En el día lunes el gobierno del FMI, con Macri a la cabeza, anuncio más medidas de austeridad, y con esto, blanqueó el fin de la era del gradualismo para pasar a la acción del shok. De esta manera, se acabó el cuentito de la pobreza cero y se decretó el temible déficit cero. De este modo, las políticas del FMI resultan ser las mismas de siempre, por si algún desprevenido no lo sabía: ajuste, ajuste y más ajuste. Lo que se traducen en Piedra libre para el saqueo imperialista.

Con la vista en esto, se tacharon de un plumazo ministerios y se concretaron más recortes a educación, salud, vivienda, obra pública, etc, lo que se traducen en una reestructuración que va más allá de algunos funcionarios del gabinete sino lisa y llanamente en miles de trabajadores en la calle a lo largo de las distintas carteras, concentración en superministros y el abandono de políticas públicas en materia de salud, educación y vivienda. De esta manera se observa como los cientos de despidos ya concretados en el ex Ministerio de Agroindustria, actual Secretaría y el ataque a la secretaria de agricultura familiar. De esta manera que se demuestra que el que comanda el país es el Superministro dólar.

La voracidad de los imperialistas parece no contentarse con nada, y están descreídos de que el presidente les garantice la gobernabilidad necesaria para lo que se viene; de ahí ciertos comentarios de sus aliados Clarín y la Nación. Mientras tanto el billete verde sigue licuando nuestro salario y lo hace papilla, día a día, hora a hora. Lo único certero es que el dólar no tiene techo. Al punto que ya entramos al podio de los peores pagados de Latinoamérica y estamos a unos minutos de corrida cambiaria de encabezarlo. Hasta agosto Brasil, 254 dólares. Colombia 260 y Argentina 264. Un triple empate de la miseria si se quiere. Y el caso argentino tiende a empeorar, todavía faltan reformas estructurales que en Brasil y Colombia ya se están aplicando. Reformas sostenidas a base de represión y militarización de los territorios.

Los acuerdos salariales firmados en el país ya se perdieron en la tormenta y nadie puede vaticinar una inflación anualizada. Nos condenan a vivir al día y nos endeudan a cien años. Y todavía queda un peligroso margen para préstamos usurarios a los estados provinciales. Al FMI y demás organismos imperialistas no hay quien le imponga jurisdicción por eso se piensa incrementar la deuda federalizándola. El panorama en las provincias también es desolador y de tierra arrasada.

Como se ve, la luz al final del túnel que nos prometían era un camión de frente. Los brotes verdes que vislumbraban solo eran síntomas de la epidemia dolarizante que nos está matando. Ante los planes de hambre la única salida es emprender la lucha abierta y generalizada. Con independencia de clase, con nuestros métodos. Si no es así, es piedra libre para el gobierno.

* Salario igual a la canasta familiar con ajuste automático medido por los trabajadores

* Paro, corte y plan de lucha para enfrentar el saqueo.

* Toma de las fábricas y lugares de trabajo donde se despida o suspenda.

* Abajo el gobierno de Macri y el FMI.

*Por un gobierno de los trabajadores y el pueblo

http://obreroypopular.org/                                                                                                      05/09/2019