Caminaron con carteles y banderas en repudio a la golpiza que un policía y un vecino le dieron a Darío Santillán.
La marcha de la comunidad Samuel Canalejas, pidiendo justicia.
19/08/2018
“Basta de encubrimiento y atropello policial, queremos Justicia”. “Señor comisario, basta de mentiras”, decían algunos de los carteles, que acompañados por las coloridas bandera de los pueblos originarios, los miembros de la comunidad wichi, Samuel Canalejas, de El Galpón, utilizaron para manifestarse por la agresión que sufrió un aborigen por parte de un policía y un vecino de esa localidad.
Fue una ruidosa marcha que se desarrolló en la noche del viernes y alteró la tranquilidad del pueblo del sur provincial. La iniciaron en el barrio San Francisco, recorrieron las calles y terminó frente a la subcomisaría, donde gritaron “queremos justicia”.
“Hicimos esta manifestación porque estamos disconformes porque soltaron a los que golpearon a mi hermano. Fue un secuestro, porque lo llevaron en una camioneta y le pusieron una bolsa en la cabeza y un intento de homicidio. En la subcomsaría desde que empezó todo esto trataron de tapar todo, por suerte pude hablar con la jefa de la Unidad Regional 3 y recién recibimos respuestas”, dijo a El Tribuno, Américo Santillán, presidente de la misión wichi, Samuel Canalejas, de El Galpón.
Hay denuncias cruzadas de las partes involucradas y en la localidad todos hablan sobre lo ocurrido. Lo cierto es que el aborigen Darío Gregorio Santillán presenta lesiones y cortes en el rostro y golpes en la espalda, el pecho y las rodillas.
“Todavía no comprendo esta agresión. Yo estaba en mi casa en el barrio San Francisco con amigos y alrededor de las 3.30 del lunes, llegaron Martín Giménez y el policía, Carlos Moyano. Estaba todo bien, pero luego Giménez comenzó a reclamar que le habían robado armas de su camioneta que estaba afuera y ahí empezaron los problemas”, relató Santillán.
“Hay indignación en el pueblo”
“En El Galpón estamos indignados porque el policía Moyano y Giménez están en libertad. Solamente estuvieron detenidos un día. Llegaron en estado de ebriedad al barrio y hasta arrojaron piedras a las casas”, dijo Américo Santillán, hermano de Darío.
“Queremos justicia. Supuestamente la Policía está para cuidar a la comunidad, no para hacer lo que hizo Moyano”, destacó.
El presidente de la misión wichi, Samuel Canalejas, de El Galpón, dijo que de la marcha del viernes por la noche participaron miembros de esa comunidad y vecinos de distintos barrios de la localidad. “En esta pueblo hay mucha indignación. Ya hubo muchos casos en los que estuvieron involucrados policías y siempre queda todo en la nada. Por eso exigimos cambios en la subcomisaría”, remarcó. “A mi hermano lo acusaron del robo de armas y no le hallaron nada. También estuvo Criminalística y verificó todo porque no es un ladrón. Por todo lo que pasa en este pueblo la gente se siente desprotegida”, concluyó Américo.
Los sucesos denunciados
“Giménez con el policía me metieron en una camioneta, me pusieron una bolsa en la cabeza y me llevaron golpeando hasta el puente del río
Juramento. Ahí me siguieron pegando y me amenazaban con tirarme al río si no les decía dónde estaban las armas. Pero yo no se las había robado, no tenía nada que ver con eso, porque no me había acercado al vehículo de Giménez”, denunció Darío Santillán.
Por su parte, se supo que Giménez negó que le hayan puesto una bolsa en la cabeza a Santillán. Dijo que sí fueron al barrio San Francisco y que cuando estaban con Santillán y sus amigos le robaron una escopeta y un rifle de colección que tenía en su camioneta.
“Las cosas no ocurrieron como denunció Santillán, la verdad se va a saber y todo esto va a quedar aclarado por que se están diciendo muchas mentiras e inventando cosas”, dijo Giménez, quien radicó una denuncia por la sustracción de las armas.