“Si los quería matar, los mataba”

Luis Gómez, uno de los policías enjuiciados por el crimen del comunero Javier Chocobar, dijo que su arma la usó para golpear y que estaba cargada con 18 balas, por lo que podría haber disparado y no lo hizo. El terrateniente no se preocupó por el crimen, sino por afirmar que el territorio le pertenecía.

En el juicio está previsto que declaren 70 testigos y se estima que durará alrededor de un mes.
Imagen: Ignacio López Isasmendi

30/08/2018

En el juicio por el asesinato de Javier Chocobar, autoridad comunitaria de Los Chuschagasta del pueblo diaguita, en Tucumán, un testigo presencial que tenía 13 años al momento de ocurrido el hecho, señaló al terrateniente Darío Luis Amín como autor del disparo mortal. En su alegato inicial, la defensa de Amín –el imputado se abstuvo de declarar ante los jueces– estuvo más orientada a demostrar que él es el dueño de la tierra en controversia, en lugar de responder al cargo de homicidio. Los que sí alegaron a su favor fueron los dos coimputados, los policías Luis Humberto Gómez y José Valdivieso. Los dos afirmaron que tuvieron que defenderse “al ser agredidos” con piedras por los comuneros. Gómez, apodado “El Niño” (ver aparte) aseguró que usó su arma como “un garrote”, para golpear a uno de los comuneros, porque “si hubiera tenido voluntad de matar, habría 18 muertos” porque tenía “18 cartuchos”.

Los hechos se produjeron el 12 de octubre de 2009, cerca de las 18.30, cuando Amín y los dos policías llegaron en una camioneta Land Rover al paraje Los Chorros, dentro del territorio ancestral del pueblo diaguita. El primero en bajar fue Gómez, quien se presentó como “el dueño” del lugar, según consta en el texto de la acusación leída por la Fiscalía. Los testigos presenciales Emilio, Eduardo y Francisca Mamaní, declararon que Amín y los dos policías “ingresaron armados a nuestro territorio” y luego de una discusión, golpearon y dispararon en contra de los comuneros, hiriendo de muerte a Chocobar y provocando lesiones graves a otros tres integrantes de la comunidad.

Durante la declaración de los testigos, los defensores de los tres imputados intentaron ponerlos nerviosos señalando en reiteradas oportunidades que “no entendían” lo que decían y reclamándoles que hablaran “bien”. La comunidad, en un comunicado, consideró que fue “un acto de clara discriminación y estigmatización”, una “muestra más de la colonización cultural que sufrimos a diario y el avasallamiento de nuestras formas, tiempos y derechos”. A pesar de las chicanas, el testigo Emilio Mamaní, sobrino de Chocobar, que tenía 13 años al momento del hecho, señaló claramente que vio cuando Amín fue hacia la camioneta, de la que sacó “un arma de grueso calibre” con la que disparó. El testigo vio “cómo Javier cayó”, justo a su lado, “luego de haber sido disparado por Amín”.

Los otros testigos, incluyendo a Orlando Alberto Cata y su padre, Delfín Cata, uno de los heridos, confirmaron los dichos del testigo anterior y explicaron “la relación profunda y ancestral” de los Chuschagasta con su territorio. Al mismo tiempo hicieron un repaso de las actitudes hostiles que han tenido con ellos los miembros o allegados a la familia Amín en su afán por desterrarlos. Uno de los acusados recordó haber observado uno de sus gestos agresivos cuando tenía apenas 12 años, de parte del padre del acusado. Señaló que ya entonces “Javier Chocobar había sido amenazado de muerte si no desalojaban las tierras”. Resaltaron que siempre han defendido “en forma pacífica” su lugar en el mundo.

El juicio está a cargo de la Sala 4 de la Cámara de San Miguel de Tucumán, integrada por Wendy Kassar, Emilio Pérez de la Torre y Gustavo Romagnoli. La nueva audiencia se realizará hoy a partir de las 9. En el juicio está previsto que declaren 70 testigos y se estima que durará aproximadamente un mes.

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/138743-si-los-queria-matar-los-mataba

La sombra del Comando Atila

Por Santiago Rodríguez

El policía retirado Luis Gómez, conocido como “El Niño”, al prestar declaración ante los jueces, produjo uno de los momentos más tensos de la audiencia de apertura del juicio por el homicidio de Javier Chocobar. El imputado, que aclaró que todavía lleva consigo su arma porque “no soy ex policía como dicen sino que estoy retirado” de la fuerza, negó al igual que su coimputado José Valdivieso haber pertenecido al Comando Atila, liderado por el fallecido comisario Mario “Malevo” Ferreyra, aunque varias denuncias confirmarían ese dato.

“Si yo hubiera (querido) en mi voluntad matar habría 18 muertos porque (el arma que llevaba ese día) tiene 18 cartuchos y no es necesario ser instructor de tiro como dicen que soy porque nadie hubiera errado a un metro porque todos estaban ahí”. Gómez sostuvo que “no hubo ningún disparo a ninguna persona, utilicé mi arma como un garrote para ayudarme a defender”. Afirmó que luego se le cayó el arma y que “nunca más” la recuperó.

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/138744-la-sombra-del-comando-atila

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