Organizaciones ambientalistas de Córdoba emitieron un comunicado en el que rechazan las declaraciones del titular de la Sociedad Rural de Jesús María en las que responsabilizaba a La ley 9814 de Ordenamiento Territorial del Bosque Nativo por los incendios que se registran en la provincia desde hace semanas. “La idea de mezclar a nuestro bosque nativo, vital para nuestra subsistencia, con la palabra ‘combustible’ es, cuanto menos, un anacronismo (…). No se puede convocar a nadie a conversar e intercambiar opiniones, en cualquier tema de trascendencia social, con semejante nivel de prejuicio”, afirman.
Las organizaciones ambientalistas señalan que los dichos de Eduardo Riera, presidente de la Sociedad Rural de Jesús María, fueron acompañados por la propia vicegobernadora Myrian Prunotto, quien lejos de criticar el planteo, salió a hablar de la necesidad de una “readecuación del mapa definitivo definido por la Ley de Bosques”, para lo que afirmó tener la decisión política de adaptar la legislación.
Las asambleas ambientalistas advierten que a esto se suma la propuesta de la Sociedad Rural de Río Cuarto de organizar una mesa interdisciplinar para “encontrar la forma y metodología para bajar y/o eliminar el combustible que se acumula en el bosque nativo”.
Por el contrario, desde las organizaciones afirman que coinciden con el Área Ambiente, Sociedad y Territorios de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Nacional de Córdoba cuando expresan que “los bosques sólo pueden ser vistos como material combustible por aquellos que tienen una visión incendiaria”.
Es por esto que agrupaciones como la Asociación Amigos Río San Antonio (ADARSA), la Asamblea Vecinos del Chavascate (AVCh), el Foro Ambiental Traslasierra (FAT), la Asamblea del Monte de Unquillo (AMU), y Unidos x el Agua (UxA), expresan: “No hay diálogo posible desde el prejuicio e ignorancia ecológica. No se puede convocar a nadie a conversar e intercambiar opiniones, en cualquier tema de trascendencia social, con semejante nivel de prejuicio. La idea de mezclar a nuestro bosque nativo, vital para nuestra subsistencia, con la palabra ‘combustible’ es, cuanto menos, un anacronismo. Los diálogos deben ser convocados, para cumplir con los parámetros del orden público ambiental vigente en nuestra Provincia y en nuestro País, en forma temprana y de buena fe. Los incendios son causados por el poder, y a los costos y consecuencias los pagan los ecosistemas, la biodiversidad y los seres humanos que habitamos la Provincia de Córdoba, que asistimos a la decisión de un pequeño grupo de personas que vienen hace años ‘ordenando’ nuestro Territorio y determinando ‘zonas de sacrificio’. Hay que buscar a los responsables donde corresponde y no en la poca biodiversidad que nos queda. Los relictos de monte conservado y su biodiversidad que aún quedan, no son los responsables del fuego, sino los incendiarios y sus autores intelectuales y mandantes”.