Durante la tarde del miércoles 15 de enero, en Paraná, militantes, activistas, agrupaciones políticas, organizaciones sociales y sindicatos, marchamos desde Casa de Gobierno hasta la municipalidad. Le exigimos al intendente de la capital entrerriana, Adán Bahl, la reincorporación de les compañeres travestis y trans despedides. No fue un evento más, fue la primera marcha que se le organizó al presidente municipal que está en ejercicio desde el 10 de diciembre de 2019. Esto muestra la fuerza que el colectivo posee cuando nos organizamos y unificamos criterios.
Por Keili González. Fotos: Anabella Dalinger.
Volvimos a encontrarnos abrazades y cantando, gritando, luchando, fortalecides, porque no queremos ser la variable de ajuste de ningún gobierno, queremos ser parte de las decisiones que allanen nuestras vidas por eso arrastramos nuestras cuerpas para que sepan que de las calles no nos sacarán porque nuestros derechos no se negocian. Queremos la real implementación del cupo laboral en la municipalidad de Paraná.
¿Políticas discursivas o atacar el problema?
Posteriormente a la marcha, tuvimos que leer expresiones de funcionaries que se victimizan, hablando de que “el trabajo que llevan adelante para atender el problema es mucho, pero hacia ese camino van”. Mientras tanto nos siguen condenando a la extrema pobreza, la vulnerabilidad, la soledad, las huellas del maltrato y la violencia sistemática. La desesperación nos abraza cada noche.
Las deudas que el Estado, la sociedad y la historia mantienen para con nosotres deben estar inscripta en la agenda de prioridades. Queremos que abandonen los falsos discursos cuando hablan de nosotras, porque cuando lo hacen lo hacen a su beneficio. Tienen la imperiosa necesidad de pensar y elaborar políticas públicas laborales, acciones concretas, junto a nosotres, que contemplen los riesgos que se corren con la omisión y su inacción, porque nuestras vidas siguen estando en peligro.
La excusa es la situación económica de la municipalidad. Hay que tocar intereses y no siempre tenemos que pagarla quienes nos encontramos es las peores condiciones. Queremos que los políticos, quienes tienen responsabilidades indelegables, abandonen los privilegios y vivan como la mayoría de les trabajadores, cobren igual que una directiva docente, que se hagan atender en los hospitales públicos y manden a sus hijes a las escuelas públicas, que aún así estarían holgados en diferencia con nuestras formas de vidas ya que todavía no accedemos y si lo hacemos, no permanecemos en los diversos sistemas públicos. No basta con congelar sus abultados sueldos.
Es incompatible que simultáneamente a esta vulneración de derecho se cree el «Área de la Mujer, Género y Diversidad municipal» y que la única respuesta sea garantizar módulos de mercaderías. Son compañeres que están sentades ahí gracias a nuestras luchas.
La complicidad con el Estado que oprime y niega nuestros derechos y en consecuencia nos quita la posibilidad de vivir en mejores condiciones. Hablan por nosotras en contra de nosotras, creen que es culpa nuestra estar viviendo como estamos viviendo. Es su torcida forma de ver el mundo la que nos condena, humilla, enferma y nos desaparece.
¿Qué nos deja esta pelea?
Entendemos al transfeminismo como el movimiento que apunta sostener y darle continuidad a las luchas sociales y políticas. De forma contrahegemónica diseñamos metodologías para nuestra supervivencia pero no sólo eso. Porque entendemos que nuestro fin apunta a crear alianzas con todas aquellas identidades que no desestimen a la sexualidad y reconozcan la coexistencia de nuestras cuerpas.
Esta lucha debe darse desde lo amoroso, en las calles, repolitizando al feminismo de la disidencia sexo genérica, construyendo una mirada crítica contra un Estado que ha sido el instrumento de la dominación política que vulnera nuestros derechos y nos quita la posibilidad de vivir en condiciones dignas.
Debemos dar pelea contra las lógicas capitalistas en las que nos encontramos, desarrollando una contra ofensiva cuya imaginación política defienda otras formas de representación, otras formas de sexualidad, otras formas de vivir.