Luego de la muerte de Sebastián Carranza en el ferrocarril Sarmiento, continúa la negligencia en las condiciones de seguridad laboral por parte de Trenes Argentinos.
En horas de la tarde del sábado 23, en la estación Villa Rosa (Pilar) de la línea Belgrano Norte, dos trabajadores tercerizados que realizaban tareas en la elevación de andenes sufrieron lesiones tras ser golpeados por la pluma de un camión hormigonero.
El pie de apoyo del camión cedió, lo que ocasionó su vuelco y los golpes a los operarios. Las obras están cargo de Trenes Argentinos Infraestructura aunque Ferrovías (la concesionaria de la línea) comparte la responsabilidad en la seguridad.
Las deplorables condiciones de trabajo se ven incrementadas ahora, ya que luego de un parate de meses producto de la politica de ajuste del gobierno nacional (con el consecuente despido de operarios), hay una orden desde el Ministerio de Transporte que la estación Villa Rosa “tiene que estar lista” para Agosto, como anunció recientemente el intendente Ducoté, por pura especulación electoral. Estas son otras de las nefastas consecuencias del ajuste, la intensificaión del ritmo de trabajo, la muertes y las lesiones evitables para los trabajadores.
En un hecho de idénticas características el 26 de abril de 2014 había muerto Ambrosio de León (empresa Ferromel) en la línea Belgrano Norte. La obra estaba a cargo exclusivamente de Ferrovías, entre las estaciones Boulogne y Montes. El asesinato laboral del compañero se da también por negligencia patronal. La pluma de descarga calló esa vez directamente sobre su cabeza, con consecuencias fatales. Ese día Ferrovias impuso (con anuencia de la burocracia de la UF y la Uocra) jornadas de trabajo que superaban el límite legal de 12 horas, además de trabajar a oscuras cuando sucedió el hecho. Un trabajo que requería mas tiempo, Ferrovías quiso que sea hecho en un solo fin de semana.
La información que nos llega sobre los operarios de Villa Rosa es que habrían quedado en observación. Nuestra solidaridad y plena predisposición para los compañeros damnificados.
Basta de jugar con la vida de los trabajadores. Basta de asesinatos laborales. Por el control de los trabajadores de las condiciones de higiene y seguridad, y de los ritmos de trabajo, con delegados electos por la base. Castigo a los responsables de las muertes de los compañeros. Basta de complicidad sindical.