Portada de edición brasileña de “Pensar después de Gaza”
Franco Bifo Berardi: Fascistas reunidos en Jerusalén
Mientras en el Teatro Oficina de São Paulo leen extractos de la edición brasileña de Pensando después de Gaza, y mientras en Europa juegan a la guerra.
Franco Berardi
Lo inevitable generalmente no sucede porque lo que sucede es lo impredecible.
https://francoberardi.substack.com/
27 de Marzo 2025
“En Gaza se repite un exterminio como el que llevaron a cabo los alemanes contra millones de judíos con la complicidad activa de la mayoría de la población europea.
Después de 1945, al final de aquella guerra, alguien dijo: nunca más.
Pero esa promesa ahora está borrada, pisoteada, olvidada.
Nie Wieder está ahora en Gaza. Y esta vez nadie podrá arreglarlo, ni hacer promesas, porque esta vez el fallo es definitivo, irreparable.
Hoy, la civilización blanca, senil, decadente y moribunda ha olvidado todas sus promesas. Un Alzheimer sistémico se ha apoderado de los cerebros de los europeos, liderado por una clase dirigente inculta e indigna que empuja a los ucranianos a una guerra devastadora mientras prohíbe las protestas contra el genocidio israelí.
La civilización blanca senil tiene a su disposición el poder inconmensurable de las armas de alta tecnología, y con ese poder los exterminadores blancos –israelíes, estadounidenses, rusos, europeos– creen que pueden posponer su propia muerte.
Para defender la entidad sionista colonialista y racista, los israelíes han cometido una infamia que quizás les resulte fatal. Se han aliado con los peores antisemitas de la historia: racistas cristianos de la derecha republicana estadounidense, fascistas europeos, etc. Juntos han trivializado la acusación de antisemitismo; la han utilizado como arma, como chantaje, como un insulto de bar.
Llegaron incluso a acusar de antisemitismo al juez de la Corte Internacional de Justicia, llegaron incluso a acusar de antisemitismo a los intelectuales judíos que protestaban contra el genocidio.
No deberían haberlo hecho porque no es seguro gritar “lobo” cuando no hay lobo. Los estudiantes que ondean la bandera palestina en las universidades estadounidenses no son el lobo (muchos de ellos son judíos).
Pero esto no significa que los lobos hayan desaparecido y que nunca volverán a aparecer.
El lobo se ha puesto su mejor traje, su corbata, se esconde entre los republicanos trumpistas que gritan ¡Viva Israel!, se esconde entre los fascistas italianos que envían a la policía a golpear a los estudiantes pro palestinos, se esconde entre los descendientes franceses de Pétain.
Pero como dice el refrán, un leopardo no puede cambiar sus manchas, y el antisemitismo está destinado a resurgir tarde o temprano.
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El 25 de marzo, mientras se preparaba en Jerusalén la Conferencia sobre Antisemitismo con participación de conocidos racistas de diversas nacionalidades, se realizó en el Teatro Officina de Sao Paulo una lectura pública de la edición brasileña de Pensar después de Gaza .
Al día siguiente Peter Pal Pelbart, psicoanalista y editor, me escribió este mensaje:
Querido Bifo, durante cuatro horas un público de unas cien personas escuchó con mucha atención la lectura de la primera mitad del libro, realizada en sucesión por varias personas, entre ellas Suely Rolnik, el rabino Alana, el director de la Casa Cultural Judía, y otros. Nunca he visto tanta atención a un tema tan doloroso. El texto, como lo había previsto, se presta a una lectura pública, por la densidad del pensamiento y las expresiones de fuerte impacto. Fue un gran momento colectivo.
Mientras tanto, los miembros del Ku Klux Klan global, la derecha racista que está borrando la socialdemocracia y arrastrando al mundo a la guerra para defender su supremacía, estaban acudiendo en masa a Jerusalén.
En su página web, el Ministerio de Asuntos de la Diáspora y Lucha contra el Antisemitismo, organizador de una conferencia sobre antisemitismo que tendrá lugar en Jerusalén los días 26 y 27 de marzo, dice que esta será la pregunta principal:
¿Quiénes son los principales impulsores del antisemitismo moderno?
Los invitados son fascistas de diversas nacionalidades. De Francia llegó el presidente del Rassemblement National , heredero directo del Front National, movimiento fundado por Jean Marie Le Pen, partidario del régimen que durante la Segunda Guerra Mundial se distinguió por ayudar a las SS a identificar, deportar y matar a los judíos franceses, y después de la guerra se distinguió por torturar y matar a los anticolonialistas argelinos.
Desde Hungría llega un mensajero del Fidesz, el partido de Viktor Orhan, cercano al movimiento Jobbik, descendiente de la Cruz Flechada, aliados de Hitler.
De la República Srpska procede Miloran Dodik, cercano a Vladimir Putin, conocido por haber negado la masacre de Srebrenika en la que 8.000 musulmanes bosnios fueron asesinados por nacionalistas serbios.
Y para colmo llega desde Argentina Javier Milei, que destruye la sociedad de su país con la motosierra del ultraliberalismo y no pierde oportunidad de justificar la dictadura que mató a treinta mil antifascistas en los años 70.
En resumen, en los últimos días, para discutir el antisemitismo, se celebró una conferencia de fascistas y nazis en Jerusalén, en un país que está cometiendo un horrible genocidio ante los ojos de toda la comunidad internacional.
Sabemos bien lo que mantiene unida a esta gente: son la internacional blanca que se prepara para una guerra hipercolonialista de exterminio, una especie de Ku Klux Klan global que se alinea detrás de la administración Trump, cuya estrategia consiste en desfinanciar y destruir las instituciones que se ocupan de la salud, la alimentación y la ayuda humanitaria; En resumen, se trata de crear las condiciones para la eliminación violenta de una parte de la población del planeta y para la esclavización de aquellos que tienen la mala suerte de sobrevivir.
Proponen definir el antisemitismo, lo que es como decir una conferencia de petroleros preguntando cómo reducir la contaminación, o una conferencia de carteristas preguntando cómo hacer las calles más seguras.
En 2011, un noruego llamado Anders Breivik mató a 77 jóvenes socialistas reunidos en la isla de Utoja. Cuando un periodista le preguntó si se consideraba nazi, dado que saludaba en la sala del tribunal a personas como Elon Musk y Steve Bannon, el bueno de Anders respondió que no. No estaba de acuerdo con Adolf Hitler porque el Führer no entendía que los judíos son aliados de la raza blanca y que los verdaderos enemigos son los musulmanes, los africanos y otros que quieren ensuciar nuestra hermosa civilización.
Lamentablemente, Breivik no pudo asistir a la Conferencia de Jerusalén, pero no veo a nadie mejor que él para representar su espíritu.
“Hay algo particularmente distópico en la naturaleza y el momento de esta conferencia”. escribe Em Hilton en Haaretz sobre esta conferencia de antisemitas de larga data.
Mientras tanto, los ministros de los países europeos (del norte de Europa, para ser más precisos, porque los del sur de Europa parecen un poco escépticos) nos repiten todos los días que debemos prepararnos para sobrevivir durante 72 horas en caso de que se produzca la próxima crisis, como una guerra nuclear con alguna potencia hostil (como Rusia, pero, de manera más realista, los Estados Unidos de América).
La ex ministra de Asuntos Exteriores de Bélgica (el país de Leopoldo II, que exterminó a millones de congoleños) actúa en un spot en el que aconseja no olvidar las aspirinas para la próxima guerra, y Emmanuel Macron (el presidente derrocado por los franceses pero aferrado a su escaño) se reúne con Zelenski y juntos proclaman que hay que armarse para no desaparecer.
Si no fueran patéticos y más bien ridículos, estos belicistas irresponsables darían miedo. Putin le recordó a Macron cómo terminó la aventura de Napoleón.
Pero lo que preocupa a la gente sensata no es el destino de Macron, sino el de millones de ciudadanos a quienes se les oculta la verdad: los políticos fracasados de Europa nos están empujando hacia un abismo inimaginable.
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Momodou Taal, estudiante de Cornell de origen gambiano, comparecerá ante el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) el martes. Se le acusa de “protestas disruptivas” y de “crear un ambiente hostil para los estudiantes judíos”. En una entrevista con Jessica Washington, de The Intercept , Momodou declaró:
No se reprime a este nivel cuando se está en una posición de poder. Cuando se tiene que reprimir el discurso, significa que uno se da cuenta de que el mundo exterior o la opinión pública se inclina en una dirección. Así que creo que ahora no es momento de tener miedo. Sé que es un momento muy aterrador, pero para mí, es el momento de redoblar los esfuerzos.
A medida que se acerca el martes, Taal se mantiene firme sobre las posibles consecuencias. “Si tuviera que irme del país, sería de vuelta al Reino Unido. Sé que hace un tiempo terrible y que a sus oyentes probablemente tampoco les gusten las judías con tostadas, pero no sería lo peor del mundo volver al Reino Unido. Pienso en lo que los palestinos han soportado durante 76 años y más; lo que yo estoy pasando palidece en comparación”.
enlace relacionado: https://www.democracynow.org/es/2025/3/24/momodou_taal_cornell_deportation_palestine_protests
ver nota completa en: https://francoberardi.substack.com/p/adunata-di-fascisti-a-gerusalemme
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https://cooltivarte.com/portal/desertemos-franco-bifo-berardi/
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