Las comunidades aborígenes que están dispersas por San Pedro y Pozo Azul, se suman y cumplen con amplio acatamiento la cuarentena obligatoria, coordinando las salidas para la realización de compras, realizando medidas sanitarias y manteniendo los servicios de atención primaria de la salud.
Foto: Carina Martínez.
26/03/2020
Las aldeas se encuentran alejadas de la zona urbana y en lo que va de curentena no se los a observado de ambulando por las calles, lo que habla de la toma de conciencia ante la pandemia mundial del coronavirus. Para evitar poner en riesgo la salud de las familias, en su mayoría, los caciques organizan una salida para realizar la compra de víveres impidiendo el ingreso de personas ajenas, con excepciones de médicos y promotores; cuyo servicio consideran esencial.
En la comunidad las familias se limitan a realizar tareas de limpieza, trabajar en la huerta y lavarse las manos de forma permanente. “En mi comunidad y aldea vecina estamos re organizándonos en lo que respecta la situación que estamos atravesando en nuestro país y el mundo, por ejemplo sale uno y ya hace compra para todos y la medidas sanitaria principal es lavarse las manos con agua y jabón también realizamos limpieza en general. Todo estamos bien”, indicó a El Territorio, Francisco Duarte Cacique de la aldea Guavira Poty de San Pedro.
En el caso de las aldeas de Pozo Azul, la municipalidad se encargó de realizar fumigación y sugerir el cierre de los ingresos a las comunidades lo que fue acatado por los caciques a fin de preservar la salud de los integrantes.