No basta con que más de 140 países del mundo hayan reconocido a un “supuesto” estado palestino” pues esto no es más que un gesto simbólico que no tiene ninguna repercusión política. O sea, que Palestina pertenece más a la ficción que a la realidad. Durante décadas se vienen repitiendo magnánimos discursos que prometen acabar de una vez por todas con la ocupación, las Naciones Unidas hacen y mil y un llamado para que Israel acate las resoluciones emitidas por la Asamblea General que obligan al establecimiento de dos estados. Pero en la práctica el derecho a veto que ejerce EE.UU en el Consejo de Seguridad lo impide.
La verdad es que la Palestina histórica, a partir de la derrota en las guerras de 1948 y 1967, ha sido reducida a su mínima expresión; está dividida, fragmentada y sin ninguna continuidad geográfica. Sin lugar a dudas la política perversa del estado sionista es apoderarse completamente de Gaza y Cisjordania. Palestina parece más bien un campo de concentración plagado de muros, cercas de alambre de púas, vallas electrificadas, fosos, campos minados, check points o cuarteles militares.
Israel como potencia ocupante controla los servicios públicos: agua, electricidad, teléfonos gasolina o el gas. Cobra los impuestos y el shekel es la moneda de uso corriente, montan guardia en las aduanas de entrada y salida tanto de mercancías como de personas. Palestina no tiene industrias y el único producto que produce es el aceite de oliva. Carece de soberanía alimentaria ni fuerzas armadas y únicamente se les permite una policía organizada por los EE.UU con el visto bueno de Tel Aviv. Y para rematar gracias a los salarios que perciben miles y miles de palestinos que trabajan en Israel, se mantiene la paz social de una población cada día más empobrecida.
Cuando Isaac Rabin y Yasser Arafat -acérrimos enemigos- firmaron los Acuerdos de Oslo en el año 1993 el objetivo era alcanzar una solución duradera de dos estados como paso previo al autogobierno palestino en Gaza y Cisjordania. Por tal motivo la OLP renunció al terrorismo, y a su promesa fundacional de eliminar Israel. Pero a cambio exigió la puesta en marcha de la resolución de partición de 1947 y la expulsión de Israel de los territorios ocupados. Nada de esto se cumplió. El fracaso de los Acuerdos de Oslo ha arrastrado a los palestinos a posiciones más radicales y fundamentalistas. Es decir, que estamos ante un proceso de reislamización de Palestina.
Al Fatah es una organización político-militar -brazo de la OLP- de ideología socialista y laica (libertad de conciencia) y separación de poderes. Nació bajo el auspicio de Nasser de acuerdo a los postulados del Movimiento Nacionalista Árabe que propugnaba construir una gran Nación Árabe por encima de divisiones culturales, coloniales y religiosas. Y sin importar los métodos-luchar contra el sionismo y el imperialismo occidental. La OLP es un movimiento revolucionario fundado y liderado por Yasser Arafat promovido por la Liga Árabe, que la considera como la única representante legal del pueblo palestino. La Asamblea General de la ONU también la reconoció como “portavoz oficial del pueblo palestino” y le concedió la condición de observador. A partir de 1967 Israel ha sometido al Fatah a una fuerte represión y ha encarcelado a los dirigentes más carismáticos y combativos, como es el caso de Marwan Barghouti, líder de la rama paramilitar Tanzim (prisionero en la cárcel de Ofer y condenado a cinco cadenas perpetuas). En el caso de ser liberado en un hipotético canje por rehenes judíos sería el candidato unitario que cuenta con mayor popularidad entre los palestinos para suceder a Mahmoud Abbas. Barghouti propone la reconciliación con Hamas, el cese de la cooperación con Israel en materia de seguridad, el boicot de productos israelíes, el fin de los asentamientos y el derecho de los refugiados a volver a su patria. Y sobre todo, la utópica liberación de 10.200 prisioneros palestinos presos en cárceles israelíes- más de un tercio no ha pasado por un juicio y casi todos son sentenciados por la autoridad de tribunales militares.
En la Academia Militar Al Istiqlal en Jericó se entrena el PSS o las Fuerzas Armadas de Palestina que reciben financiación de EE.UU e Israel. Tienen prohibido el uso de armamento pesado; carros de combate, helicópteros o aviación. Solo disponen de fusiles y pistolas. Israel ha exigido en el proceso de paz que a la ANP permanezca desmilitarizada. Las PSS están encargadas de la seguridad pública, prevención y el desmantelamiento de cedulas terroristas y están obligados a mantenerse en permanente comunicación con las FDI. Una de sus misiones es la de convencer a los jóvenes milicianos de la resistencia contra la ocupación de Cisjordania de que entreguen las armas y se unan a las fuerzas de seguridad de la ANP. Existe la posibilidad de que vuelvan a Gaza –con la venia de Israel-de donde fueron expulsados por Hamas en 2007. Porque hay que evitar a toda costa que Hamas vuelva a hacerse con el poder. Pero si la ANP pretende aceptar la encomienda de gobernar en Gaza quedarían como unos colaboracionistas de Israel.
La ANP recibe incalculables sumas de dinero a fondo perdido de la Fundación Palestina para el Empoderamiento Económico de la Liga Árabe. En especial Arabia Saudita y Emiratos han entregado 5.300 millones de dólares en los últimos años. La UE es la que paga los sueldos de los ¡84.000 funcionarios palestinos! Aparte de las pensiones a ancianos, viudas, familiares de muertos o mártires. Hamas acusa a la elite de la ANP de quedarse con un gran porcentaje de las partidas presupuestarias que les remiten de los impuestos o los organismos internacionales. Estos traidores bunkerizados en la Mukata consuman en secreto sus sucios negocios blindados por la impunidad. Enriquecerse a costa de la tragedia del pueblo palestino victimizándose es un delito imperdonable.
El gobierno de la ANP depende por completo de las ayudas que les envía la cooperación internacional a través de la ONU, UNICEF, PNUD, USAID, Save the Childrens, FAO, la Cruz Roja y distintas ONG que trabajan sobre el terreno. Banco Mundial incluido. Los prestamos a Palestina provienen de instituciones financieras y gobiernos como el Banco Europeo de Inversiones. La UNRWA administra y mantiene (asistencia humanitaria) a 1.6 millones de palestinos que sobreviven en campamentos de refugiados en los territorios ocupados por Israel, de Jordania, Líbano, Siria, Irak. Los palestinos de la diaspora suman más 6 millones desperdigados por los 5 continentes y que mandan millones de dólares en remesas a sus familiares. La dependencia con el exterior es absoluta y ese estado de asistencialismo no hace más que lastrar sus aspiraciones de independencia.
Hoy sin lugar a dudas a partir de los acontecimientos del 7 de octubre de 2023 el islamismo político de Hamas es el hegemónico pues representa el espíritu de resistencia de un pueblo martirizado que heroicamente enfrenta al sionismo en primera línea de fuego. Hamas ha alcanzado las más altas cotas de popularidad no solo entre los palestinos de los territorios ocupados sino también en el mundo árabe (Umma)
En Gaza predomina una teocracia tutelada por Hamas cuyo propósito es crear un estado islámico que se rija por la ley sharia. La sociedad gazatí es muy conservadora y una prueba de ello es el alto porcentaje de mujeres que usan el hiyab. En la actualidad la islamización de los territorios ocupados en Cisjordania marca un record sin precedentes pues se ha triplicado el apoyo a Hamas.
Los resultados oficiales de las elecciones legislativas y parlamentarias palestinas realizadas el 25 de enero de 2006 le otorgaron la victoria por mayoría absoluta a Hamas con 76 escaños. Un resultado que aparentemente le permitiría al movimiento islamista gobernar en solitario sin ninguna dependencia de Al Fatah. El triunfo de Hamas suponía un serio revés para los Acuerdos de paz y por eso no se respetaron los resultados. Desde entonces no ha existido ninguna presión para que vuelvan a convocarse elecciones. A raíz de esta actitud beligerante Hamas rompió con la ANP y se quedó con Gaza. Este es uno de los argumentos que se esgrimen para afirmar que la única democracia que existe en Oriente Medio es Israel.
La comunidad internacional tiene miedo a que Hamas, que se niega a reconocer la existencia de Israel y apuesta por borrarlo del mapa, gane nuevamente las elecciones y prefiere que al Fatah, que domina el escenario político durante décadas, siga ostentando el poder.
En las mezquitas los imanes invocan el Al qada’ wa al-Qadar, el decreto divino de predestinación, que es uno de los artículos de fe del islam sunnita: “Allah sabe y ha decretado todo lo que ocurre en el universo y nada de lo que está escrito en la tabla preservada (Lawh al-Mahfuz) puede ser alterado” La destrucción de Gaza según este decreto divino ya estaba profetizaba y sus pobladores tienen que aceptar los designios del creador. Los caídos como mártires disfrutarán de los parabienes del yenna (paraíso) junto a Allah y todos los profetas. Entonces la franja incendiada y demolida se convertirá en un oasis, y de sus casas destruidas resurgirán palacios, todo su sufrimiento se transformará en gozo y sus cuerpos mutilados resucitarán bañados en almizcle. Ante este infame genocidio cometido por Israel el pueblo palestino solo encuentra consuelo en las aleyas del Corán. Hamas aplica una filosofía kamikaze de la autodestrucción y la autoinmolación porque martirio es un mito de redención. En el más allá Allah hará justicia. Se hace apología del martirio a través de los medios de comunicación y las redes sociales donde se publican las imágenes más crudas y tétricas de las víctimas como una denuncia al mundo del holocausto sionista. Es un grito desesperado de auxilio ante tan dramática agonía.
Hamas ha prometido derribar el régimen colaboracionista de la ANP acusándoles también de kufares por haber perdido el din (fe) y el temor a Allah.
Es imprescindible que Mahmoud Abbas de 88 años, como cabeza de la gerontocracia gansteril que se mantiene ilegalmente en el poder, dimita y convoque elecciones. La ANP ha demostrado su entera incapacidad de hacer cumplir los Acuerdos de Oslo y poner fin a la colonización de Israel. La ANP totalmente desacreditada ante la población palestina solo emite comunicados de condena y esquelas mortuorias
Pero tanto la comunidad internacional, Israel y también la ANP han vetado la participación de Hamas y los movimientos de resistencia Yihad Islámica, Brigadas de al Qassam, FPLP de filiación comunista, brigadas Nasir Salah al Deen en unas hipotéticas elecciones. Porque los consideran “bandas terroristas” pertenecientes al “eje del mal”. Coartada la voluntad de un pueblo por alcanzar la libertad y sus líderes neutralizados: Marwan Barghouti de al Fatah condenado a cinco cadenas perpetuas, y asesinados los líderes de Hamas Ismail Haniya, presidente del Buro Político, Yahya Sinwar y Mohamed Sinwar o Muhamad Abu Sahil de la Yihad Islámica. Esto significa que no hay un líder que pueda lanzar el grito de independencia de una palestina libre y soberana como sí lo hiciera en 1948 Ben Gurión cuando proclamó al mundo el establecimiento de un estado judío.
Hamas está sometida desde hace décadas a sanciones y sin acceso al sistema internacional bancario y se financia gracias a los donativos, impuestos, criptomonedas o transferencias que les hacen países aliados como Qatar, Hezbollah o Irán.
Porque si hoy se convocaran en Palestina elecciones libres sin manipulación ni fraude y con observadores internacionales, con toda seguridad ganaría Hamas. Tel Aviv prohíbe que los palestinos de Jerusalén Este puedan votar al considerarla su capital indivisible.
La máxima aspiración de todo musulmán (como lo expresó en una fatwa el imam Jomeini) es liberar la ciudad santa de al Quds Jerusalén caída en las garras de los infieles sionistas. Esta es la mayor humillación sufrida por la “Umma”, una derrota brutal que han jurado vengar a sangre y fuego. El principal mandamiento de todo muyahedin es recuperar la mezquita de al Aqsa y la cúpula de la Roca para los hijos de Allah, uno de los símbolos más preciados del Islam y causa de todas las guerras que se han librado en Oriente Medio. Para el acuerdo del siglo “plan de paz para Oriente Medio” Donald Trump” ofreció en el el 2020 la suma de 10.000.000 millones de dólares si los palestinos renunciaban a Jerusalén Este como capital para trasladarla a cambio a Abu Dis.
No es solo la ocupación la culpable sino la pugna interna entre las facciones palestinas que se consideran legítimas las que impiden convocar elecciones. Fatah tiene miedo a perderlas con Hamas ya que su supervivencia militar en Gaza les otorga una posición de superioridad. Definitivamente el islamismo radical se impuso a la izquierda laica prooccidental.
A Israel le conviene que las facciones palestinas se mantengan enfrentadas y bajo la presión militar aplicando la táctica del “divide y vencerás” Porque su finalidad es sembrar el odio y el caos y alimentar el enfrentamiento fratricida para materializar así sus maquiavélicos planes. De esta manera el gobierno de Netanyahu apoyó en secreto a Hamas en Gaza para que expulsara a Al Fatah. Al sionismo le conviene que no exista una respuesta unitaria para afrontar los desafíos que supone la ocupación.
Israel con la complicidad de la comunidad internacional se niega a frenar la operación “Espadas de Hierro” o de exterminio de Gaza y reafirma así su intención de aplicar a fondo el plan Dalet de limpieza étnica. La sentencia es muy clara y cruel: “que se mueran de hambre o se rindan” -Bezael Smotrich, Ministro de Finanzas de Israel.
¿Quedarán impunes las continuas violaciones a los derechos humanos y crímenes contra la humanidad?
El Knéset El 23 de julio de 2025 en una moción no vinculante propuesta por los legisladores de derecha y el partido de gobierno aboga por la anexión de Cisjordania y la ampliación de las colonias En Cisjordania existen 160 asentamientos ilegales donde residen 700.000 judíos Los asentamientos tienen la función estratégica de impedir el establecimiento de un estado palestino que pondría en peligro a Israel. “Los asentamientos sirven de protección contra nuestros enemigos y su finalidad es afianzar la ocupación” -según las declaraciones de Katz y Smotrich. Porque de acuerdo a la doctrina redactada en el libro de Theodor Herlz “El Estado Judío” su política es reemplazar la población autóctona por sus colonos.
El 13 de agosto de 2024 el parlamento de Israel votó una resolución por la “aniquilación de Palestina” “el establecimiento de un estado palestino en el corazón de la tierra de Israel supondrá un peligro existencial para el estado de Israel y sus ciudadanos además de perpetuar el conflicto palestino-israelí y desestabilizar la región” La resolución patrocinada por Netanyahu y partidos de derecha obtuvo 68 votos a favor y 9 en contra. La fundación de un estado palestino sería aprovechada por Hamas para eliminar el estado de Israel en coordinación con Irán. Es por ello que los organismos de seguridad a nivel mundial se mantienen en alerta máxima las 24 horas del día. Aniquilada a bombazos la paloma de la paz, el odio y la venganza se impondrán en las próximas generaciones. El recrudecimiento del terrorismo será la respuesta a este horroroso crimen cometido contra el pueblo palestino
Carlos de Urabá 2025
