SOS Bibliotecas Populares

Este martes 23 de enero, en una actividad simbólica en la Plaza de los Dos Congresos, se llevó a cabo una “Suelta de Libros” con el propósito de concientizar a la comunidad sobre la situación crítica que enfrentan las bibliotecas populares. La actividad fue promovida por la Asociación de Bibliotecarios Graduados de la República Argentina (ABGRA) y el colectivo de Bibliotecas Populares en Lucha, con el respaldo de varias bibliotecas que se unieron para informar a los vecinos y transeúntes sobre la problemática que enfrentan más de 1500 bibliotecas populares en Argentina ante el desfinanciamiento de estas instituciones que propone el gobierno nacional a través del DNU 70/2023 y la Ley Ómnibus.

(Red Eco) – La Ley Ómnibus plantea la disminución de los recursos asignados a la Comisión Nacional Protectora de Bibliotecas Populares (Conabip), una entidad que cuenta con más de 154 años de historia, promovida por Domingo Sarmiento. El propósito principal de esta comisión es fortalecer las bibliotecas populares, considerándolas como espacios fundamentales para el desarrollo comunitario y la construcción de ciudadanía. Sin embargo, la ley también busca suprimir la representatividad de la comisión, desconectándola de la realidad que se vive en las regiones del país.

Esta legislación propone la retirada de financiamiento del fondo especial de la Conabip, poniendo en riesgo a más de 1500 bibliotecas populares en todo el país. En este contexto, la actividad de suelta de libros llevada adelante este martes frente al Congreso no solo simboliza el acceso a conocimiento, sino que también enfatiza la urgencia de concienciar a la sociedad sobre la amenaza que enfrentan las bibliotecas populares y la necesidad de preservar estos espacios vitales para el desarrollo cultural, social y educativo de la comunidad.

Uno de los aspectos más preocupantes del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/2023 es la reducción del financiamiento que establecía la Ley 23.351. Aunque no se elimina por completo, se impone un tope en los gastos y subsidios que la Comisión Nacional debe otorgar a las bibliotecas populares, afectando especialmente a las ubicadas en provincias donde la legislación local no brinda el respaldo necesario. Además, la Junta Representativa, compuesta por representantes provinciales y federaciones de bibliotecas, sería eliminada, dejando a las provincias sin voz en la toma de decisiones. Asimismo, preocupa la desaparición de la figura del profesional bibliotecario, ya que, para el correcto funcionamiento de las bibliotecas, es esencial contar con profesionales que gestionen los procesos técnicos y brinden asesoramiento a los usuarios.

Eduardo Burattini, bibliotecario y miembro directivo de ABGRA, además de desempeñarse como director de la Biblioteca Popular Madre Teresa de Virrey del Pino en La Matanza, compartió sus reflexiones junto a Clarisa Abaunza, fundadora y directora de la Biblioteca Popular Virrey del Pino, durante una entrevista con Red Eco. En este marco, Burattini expresó: “Estamos acá, en esta movida, en esta suelta federal de libros, junto a bibliotecas populares en lucha, para decirle No al DNU y la Ley Ómnibus porque vienen por todo. Vienen por la cultura argentina, vienen por las bibliotecas, los museos, por los archivos, vienen por la democracia y la ciudadanía”.

Por su parte, Clarisa detalló: “Hoy estamos acá diciéndole NO a esta estocada que nos quieren pegar al corazón de las instituciones populares del país. Las bibliotecas populares están presentes en todo el ámbito nacional, desde grandes ciudades hasta pueblos recónditos de nuestra patria y restarle el financiamiento es darle una puñalada de muerte. Sin la ayuda del Estado nacional, difícilmente podamos subsistir. Así es que hoy decimos acá estamos. Hoy decimos que los libros posibilitan crear espacios mejores, los libros nos posibilitan discernir, la lectura hace que podamos pensar, converger en cosas que hacen a la ciudadanía toda.”

Al abordar los problemas derivados del DNU, Eduardo desarrolló varios puntos cruciales: “Nosotros teníamos un fondo especial establecido por la ley 23351, y este fondo se vería afectado no en su totalidad, pero sí se le impone un límite en cuanto al gasto y los subsidios que la Comisión Nacional debe proporcionar a las diversas bibliotecas populares que integran el sistema”.

“Esto resultará en una reducción de ingresos para el funcionamiento diario, ya que abrir la puerta y encender la luz implica un gasto para la biblioteca. Por lo tanto, no necesitamos que nos quiten financiamiento, sino que dicho financiamiento se incremente año a año, como venía sucediendo desde la sanción de la ley 23351 en 1986”, añadió.

En relación con la eliminación de la junta representativa, Eduardo explicó: “La pérdida de esa representación federal desconecta a la Comisión Nacional de la realidad de lo que sucede en nuestra república”. Mostró, además, su preocupación por la eliminación de la figura del bibliotecario como elemento no necesario para las bibliotecas: “Los procesos técnicos y el material bibliográfico e informativo necesarios para acompañar al lector requieren la intervención de un profesional. Así como uno espera ver a un médico en un hospital o a una enfermera para aplicarse una inyección, en las bibliotecas queremos ver bibliotecarios, ya que son los profesionales naturales que actúan como el nexo entre el material de formación, el libro, la lectura y el lector”. Clarisa, en tanto, abogó por que todas las bibliotecas del país cuenten con un bibliotecario al frente de las mismas.

Red Eco también dialogó con Juan, empleado de la Biblioteca Municipal José Hernández de Presidente Perón, Guernica: “Estamos acá en la Suelta de Libros en Congreso con ABGRA, apoyando a las bibliotecas populares para que todxs lxs trabajadores de las bibliotecas populares y los usuarios no sean restringidos de su derecho de elegir la cultura, la educación y el acceso total a las bibliotecas que son un pilar fundamental de nuestra cultura, de nuestro día a día y de nuestra identidad como pueblo. Por eso, estamos acá haciendo el apoyo a todas las bibliotecas populares, pero entendemos que esto también afecta de manera cercana a todas las bibliotecas”.

Por otro lado, Gisela Pérez, integrante del colectivo Bibliotecas Populares en Lucha de la Confederación de Bibliotecas Populares de la Argentina, también perteneciente a las Bibliotecas Unidas de San Martín y presidenta en la Biblioteca Popular La Carcova decía:

“Estamos acompañando y llevando a cabo una medida de reclamo y visibilización para informar a los vecinos y a todos aquellos que transiten por aquí acerca de lo que está sucediendo hoy en Argentina con las bibliotecas populares, en el marco de la Ley Ómnibus que busca desfinanciarlas y cerrar sus puertas. Más de 1500 bibliotecas populares en Argentina están en riesgo de cierre debido a que la Ley Ómnibus pretende retirar el financiamiento del fondo especial asignado a la Conabip, entidad que protege, cuida y acompaña a las bibliotecas populares en el territorio”.

“Esto constituye un intento de asesinato a las bibliotecas populares y a la cultura en su conjunto. Como hemos discutido con muchos vecinos, en Retiro, frente al Congreso, en la Ciudad, en la Capital Federal, puedes encontrar cines, salas culturales y muchas otras cosas, pero Argentina es extensa; las provincias, los barrios populares, las montañas también son Argentina, y allí existen bibliotecas populares que representan los únicos espacios de acceso a la cultura. No hay otros lugares donde puedan acceder a libros de calidad, a talleres de formación, donde puedan finalizar la escuela, recibir apoyo escolar, y participar en diversas capacitaciones y formaciones que las bibliotecas populares ofrecen a lo largo y ancho de Argentina, así como también el acceso a la conectividad. Necesitamos que los diputados y senadores abandonen esa mirada centrada en la Capital Federal, ya que Argentina es mucho más que eso. Necesitamos bibliotecas populares abiertas, necesitamos que esta Ley no se vote, necesitamos que se fortalezcan las bibliotecas populares (…). Necesitamos que se trate con seriedad la cultura, necesitamos que se trate con seriedad a las bibliotecas populares, y si no tienen información sobre ellas, les pedimos que nos reciban para poder comunicarles el funcionamiento de las bibliotecas populares”.

“Estamos convocando y apoyando el paro de mañana, para que las bibliotecas populares de toda Argentina, más de 1500 bibliotecas populares que están en peligro, y muchas que aún no han sido reconocidas por la Conabip y que esperan que nosotros, las bibliotecas populares, luchemos por ellas, así como también por las que están naciendo en nuestros barrios.”

A lo largo de la jornada, varios vecinxs y transeúntes se detuvieron frente al Congreso para comprender más a fondo la situación y, a su vez, llevarse consigo no solo un libro sino también una frase susurrada, simbolizando así el compromiso colectivo con la defensa de las bibliotecas populares y la cultura en nuestro país.


Fuente: https://www.redeco.com.ar/nacional/cultura/39868

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