En qué mundo Alberto Fernández es de izquierda, pregunto. Su programa es pro clase media y pro capital industrial nacional. Se enfrenta al capital financiero y a la oligarquía financiera como su representantes, pero sigue siendo parte del mecanismo de auto-sostenimiento del capital y del modo capitalista de explotación.
Veámoslo. Kicillof -uno de sus principales hombres en economía y ahora gobernador de Buenos Aires-, es un heterodoxo keynesiano. No llega a ser representante de la TMM, pero defiende que la emisión monetaria no es inflacionaria en el largo plazo, por lo que su propuesta de política es: imprimir dinero y sostener déficit con monetización o deuda interna para expandir el producto nacional, a base de resetas keynesianas. Dónde esta lo izquierdista en eso, pregunto. Los keynesianos siempre han sido visto como progres, pero no me queda alguna duda de que responden a una visión expecífica defensora de la explotación, sobre todo, la reproducción del capital.
Por otro lado, la izquierda mas radical, por tanto la izquierda, que sí se presentó, no llegó ni al 5%. Lo que se precien de marxistas y defensores del socialismo, más que alabar la alternancia de las fuerzas burguesas nacionales, deberían concentrarse en analizar la debacle de la izquierda argentina.
Si se mira en perspectiva, más del 95% del electorado argentino le dio su voto a fuerzas pro burguesas y, alguno que otro “comunista” prefirió pactar con Fernández y crear un frente nacional adoptando así la postura de lo dominante en dicho frente.
Es imposible hacer comparaciones, pero para el espectro político de Cuba, el Frente de todos esta más a la derecha, que la difunta Cuba Posible.
No digo que no sea bueno en términos geopolíticos que gane el peronismo, pero no creo que sea correcto llamar izquierda a un programa nacional burgués.