México: Iván Prado de Payasos en Rebeldía, desde Galicia a Chiapas…

Primera Sesión de los Encuentros de Resistencia y Rebeldía – Mesa I: La Tormenta, el crimen, el verdugo y las víctimas

Cideci-Unitierra. SCLC, Chiapas, México
28 de diciembre de 2024

Iván Prado

Payasos en Rebeldía

video: https://www.youtube.com/watch?v=c6Y-0DJzUYU

Muy buenos días! cómo están? Antes de empezar y presumiendo una increíble y generosa paciencia con este servidor quería hacer una previa para que de alguna manera pudiese ejemplarizar de que va. Lo que voy a hacer hoy y es que me traje dos soportes para leer esta primera intervención escrita en mi vida. Nosotros somos más de “El que improvisa no es traidor…”

Y entonces me traje papel y me traje una computadora, pero como soy gallego, uno es para cuando quiero leer y el otro para cuando no, porque no no está el documento en la computadora. O sea que vamos a usar este tembloroso papel.

El texto tiene un nombre bien rimbombante, espero que no vaya acorde con con el resto, que dice así: “Una introducción, siete diapositivas, un chingo de preguntas y un quizás”. Son como nueve folios no creo que llegue, pero me he puesto el cronómetro para que vean que estoy bien producido, computadora, cronómetro, Palestina. Bien, vamos allá!

Un saludo encendido y fraterno a su corazón rebelde y presente, un saludo respetuoso a las tierras mayas, al corazón de estas tierras mayas y al corazón de las comunidades zapatistas, un saludo payasil al corazón del escuadrón 421 y al de la aerotransportada y un saludo gallego al Comité Clandestino Revolucionario Indígena Comandancia General del EZLN.

Cuando me cursaron la asombrosa y merecida, generosa invitación a este foro me dieron una consigna, como a todos los participantes: no citar a otras autoras, bueno. Pero nada indicaron sobre el origen de las fuentes y como yo soy de Lugo vamos a empezar por nuestra cultura popular que básicamente se reduce a tres o cuatro frases, pero la primera es: “vamos a empezar por el principio acabar por el final y luego paramos…”  Y este principio también fundamentado en las raíces gallegas es que: “lo que importa es lo importante…” y nos quedamos tan anchas. Señoras no vayan ustedes a creer que vamos al psicólogo, nada.

¿Qué es lo importante? Lo importante es agradecer. Así que si me dan permiso tengo dos folios de introducción. Vamos allá! si lo encuentro.

Gracias por invitarme a estar sentado en esta mesa. Gracias por cambiar mi vida aquel 31 de diciembre del 95 cuando me dejaron actuar por primera vez en el Aguascalientes de la realidad y que mi corazón se llenara de millones de risas infantiles. Gracias desde el fondo de mi ser por las docenas de ocasiones que mis ojos quedaron cristalinos al escuchar aquellos testimonios, mientras coordinabamos la primera Comisión Civil Internacional de Observación por los Derechos Humanos. Gracias por el México irredente, imbatible en la costura de rebeldía llamada la Marcha del Color de la Tierra. Gracias! Infinitas gracias, por ayudarme a descubrir lo que es ser un Payaso en Rebeldía en los Municipios Autónomos de la zona norte. Y sobre todo muchísimas gracias por permitirme acompañar la travesía por la vida desde la llegada de la montaña a nuestras costas.

¿Qué tal hasta?! Aquí se nota el tembleque. O no, un poquito. Bueno, pues si vieses el corazón… Vamos! Exacto se nota!

Órale! Bien y digo gracias por no levantarme y abrazarlas a todas porque en Lugo también somos muchos de dar abrazos pero creo que no está en el guión. Somos de abrazos y de preguntas y de comer pulpo. Pero bueno eso es otra cosa.

Así que como soy Gallego empezaré por preguntarme ¿qué hago yo aquí? ¿Ustedes no se lo preguntan? Yo sí y de hecho me parece una
locura, lo que pasa es que a los payasos nos encantan los locos, las locas y la locura. Y hace mucho tiempo que dejamos de preguntarnos cuál era la nueva locura que nos lanzaban desde estas tierras y directamente abrazarla. Eso no está en el escrito, pero bueno ya que ha salido esa misma locura que pareciera alumbrar el 1 de enero del 94, la misma que lanzó la Montaña a surcar los mares. La misma que permite celebrar bodas hoy en la Franja de Gaza bajo las bombas, entre tiendas de campaña levantadas con plásticos.

¿Qué hace un payaso de Lugo sentado en una mesa internacional de pensamiento crítico tan importante? De la que tanto he aprendido en otras ocasiones, incluido hoy. Por la verdad sinceramente, así de corazón a corazón, Face to Face, eh! No tengo respuesta más allá de que hoy es el día de los Santos Inocentes, eso se me ocurrió esta mañana.

Pero la verdad es que lo que hemos aprendido en las comunidades zapatistas es que la resistencia es un arte en el que caben todos los artes y en Palestina también hemos aprendido que la risa es un arma de construcción masiva y que muchas veces es el mejor antídoto contra el miedo. En los dos territorios que han marcado mi vida, mi biografía, entendí que la alegría es un derecho, aunque no esté recogido en la declaración universal y además que al sistema global de terror le da miedo.

Así que con su permiso voy a traer aquí varios recuerdos de estos 30 años de nomadismo cirquero en forma de diapositivas, ya les anuncio que las diapositivas son  habladas. O sea no traje, o sea no consigo abrir la computadora, imaginen las diapositivas, eh! Y estas diapositivas van a ir saliendo sin tiempo ni orden, porque soy gallego.

Permítame que presente brevemente al colectivo que portavoceo para su desgracia desde sus tres nacimientos: Payasos en Rebeldía.

Payasos en Rebeldía es una red de artistas que ponen su arte, su latido al lado al servicio de aquellos pueblos que se enfrentan con su vida, su sudor, con su sangre al sistema global de terror. Somos una red, somos un intento de acompañar desde ese universo del circo que quizás fue la primera expresión nómada e internacionalista de las artes; no porque bajo una misma cúpula celestial conviven idiomas, aromas, colores distintos que además han atravesado océanos, han sobrevivido a la santa inquisición, a las dictaduras, a las guerras mundiales y que tiene una práctica, su disciplina diaria. Su disciplina diaria es demostrar que lo imposible se puede tornar posible y lo posible se puede hacer bello. Somos una maquinaria de utopías y en esas utopías el payaso es una especie de casco azul de la humanidad. Perdón el insulto de chamán de la risa, por eso nuestros muertos, si los tenemos, son de risa, nuestras tartas son nuestras armas, nuestra nariz roja es nuestro único escudo (…) y les quiero decir que nosotras trabajamos en diferentes lugares donde la humanidad se juega su futuro y que aunque estoy yo aquí hablando en realidad como parafraseando a alguien del 1 de enero del 94: somos un chingo de gente.

Primera diapositiva: Idomeni marzo del 2016.

Idomeni es un mar de lodo, al que 5000 personas llegan caminando desde distintos puntos de Grecia luego de atravesar el Mediterráneo en las peores condiciones imaginables en el trayecto.

Desde el aeropuerto más cercano las imágenes son dantescas: familias enteras caminando por el asfalto llevando consigo las pocas pertenencias que el mar y la brutalidad de la Europa fortaleza les ha dejado conservar. El destino es un punto fronterizo por el que pasa un tren que comunica Grecia y Macedonia una vía de tren vallada electrificada, con ejército, con policía.

Cuando llegamos allí la imagen es terrible, más de 5000 almas sobreviviendo en un mar de lodo, las personas hacían colas de horas para recibir un bocadillo o hacían colas de horas para poder entrar en uno de los cinco váteres químicos que había en el campo de refugiados.

Nosotras llegamos y lo primero que nos dijeron es: no actue por el campo de refugiados corriendo. Camine, porque los niños los pueden seguir y cuando un niño se pierda aquí no vuela a aparecer. Así que nos volvimos locas viendo dónde poner nuestras cosas, nuestra producción, para poder hacer un espectáculo sin que el público estuviese bañado en lodo, en agua. Y caminando apareció Mohammed, yo antes en el camino había visto a niños caminar descalzos, así que decidí saltándome todas mis reglas atávicas vestirme de payaso pero sin usar zapatos y aquí los traigo…

Entonces cuando iba caminando descalzo por el campo refugiados apareció Mohammed. Mohamed podría tener entre 10 y 12 años, de origen sirio y al verme descalzo, salió corriendo y yo me asusté, porque no sabía qué había pasado; pero al rato volvió con manises, un bocadillo y dos tenis J Hayber para mí. Yo peso más de 100 kg aquello no me cabían los pies, pero como payaso lo único que podía hacer mientras escondía las lágrimas que me caían de los ojos, era hacer que aquel zapato sirviese como un teléfono así que me puse a llamar a mi madre y se la puse a Mohammed y hasta el día de hoy resuenan sus risas en mi corazón.

Las víctimas esas que han sido despojadas de todo menos de la solidaridad entre iguales. Esta es la primera diapositiva.

Ahora si me permiten voy a saltarme el guión, porque si no, no llego y les voy a contar la segunda diapositiva:

Palestina

Era el verano del 2002 o 2003 -mi falta de memoria no es solamente el tiempo cercano- y estábamos de caravana de payasos por allí en Palestina. La segunda intifada, una situación muy dura y lo primero que nos dijeron es no se os ocurra ir a la Franja de Gaza porque los bombardeos son cotidianos. Lo último que tienes que hacer a un payaso es preguntarle, es decirle que no haga algo, porque cuando le dices a un payaso que no haga algo lo hacemos de cabeza.

Y así fue, entramos como en los chistes, éramos tres payasos: uno alto y delgado, sueco, un papila, un chileno bajito con ojos…………… a internacional, malabares narices rojas, pañuelos para hacer magia, etcétera.

Voy a hacerlo así en versión resumida: total que empezamos a actuar y aquello era extraordinario porque al acabar  las actuaciones, por cierto bastante malas, por lo menos la mía, yo necesitaba agarrar el micro como ahora y con la ayuda de un traductor explicarles por qué estábamos allí y al explicarles por estábamos allí, que estábamos en contra de la ocupación, que estábamos a favor de su libertad, aquellas marabuntas, aquellos cientos y cientas de niñas y niños se ponían en pie a bailar y a cantar cada vez que yo daba mi improvisado speech. Tanto es así que en algún campo refugiados, bueno en varios, pero sobre todo el del Líbano me volvió loco; me empezaron a mantear y aquella época aún pesaba más que ahora. Los niños me manteaban, no sé si se usa así en en México.

Y al acabar pasaban dos cosas: la primera cosa que pasaba era que llegaba una persona, normalmente mujer y nos contaba su historia y nos pedía que cuando volviésemos a nuestro país compartiéramos lo que habíamos vivido, nada más. No nos pedía que nos posicionáramos, no nos pedía nada. Que compartiésemos lo que habíamos visto, lo que habíamos vivido. Y tu imagínate después de una función, totalmente exaltados, los aplausos, las risas, que te mantean y tenías ese jarro de agua fría de realidad cayéndote por todo el alma, se te ponía la piel de gallina en el alma. Cuando esto pasaba, entendíamos a las víctimas, esas que guardan la memoria de resistencia por la vida.

La otra cosa que nos pasó es que decidimos ir a actuar al campo de refugiados de Eres, es en la frontera entre Cisjordania y Gaza y cuando estamos vistiéndose en un un cuartito de escobas de un patio de un colegio de la UNRWA ( https://unrwa.es/nosotros/que-es-unrwa/ ) esa agencia “terrorista” todo el mundo conoce. Israel empezó a bombardear. Bombardeaban con mortero según nos contaron después, que es una bomba más o menos chiquita pero que te revienta la vida,  tumba una casa, etcétera.

Y claro nosotras no habíamos descargado la aplicación de YouTube de que hace un payaso cuando lo bombardean, no teníamos el manual, de hecho no sabíamos si salir escondidos con los cubos de basura encima, si hacer un agujero en la tierra, no teníamos ni idea y hay una imagen que que lo refiere muy bien porque está grabado. Y es que estábamos rompiendo el papel de periódico que teníamos para hacer confeti, nos habíamos acabado todo el confeti de Jerusalén y estábamos allí rompiendo papel periódico y se ve la imagen de los payasos absolutamente asustados -iba a utilizar otra palabra más gruesa pero creo que se está grabando-… 

Y entonces a mí se se me ocurre abrir la puerta para ver qué hostias hacemos, porque literalmente no tenemos ni idea qué pasa cuando te bombardean y eres un payaso internacional en un territorio en resistencia. Total que abro la puerta y había no sé 200 300 criaturas en pie aplaudiendo y cantando, porque querían su función de payasos malos y aburridos. Porque querían sentirse niños y niñas de cualquier parte del mundo aunque fueran unos minutos, porque las bombas y la guerra ya la conocían de sobra en su cotidianidad. Pero lo extraordinario eran aquellos tres personajes feísimos y distintos que habían llegado a su colegio, ahí entendí que la risa es el mejor alimento para la esperanza, que la alegría es el mejor antídoto contra el miedo. Que sin alegría y sin risa era imposible tejer, construir y soñar ese nuevo mundo del que tanto se hablaba en estas tierras. Y eso mismo pudimos comprobar meses después en el quinto caracol. (…)

Matogroso

Matogrosso es un estado del sur de Brasil creo que está escrito aquí.  Voy a ver si ahora me ciño al texto, tercera diapositiva: julio del 2016. Mato grosso do sur, es un territorio indígena como todo Brasil invadido por fazendeiros  y multinacionales del monocultivo, donde es más barato mandar asesinar a un indígena que matar una res.

Bajo el primer mandato de Lula da Silva en Brasil el número de indígenas asesinados había doblado los números oficiales y Payasos en Rebeldía tiene en ese momento muchas payasas -todavía continúan entre sus filas- de origen brasileño, por lo que se toma la decisión de organizar un FestiClown por la Terra, un gran festival de payasos en defensa de los procesos de demarcación de los territorios indígenas, en defensa de la lucha de los afrodescendientes y sus quilombos y en apoyo a la escuela de cuadros del Movimiento Sin Tierra.

En una infinita autopista, interminable. Creo que van de la mano rodeadas de campos de soja transgénica entre su capital Campo Grande y Dourados se encuentra un campamento de resistencia Guaraní Cobá frente a la misma carretera, enfrente con los coches pasando. Al llegar nos recibe su cacique Doña Damiana, el campamento es muy pequeño, hay pocas niñas y niños, pero la presencia de su líder es tan imponente, tan espectacular, que decidimos hacer la función igualmente. Empezamos a prepararnos detrás del coche que nos sirve de barraca a la antigua usanza y cuando nos disponemos a preparar el espacio para la actuación Damiana nos dice que no, que no va a ser en el centro del campamento, que va a ser en una esquinita. Bueno nosotros peleamos, porque decimos no, aquí se ve más, está cerca el carro, tenemos otra función ahora, tenemos que salir… Pero aquella mirada, aquella presencia, su mirada perdida al infinito, no daba lugar a réplica. Así que poco a poco construimos el espacio escénico donde nos decía. Pero justo antes de empezar la función a mí se me ocurre acercarme a ella y le pregunto con curiosidad ¿por qué este emplazamiento más pequeño? y me contesta porque aquí debajo están enterrados nuestros muertos, los mismos que acaban de asesinar días atrás y nosotras queremos que sus espíritus nos acompañen y también se rían para fortalecer juntas nuestra lucha.
Las víctimas, esas que saben que en la lucha por la vida caminan con sus muertos.

Cuarta diapositiva: campamentos de refugiados del Sahara occidental

Octubre del 2001, Tinduf, Argelia, norte de África bajo las estrellas de un cielo eternamente infinito 200.000 almas resisten al Desierto más duro de este planeta en una región denominada secularmente como la Jamada, que significa el infierno, flanqueadas por el muro militar más largo del mundo y con millones de minas antipersonas sembradas entre la población Saharaui y su lugar de origen el Sáhara occidental.

El Sahara occidental que fue invadido por el reino dictatorial de Marruecos desde que España dejó abandonada su antigua colonia en el año 1975. Ahí llegamos los payasos en Rebeldía, en solidaridad con su pueblo y en apoyo al mejor festival de cine del mundo que yo conozco, (exceptuando el del territorio zapatista al que no tuve la suerte de llegar) porque es un artefacto de arte y cultura a favor de la libertad que sigue desde noviembre del 2003 hasta la actualidad, llevando estrellas de cine de todo el mundo a convivir durante una semana con la causa Saharaui bajo el mismo cielo y sobre las arenas ardientes del desierto. En ese mismo desierto las reivindicaciones Saharauis siguen esperando a ser reconocidas por la comunidad internacional.

Y aquí va el anecdotario personal que me van a perdonar: es la primera vez que yo me subo a un camello en mi vida, y más vestido de payaso con estos zapatos; la ministra de cultura gritando bajen al payaso que se va matar. Yo estaba allí en una una demostración extraordinaria de cultura nómada y saharaui que se llama fring -o algo así- que es un festival donde ellos y ellas recrean de nuevo todas sus costumbres ancestrales y hacen una pas Arenas -yo le llamo pas Arenas- y  van desfilando y ahí nos meten a los Payasos en Rebeldía y a mí encima de un de un camello del cual sinceramente nunca creí volver a bajar. Pero bueno al final lo conseguimos, total que después de toda esa odisea de haberme subido a un camello por primera vez en mi vida; voy directamente con Tikvah , que es el coordinador, el director local del festival y una especie de MacGyver -no sé si aquí se vea esa serie-. Pero bueno un señor que te resuelve de todo en cualquier parte del mundo, la cosa loca como las navajas suizas (este chiste es más para Galicia). Pero bueno se me ha escapado…

Total que le pregunto a Tikvah cómo es posible que montas ese gran artefacto en un desierto donde no había nada. Cómo pueden organizar algo tan titánico, pantallas de cine, miles de espectadores, actores y actrices, películas, mesas, talleres, qué sé yo todo eso, después de 37 años de haber sido expulsadas de su tierra… Entonces me mira pícaro. El Tikvah es muy pícaro, su sonrisa toca mi alma y me responde: Iván porque nosotras sabemos que el cine nos ayuda a soñar con una República Saharaui Democrática y porque algún día nosotras llenaremos esas pantallas con nuestras historias de cine en un Sáhara liberado. Hoy tienen una escuela de cine y hoy son grandes artistas, grandes directoras, grandes escritoras de cine.

Las víctimas esas que saben que la utopía es un arma cargada de futuro.

Quinta diapositiva: Abusha, Ramala, Cisjordania 2009 hasta la actualidad.

Estábamos en el primer Festival de la Digna Rabia a finales de diciembre de 2008 si no me equivoco, en este mismo salón cuando nos sorprendió, escuchando las ponencias de las personas invitadas la noticia de la operación plomo fundido. Para quien no lo recuerde “plomo fundido” fue una operación militar israeli en la que murieron miles de gazatíes palestinos y palestinas. Sin que un solo soldado entrara por el territorio a pie, fue completamente aérea, fue un bombardeado total. Estábamos aquí y nos podía la rabia. Nos podía la impotencia porque estábamos en nuestro lugar de nacimiento: Chiapas. Pero sin embargo para nosotras Palestina había sido ese lugar de donde nos había brotado la primera idea. Total que decidimos ir a los pocos meses a Palestina y llegamos en el mes de abril. ¿Qué pasa aquí? Lo que pasa aquí es que descubrimos de repente que en Palestina un territorio ocupado desde 1948 había gente haciendo Circo, gente que no pasaba un checkpoint, que eran asesinados, que eran encarcelados, que eran desaparecidos, que eran bombardeados y sin embargo tenían una pequeñita escuela de circo en Ramala. A mí eso me emocionó profundamente. Entonces en aquella gira tuvimos la oportunidad de trabajar con ellas, darles talleres e incluso tuve la gran honra de dar un taller en la ciudad de Jenín, que es una de las ciudades más machacadas por Israel durante la segunda Intifada porque el campo de refugiados llegó a tener durante 9 días una bomba por minuto y donde el ejército israelí más avasalló a la población y pude trabajar compartir mi experiencia con mujeres palestinas que habían sido abusadas por el ejército israelí, en un centro de mujeres. Y fue espectacular porque me dijeron: tienes que dar un taller de risoterapia de 3 horas, no las puedes tocar, no las puedes mirar, a los ojos, no van a correr, no van a saltar, no se van a agachar… Dije órale, está fuerte la cosa. Y sin embargo pasó la magia. Nos dimos la mano con mis compañeras occidentales, hicimos un círculo nos miramos a los ojos yo dije cuatro tonterías, saltamos y hubo una magia extraordinaria.

Pero otra cosa que marcó mi vida en ese en ese momento fue que al acabar fuimos a dar otro taller para niños, para adolescentes de circo y ahí había cuatro niños,  yo creo que podían entrar tranquilamente , con menos años en “los palomitas“, porque eran pícaros, no lo siguiente: eran rebeldes, se subían por encima mío, me hacían todas las travesuras posibles y al acabar el taller Abu Saha, Ahmed Mohammed y Dur tenían como su líder Abu Usaha que me dijo así a bocajarro, mientras nos quitábamos la ropa empezó a decirme: “hace dos años entró el ejército estábamos jugando a fútbol en un campo de fútbol, desde el helicóptero nos ametralla, le dieron a mi mejor amigo, lo agarré en brazos lo llevé al al hospital y al llegar mi amigo estaba muerto…” Y siguió cambiándose de ropa, no hubo llanto no hubo nada más, solo silencio. Entonces yo salí roto de ese lugar, y justo nos estábamos despidiendo de la escuela de circo y al salir yo me puse a llorar, soy mucho de llorar y la trapecista me dijo qué bueno que tú puedes llorar Iván porque en Palestina no tenemos derecho ni a llorar. Así que decidí organizar el festival de payasos también en Palestina y volvimos. Más de 100 artistas hicimos más de 100,000 actuaciones y antes de eso fui encarcelado, fuimos encarcelados por Israel y expulsados, lo cual a mí me vino muy bien porque me hizo famoso; salió en el New York Times. Mi madre no daba crédito. Pero conseguimos igualmente volver al país y hacer el Festi Clown y cuando volvimos llegué a la escuela de Ramala y me encontré con aquellos cuatro monstruos de Jenín, que yo les llamaba los Jenin Boys, en la escuela de Ramala como artistas, ya como profesores y como artistas de circo y claro para mí recordar aquellos niños de Jenín fue una alegría extraordinaria, pero sobre todo porque me tocó dirigirles un espectáculo.

Especialmente con Abus Saha. Porque Abus Saha era payaso y él no quería ser payaso por si la madre algún día le echaba la bronca, yo conocí a la madre y la madre es mujer de armas tomar. Es la mujer que más tiempo ha estado en huelga de hambre en Palestina. Total que los dirigí y al poco tiempo Abu Saha fue detenido fue detenido por una cosa que se llama detención administrativa, porque la Constitución israelí no es una constitución votada, democrática, es una constitución militar de la ocupación de 1948 que tiene incluida la tortura como algo legal y que permite la detención administrativa, la detención administrativa es que te detengo y ya luego averiguaré de qué te acuso. Y entonces este hombre estuvo durante dos años en la cárcel esperando que se abriese su expediente para salir. Y lo traigo aquí porque cuando nosotros hicimos una campaña mundial y conseguimos…, bueno total salió a la calle y cuando salió a la calle yo le pregunté cómo había sido. Yo fui a visitarlo a su casa, estuve con su madre, con su familia y me dijo que durante esos dos años no le habían dejado entrenar, no le habían dejado enseñar circo y había perdido todos sus músculos. O sea la musculatura que tú necesitas para hacer maroma por ejemplo. Me dijo: pero Iván no te preocupes, porque yo voy a seguir enseñando circo, ellos nunca van a ser capaces de robarme el amor por el arte ni entregarlo a mi pueblo.
Las víctimas esas que saben que el enemigo es más débil y nosotras más fuertes. Las víctimas esas que saben que ellos para existir tienen que intentar destruir la vida pero nosotras en Palestina señor enseñamos vida …
Ahora nos vamos con las preguntas son más rápidas creo. Les dije que nosotras somos más de preguntas que de respuestas. Así que les va mi última batería de un chingo de preguntas.

Capítulo Brasil

¿cómo es posible que haya comunidades que enfrentan la muerte y al capital danzando y cantando toré como los caroc en alagoas? ¿cómo es posible que el público de circo más culto que he conocido sea el de las favelas de Río de Janeiro? O que los campesinos de Brasil ocupen ministerios vestidos de payasos para divertir y confundir a las fuerzas represivas o que los campesinos del nordeste brasileño aprendieran hace miles de años a mantener sus raíces a través del movimiento de sus payasos sagrados, ellos que nacen como tubérculos.

Capítulo Palestina.

¿De qué están hechas las mujeres palestinas que me enseñaron que el amor es revolucionario y que el afecto es la primera trinchera contra el gobierno mundial? ¿Qué luz brotaba en aquellos ojos azules de la niña de Kalandia que sin dudarlo un segundo, en el 2002 me dijo que algún día ella vería una Palestina libre donde sus hijos jugarían en las calles sin miedo. ¿Que anida en el corazón de una mujer que ha perdido a toda su familia y que cada mañana se levanta dispuesta a poner su cuerpo contra la barbarie?

Capítulo Chiapas.

Esto es fuerte. ¿Dónde nace la sabiduría de un joven promotor educación zapatista chol que en el río de Jolja me disparó aquella frase que me sigue trastornando a día de hoy: “Lokonuk -que es como me pusieron en el quinto caracol – Hay más tiempo que la vida, dónde nace la alegría de vivir de los que tener casi nada material.

Me enseñaron jugando al fútbol en la realidad que un partido puede ser una fiesta de dignidad y compañerismo. ¿Dónde nace la capacidad compasiva de los ciento y pico delegados zapatistas que anegaron Europa de escucha y palabra, y que volvieron preocupadas de lo pobres que éramos en el Continente, ese mismo que vio nacer a los que teóricamente conquistaron estas tierras? ¿Cómo es posible? Yo sigo preguntándome ¿Cómo es posible que los pueblos más risueños y alegres que me he encontrado en mi caminar por el mundo sean siempre los que no saben si mañana van a estar vivos?

Quizás

Y un quizás, quizás y solo quizás en esta batería de preguntas a modo de matrioska maya vestida de semilla. Ese juguete -me dijeron que lo explicara- es ese juguete ruso que metes personitas una dentro de otra, vestida de semilla una hoja de ruta para sobrevivir con humanidad a este nuevo episodio de neurosis capitalista quizás y solo quizás la vida esté tejida de posibilidad la misma que se despliega en la potencia de nuestros sueños primordiales, en la amplitud de la alegría y en la capacidad del arte para caminar sobre la tierra desde el asombro. El asombro ante todo lo que nos conforma y constituye. El asombro de reconocernos en la fortaleza de las víctimas que no se apegan al discurso de muerte imperante. El asombro de sabernos parte de una danza eterna de acción, reacción y síntesis. El asombro de vernos reflejadas en todos los intentos de mantener viva la esperanza, incluso bajo las bombas. El asombro en definitiva de saber que el mañana está gestándose en este mismo instante, ese en el que abrimos los ojos y el corazón y nos entregamos a la tarea de construir un nuevo lugar, un nuevo lugar para el común que somos.

PosData de disculpas:

Disculpas por no encarar los otros dos enunciados el crimen y los verdugos, del primero solo decir que sin serme ajeno obviamente no es materia de mi investigación personal y prefiero que otras personas más eruditas lo aborden.

Del segundo les puedo contar brevemente mi experiencia subido en un avión de vuelta a Madrid desde la cárcel israelí en la que nos habían encerrado y paso a relatar una de las epifanías más de horas de mi existencia epifanía es una palabra muy culta que siempre quise decir en público aunque no tenga muy claro qué es, pero lo que viví allí sí se lo puedo compartir Ah! Ya me perdí! Entré en el avión gritando y dando puñetazos al aire, me habían hasta quitado el pasaporte español, bueno una copia, del mismo que yo había que yo había quemado en público contra la guerra de Irak ante mil personas. Yo no creía en España, lo mantengo. Estaba enojado porque el militar una vez en el avión, en vez de devolverme ese título que es personal, intransferible, propiedad del Estado español, se lo había entregado a la sobrecargo, a la azafata de vuelo y yo estaba tan encabronado, que empecé a dar golpes al aire. Pero cuando me senté, porque mi compañera Laila me pidió que me tranquilizara, que no quería volver a la cárcel. Me senté en ese asiento y en ese instante levanté la vista y vi todo un pasaje de gente anciana posiblemente de origen judío y sentí que quizás ellos habían podido estar en algún campo de concentración nazi y un pensamiento me invadió: ellas, las víctimas se habían vuelto verdugos, pero en su miedo y en su afán de revancha eran también víctimas de la propia opresión que causaban y vivían aterrorizadas del mal que generaban, ellas tenían que levantar muros y prisiones para vivir encerrados del otro lado de su propia ocupación. Ellas no eran ni libres ni felices, porque el muro más allá de quien lo levanta hace sombra a los dos lados.

PostData última

Si le preguntas a una niña, a un payaso y a un loco si la alternativa es posible y viable un sí radiante luminoso brotará de su rostro en forma de sonrisa, porque no hay más camino que el que se hace al soñar.
Gracias!
[Aplausos]

 

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