Cisjordania ocupada.
Sin duda, los bombardeos al Líbano son una acción desesperada de Netanyahu y su gabinete religioso-ultraderechista, que tras casi un año de bombardeos indiscriminados en Gaza, no logran derrotar la férrea resistencia del pueblo palestino.
Hasta ahora no han podido materializar sus objetivos declarados al inicio de la invasión: derrotar a Hamas y al conjunto de la resistencia, y recuperar los rehenes.
La nueva masacre que está perpetrando Israel en el Líbano, eventualmente el inicio de una invasión terrestre a ese país, ratifica el carácter expansionista del sionismo, y su proyecto fascista y racista del “Gran Israel”, aupado por el Partido Likud de Netanyahu y el Movimiento de la Tierra de Israel, entre otros, cuya base fundamental son los colonos de los asentamientos ilegales, que están por la anexión no sólo de Gaza y Cisjordania, también de las tierras que se extienden desde el rio Nilo en Egipto hasta el Éufrates en Irak, partes de Jordania y el Líbano.
Es precisamente en ese marco expansionista que Benjamín Netanyahu dijo recientemente que buscaba: “cambiar el equilibrio de seguridad, el equilibrio de poder en el norte”, lo que podría significar prepararse para una invasión terrestre al Líbano, con el objetivo inicial de conformar una zona de seguridad de varios kilómetros en la frontera entre Israel y el Líbano, controlada directamente por el ejército sionista.
Por otra parte, miles de habitantes del sur del Líbano, fronterizo con Israel, han huido apresuradamente, congestionando las carreteras que conducen al centro y norte del país, particularmente a Beirut, a Trípoli y otras ciudades más alejadas de Israel. Organizaciones no gubernamentales libanesas afirman que más de 100 mil personas han sido desplazadas de sus hogares.
Mientras tanto el ejército sionista lleva a cabo una campaña de terror, enviando mensajes de texto y de voz a los celulares, incluso llamando directamente a las personas, instalándolos a abandonar las zonas donde residen. Incluso han interferido las transmisiones de emisoras radiales para transmitir mensajes exhortando a la evacuación.
Todo esto deja en evidencia el carácter agresivo y fascista del sionismo, y el gobierno de Netanyahu.
Es completamente falso que quieran proteger a los civiles, ni a los rehenes en poder de Hamas ni a los habitantes del norte de Israel, y mucho menos a los pueblos palestino y libanés, que es el que está sufriendo los bombardeos. Ya va la mitad de los muertos civiles que hubo en la invasión israelí al Líbano de 2006.
Las imágenes en los medios y redes son elocuentes: bombardeos masivos en zonas densamente pobladas; edificios residenciales destruidos; miles de civiles desplazados.
Israel no quiere ningún acuerdo de paz. En este último año con su genocidio en Gaza se quitó la careta, dejando de lado la mentira de la política imperialista, ya fracasada, de “los dos estados”.
Su verdadero objetivo es la limpieza étnica en Gaza y Cisjordania, apoderarse de todas las tierras en la región, incluyendo eventualmente al Líbano, en el marco de su proyecto estratégico del “Gran Israel”, como mencionamos previamente.
Todo esto se produce ante el silencio de la ONU, y la mirada complaciente del imperialismo norteamericano. Que sigue apoyando a Netanyahu. Ya anunciaron el envío de un contingente de tropas al Medio Oriente, que se sumará a los miles de soldados ya presentes en la región, además de los buques de guerra, aviones de combate y sistemas de defensa desplegados en la zona.
Reivindicamos que tras el receso de verano en Europa y Estados Unidos, se retoma la movilización mundial contra el genocidio en Gaza.
En Londres recientemente miles salieron a las calles en apoyo al pueblo palestino, mientras en el Estado español las principales centrales sindicales anuncian para este 27 de septiembre una huelga general contra el genocidio sionista y en respaldo a los palestinos.
Desde la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI). y en vísperas de cumplirse un año de la agresión sionista en Gaza, llamamos a los pueblos del mundo a redoblar la movilización en las calles hasta derrotar al sionismo y parar el genocidio.
Exigimos a los gobiernos del mundo que rompan relaciones diplomáticas, políticas, económicas, militares y culturales con Israel ¡Basta de enviar armas! ¡Basta de financiar el genocidio! ¡Basta de muertos por hambre y enfermedades! ¡Apertura ya de las fronteras para el ingreso de la ayuda humanitaria! ¡Fuera Israel de Gaza, Cisjordania toda Palestina y del Líbano! ¡Por una Palestina única, laica, democrática y no racista! ¡Viva Palestina libre del río al mar!
25 de septiembre de 2024
Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores – Cuarta Internacional