A cuatro años del desastre ambiental en el Fiordo Comau: comunidades costeras exigen salida de salmoneras de áreas protegidas de Chile

A cuatro años del desastre ambiental en Fiordo Comau, comunidades costeras del sur de Chile, denuncian impunidad salmonera: “Seguimos exigiendo justicia”. Representantes de pueblos originarios y pescadores artesanales exigen la salida de la industria de áreas protegidas, mientras evidencian que las empresas operan en el mismo lugar del ecocidio con programas de “lavado de imagen”.

Comunidades acusan ecocidio impune: salmoneras siguen operando en Fiordo Comau pese a desastre ambiental

El 27 de marzo de 2021, el Fiordo Comau —corazón de la biodiversidad patagónica— amaneció cubierto por una marea oscura. Miles de toneladas de salmones murieron asfixiados por una floración algal (FAN), la que estaría vinculada a los desechos de la industria salmonera. Cuatro años después, las comunidades costeras, pueblos originarios y científicos alzan la voz: “No hay responsables, pero las salmoneras siguen aquí”.

El fiordo, parte del Área Marina Protegida Comau-San Ignacio de Huinay, alberga corales de agua fría, ballenas y especies únicas. Pero 17 centros de cultivo —con 24,000 toneladas de biomasa— han convertido sus aguas en un polvorín ecológico. La microalga Heterosigma akashiwo, nutrida por fecas y alimento no consumido de salmones, como parte de la crisis.

Juan Carlos Viveros, de la organización Defendamos Chiloé, no duda:
“Lo hemos dicho por años y seguiremos reafirmando que la salmonicultura debe salir de las áreas protegidas en Patagonia. El caso del Fiordo Comau es la prueba de ello. No es compatible conservación con industrias que operan al límite de la ley”.

Yohana Coñuecar, vocera de la Red de Mujeres de Pueblos Originarios Defensoras del Mar, desmenuza la estrategia de Camanchaca, empresa sindicada como responsable de la catástrofe:
“Es un cararajismo terrible. ¿Cómo se llama esto? De decir, ‘bueno, nosotros ahora como empresa vamos a establecer convenios, planes, conversaciones con la gente local’. Siento que eso no es una forma de responsabilizarse por el daño que causaron. Lo más lamentable es que han pasado cuatro años y no hay un estudio científico independiente que determine las causas reales de este colapso”.

La alusión de Coñuecar, es con respecto al reciente anuncio de la empresa, a 4 años del desastre, de generar una campaña denominada “Alianza por el Fiordo Comau”, la que, según la empresa, impulsa “educación ambiental y reciclaje para cuidar uno de los ecosistemas más valiosos del sur de Chile”. Fernanda Durán, jefe de Relacionamiento Territorial en Salmones Camanchaca, según publicación de Mundo Acuático, destacó esta colaboración: “como Compañía creemos que la protección del Fiordo Comau es una tarea compartida, donde cada actor tiene un rol clave en la preservación de este ecosistema único. Aquí convergen diversas actividades científicas, deportivas, productivas y turísticas, por lo que la articulación territorial es fundamental para lograr un equilibrio sostenible”.

Frente a esta campaña de la empresa, Yohana Coñuecar no escatima: “Es puro lavado de imagen. Mientras, sus concesiones siguen operando en el mismo lugar de la tragedia. Este es un ecosistema único, con corales que son nursery de especies. ¿Cómo permiten que la industria lo siga destruyendo?”.

La denuncia sobre los barcos salmoneros

Coñuecar apunta a un detalle clave: “Se supone que el IFOP debía investigar si la alga llegó en los barcos weellboat de Camanchaca. Este mismo evento ocurrió primero en Reñihüe, Cochamó y Aysén, siempre con los mismos barcos. ¿Qué concluimos? Que son vectores de contaminación, pero el Estado no fiscaliza”.

“Entonces, qué es lo que uno puede hoy día concluir, que finalmente toda la responsabilidad ambiental de la empresa y tal vez las responsabilidades ambientales sectoriales en cuanto a que hubo o no hubo fiscalización y sanción, no se ha cumplido, y eso es como lo lastimoso de toda esta situación, porque nosotros, una de las cosas que dijimos, fue que los barcos weellboat, al trasladarse de un lado para otro, región por región, van a ser los que van a infectar el mar con marea roja y con otras cuestiones más graves, que por corrientes naturales no van a llegar a los fiordos. Entonces, aquí nadie está poniendo esta voz de alerta a decir, oye, ¿Cuán peligrosos son los barcos Wilwood?”, se pregunta la dirigenta.

Daniel Caniullán, lonko de la Comunidad Pu Wapi en Las Guaitecas y dirigente del Comité Bentónico, comentó:
“Lo que ocurrió en Fiordo Comau es una de las muchas malas prácticas que siguen utilizando las salmoneras en Patagonia. El Estado las valida en áreas protegidas, mientras bancos naturales de recursos bentónicos son envenenados por sus químicos”.

También agregó: “Más preocupados estamos cuando se sigue expandiendo una anémona que en muchos casos se transportan por las balsas jaulas y pontones de la industria salmonera y el escenario que se viene en Patagonia marítima es crítica”.

Las comunidades costeras, coinciden que es fundamental que la zonificación excluya a la industria salmonera de áreas protegidas. También, se ha señalado que es imperiosa una investigación independiente del desastre de 2021, así, como la prohibición de barcos como los Wilwood en fiordos frágiles.

Un relato histórico sobre la transformación del fiordo Comau, es la de Verena Häussermann, bióloga y científica alemana residente en Chile, quien en 2018,  previo al desastre, en una entrevista con Ladera Sur, daba cuenta de una alarmante realidad: “Hay muchos cambios, cuando llegué a Huinay por ejemplo, al fiordo Comau, había tres salmoneras y hoy en día hay 23 gigantes. La mayoría son hasta diez veces más grandes que los pequeños que estaban hace 10 o 15 años. Así que ya en la superficie los cambios son dramáticos, pero también buceando, la biodiversidad está disminuyendo. La abundancia de especies está disminuyendo. Por ejemplo hicimos una comparación de un área en Comau entre 2003 y 2013 y en solamente 10 años se redujo la abundancia de muchas de las especies a un 25% de lo que había antes. Hay especies que están desapareciendo, que ya no vemos en el fiordo, por ejemplo hermitaños, pequeños cangrejos, porque ellos probablemente se ven afectados por los remedios contra un parásito de los salmones (utilizados en las salmoneras)”.

Asimismo, se ha recordado que la iniciativa ciudadana Áreas Protegidas Sin Salmoneras, fue creada tras el desastre, y hoy, por medio de las redes sociales, Defendamos Patagonia difundió un video en abril de 202, comentando: “Dicen que una sociedad que no tiene memoria está condenada a repetir los mismos sucesos una y otra vez…Como nosotros (as) no queremos eso , te traemos aquí el registro del desastre ambiental ocurrido por la muerte de 4.500 toneladas de salmones dentro del fiordo y su área protegida. La empresa salmonera CAMANCHACA causó la devastación de un lugar mágico y único en mundo, un fiordo con corales de agua fría , delfines , ballenas , aves – una joya de riquezas únicas , que hasta el día de hoy seguimos exigiendo justicia y reparación”.

Agrega: “¿Sabias? La empresa y sus concesiones salmoneras continúa ahí, operando en el mismo lugar de la tragedia (…) ¿Chile país generoso? O ¿Chile país en que la colusión de la élite política y elite económica nos va a poner en extinción a nosotros mismos?

Mira el video Instagram (hace click):

Ver también / Desastre ambiental en el fiordo Comau (Resumen TV)

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *