Con el 97% de las urnas escrutadas, los resultados indican que habrá balotaje. Los candidatos Jair Bolsonaro del Partido Social Liberal (PSL), de la derecha fascista brasilera, y Fernando Haddad del Partido de los Trabajadores (PT), de centroizquierda, obtuvieron la mayor cantidad de votos en las presidenciales de este domingo. Con 46,55% , Bolsonaro obtuvo un resultado más fuerte del anunciado por las escuestas. Haddad consiguió el 28,58% y se hizo fuerte en la región nordeste del país, que lo metió en la segunda vuelta.
Con información de teleSUR y Brasil de Fato | Bolsonaro es un militar retirado que ha sido diputado desde 1991 por cinco partidos distintos. Hay relativamente pocas definiciones concretas en torno a su futuro plan de gobierno, y no estuvo presente en los debates presidenciales. Pero su línea política está más que clara.
El candidato de extrema derecha tiene un discurso público fascista, misógino y patriarcal. El año pasado, debió pagar una indemnización a la diputada María do Rosario Nunes después de decirle que era “muy fea” y que “no valía la pena violarla”.
También describió de esta manera a su propia familia: “Tengo cinco hijos. Cuatro varones y en la última ya tuve un momento de debilidad y salió niña”. Además ha sido denunciado por racismo. Durante la campaña electoral, mujeres brasileras pusieron en pie el movimiento feminista Ele Não (Él no), en contra de su elección, que protagonizó masivas movilizaciones en todo el territorio brasilero y también en otras parte del mundo.
En las últimas semanas su compañero de fórmula, el general retirado Hamilton Mourão, adelantó su intención de eliminar el aguinaldo entre otras conquistas laborales que aún preservan los trabajadores brasileros, tras la brutal reforma laboral precarizadora que aprobó el gobierno de facto de Michel Temer. Mourão criticó que los trabajadores cobren aguinaldo, que calificó de “mochila en la espalda” para los empleadores, que “recaudan durante doce meses y tienen que pagar trece”.
Sin embargo, el discurso reaccionario y oscurantista de Bolsonaro logró insertarse en parte importante de la población brasilera, que le brindó hoy un resultado más contundente de lo esperado, acercándolo al 50% que necesitaba para no ir al balotaje.
El abanderado del PT, Fernando Haddad, fue designado por el ex presidente Lula da Silva como su sucesor, ante la proscripción que sufre y que lo mantiene en prisión. Haddad fue el ministro de Educación de los últimos dos gobiernos petistas.
Haddad ha sido reconocido por grandes obras en la educación como el Programa Universidad para Todos (ProUni), que ofrece becas a estudiantes de bajos ingresos.
El también exalcalde de Sao Paulo ha asegurado que busca dar continuidad a las políticas sociales de los gobiernos del PT con la creación, principalmente, de millones de empleos.
Más de 147 millones de brasileños fueron convocados este domingo a votar para elegir al presidente, renovar el Congreso y los gobiernos regionales.
Primeras lecturas
Segundo Sérgio Amadeu, sociólogo y profesor de la Universidade Federal do ABC (UFABC), planteó al portal Brasil de Fato que no es una sorpresa que con los medios de comunicación en manos de una élite que se fundó sobre la explotación de esclavos, un candidato con trazos fuertemente autoritarios gane fuerza en estas elecciones. “En la historia de la política brasilera, hay un electorado extremadamente autoritario. Es preciso recordar que este es un país que intentó matar a la población negra y blanquear la nación”, señaló.
Por su parte, el fundador del sitio Opera Mundi, Breno Altman, afirmó que estará en manos del candidato petista promover un debate programático, forzando a posicionarse a Bolsonaro.
“Fernando Haddad debe forzar un debate para retirar esa construcción de que Bolsonaro es un antisistema. Por el contrario, es el candidato más duro del ‘supersistema’. Es preciso ir al centro de esa discusión, y el centro de la discusión es la agenda económica y social”, afirmó.