Neuquén y los intrusos

En la capital neuquina en el año 2011, el intendente Martín Farizano firmó un convenio para ceder 50 hectáreas a dos comunidades mapuches en la zona de la meseta. Siete años después y en las antípodas conceptuales e ideológicas de su antecesor, el actual jefe comunal, Horacio Quiroga, desconoció el convenio y promovió el desalojo.

María Beatriz Gentile *
gentilebeatriz@yahoo.com.ar

“Los intrusos siguen construyendo casas en nuestras tierras. Y nosotros las necesitamos en el invierno para los animales. Eso le dijimos al gobernador Trimarco”. Así le respondía Vicente Puel a la periodista de la revista “Gente” en una nota publicada el 10 de diciembre de 1981 bajo el título “Mapuches en Neuquén”.

Tiempos de dictadura militar y en que esa revista –uno de los medios oficialistas de entonces- se permitía notas como esta. Como si se hablara de un pueblo en extinción, ´la publicación describía costumbres y anécdotas de quienes consideraba “descendientes de los legendarios mapuches”. Hoy seguramente no los llamaría de esa forma. Eran tiempos en que no se hablaba de RAM ni de ’mapuchismo’ aunque sí era época de represión y balas.

Los ‘intrusos’ que mencionaba Puel irían poblando la zona de Aluminé, donde se proyectaba levantar una Villa. El propio gobernador militar le comunicaba que ‘si algún integrante de esa agrupación debiera trasladar su vivienda, le anticipo para su tranquilidad que se les prestará la ayuda indispensable’. La ayuda no llegó nunca y en los años noventa el avance sobre estas tierras generó conflicto con la Corporación Pulmarí y con la fundación de lo que hoy conocemos como Villa Pehuenia.

La disputa por las tierras ocupadas preexistentemente estuvo en la agenda política desde la conformación de Neuquén como provincia. En 1964 el gobierno dictó el decreto 0737 y sus complementarios mediante los cuales se concedía a un cierto número de comunidades el usufructo de la tierra que ocupaban bajo promesa de que en un futuro se entregarían los títulos de propiedad.

El proceso de regularización lleva más de medio siglo y de las 50 comunidades que la provincia reconoce – la Confederación Mapuche por su parte declara la existencia de 64- sólo se ha entregado el título de propiedad a 23 de ellas, según lo informara el ministro Jorge Lara.

En la capital neuquina en el año 2011, el Intendente Martín Farizano firmó un convenio para ceder 50 hectáreas a dos comunidades en la zona de la meseta. El diario Río Negro en su nota publicada el 23 de marzo de ese año, calificaba a este hecho de ‘histórico’ por ser la primera entrega formal de tierras al pueblo mapuche dentro del ejido capitalino y por el reconocimiento político que realizaba el propio jefe comunal al decir “Si algo tengo que lamentar es que tengamos que estar haciendo un reconocimiento por un terreno de 50 hectáreas cuando miles de hectáreas fueron arrebatadas con diferentes excusas a nuestros hermanos a lo largo de la historia”.

Siete años después y en las antípodas conceptuales e ideológicas de su antecesor, el actual intendente Horacio Quiroga desconoció el convenio y promovió el desalojo: “no hay ‘recuperaciones’ (indígenas), son afanos” afirmó. A esto sumó como argumento una errónea e interesada lectura de la historia regional y nacional, reflotó las hipótesis de la ministra Bullrich y su criminalización al pueblo mapuche y tiró chicanas vulgares como “ la bandera de siete o diez colores que anda por ahí es otro recurso más de marketing de los mapuche”

Más allá de estas descalificaciones, el convenio establecía que la municipalidad otorgaba el predio y se comprometía a efectuar la mensura del lote en cuestión, con los deslindes lineales, angulares y de superficies exactas. Las familias a su vezdebían construir el “Espacio Comunitario Mapuche -Lof Newen Mapu y Lof Puel Pvjv”. La entrega de la tierra se realizaría en dos etapas: 25 hectáreas dentro de los 30 días de aprobado el convenio por el Concejo Deliberante y el resto luego de la urbanización de la primera. Esto no se cumplió. Avanzó ‘Vaca muerta’ con la valorización inmobiliaria y la mensura quedó en la nada.

Los ‘legendarios mapuches’ de ayer parecen ser los ‘intrusos’ actuales del intendente Quiroga.

A pesar de estas paradojas, a nivel constitucional hemos avanzado en el reconocimiento de los derechos de los pueblos originarios, pero lo que resulta imprescindible es que los Estados garanticen su cumplimiento.

(*) Historiadora, ex delegada de la secretaría de Derechos Humanos de la Nación, decana de la facultad de Humanidades de la Universidad Nacional del Comahue.

Fuente: http://vaconfirma.com.ar/?articulos_seccion_719/id_7078/neuquen-y-los-intrusos

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