“Todas las noches entran a las comunidades a los tiros”

Llegamos a Chile para cubrir el funeral de Camilo Catrillanca y nos encontramos con una realidad inimaginable, y también completamente tergiversada por los medios.

En la ceremonia de despedida de Camilo, que duró tres días y congregó a miles de personas, decenas de lonkos y autoridades mapuche de varias regiones de Chile y Argentina, escuchamos los primeros relatos de lo que en pocas horas veríamos con nuestros ojos: “Acá todas las noches entra el Comando Jungla a los tiros”.

Acá, es Ercilla, Araucanía, IX Región, donde hay más de 50 comunidades que resisten y luchan por recuperar su territorio, “la zona roja, la más peligrosa del país”, según repiten quienes se hacen eco del discurso oficial, ese que, como Patricia Bullrich en Argentina, dice que los “terroristas” son los y las mapuche.

Las mentiras de un ministro y de un intendente que ayer renunció, y otro montaje más de Carabineros, que destruyó el registro fílmico del momento en que asesinaban a Camilo, generó indignación en la sociedad, marchas en varias ciudades y desató una crisis política en el gobierno de Piñera.

Sin embargo, Carabineros no detiene su avance represivo. Desde que llegamos, hace cinco días, asistimos a decenas de represiones del propio Comando Jungla, que todas las noches ingresa a los caminos interiores de las comunidades con tanquetas, vehículos blindados, helicópteros y armas de guerra. Disparan, lanzan gases y se llevan detenidos a jóvenes.

Ayer, una manifestación pacífica de estudiantes en Victoria terminó con 12 detenidos, 9 de ellos menores de edad. Y varios golpeados por Carabineros, que la noche anterior, también reprimió en Temuco, dejando como saldo un joven de 16 años internado, con perdigonazos en la cara.

“Si piensan que así nos van a callar, se equivocan. Fueron muchos años que nos tuvieron callados. A nuestros abuelos no les dejaban hablar mapudungun; siempre nos discriminaron y nos persiguieron. Acá, todos crecimos escuchando en la escuela otra historia, pero tenemos la nuestra. Y la vamos a defender. La estamos defendiendo, como estamos defendiendo la tierra, de las empresas y del Estado que vienen a destruirla”, dice una joven mapuche, con los brazos marcados por los golpes de los Carabineros, en la puerta de la comisaría donde están detenidos sus compañeros.
Ahora mismo, el Liceo de Ercilla, está tomado por sus estudiantes, entre ellos el hermano de Camilo Catrillanca. Exigen Justicia y que se retire el Comando Jungla del territorio. En la puerta del colegio, un letrero:

“Nos quitaron tanto, que hasta nos quitaron el miedo”.

Fotos: Pablo Ernesto Piovano

Fuente: https://www.facebook.com/citricarevista/posts/2012249472151453

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