Articulo para docentes por el Dia Mundial de la Tierra 22 de abril 2020

LA CARTA DE LA TIERRA Y EL AREA DE CIENCIA Y AMBIENTE

Educador Carlos Antonio Franco Pacheco
Honorable Academia Mundial de la Educación
2020

22 DE ABRIL : DIA DE LA TIERRA

Pueda que resulte curioso pero es así, el origen del planeta Tierra tiene una data de 4,600 millones de años ( The Times Atlas of the world). Al principio, el planeta sufrió un bombardeo de meteoritos y el origen de la vida se remonta a los 4,600 millones de años. Hace 600 millones de años solo habían lombrices, moluscos y esponjas, luego aparecieron los peces sin maxilares. Los primeros dinosaurios aparecieron a 225 millones de años. Posteriormente, aparecieron las plantas con flores, abejas, tortugas y aves a los 135 millones de años. En el año 2000, fecha de presentación de la Carta a la Tierra elaborada por visionarios es un documento con 16 principios que transforman la conciencia en acción. Busca inspirar en todas las personas un nuevo sentido de interdependencia compartida por el bienestar de toda la familia humana, la comunidad de vida y las generaciones futuras. Es una visión de esperanza y un llamado a la acción. La Carta de la Tierra es el inicio y la apertura para inspirar, involucrar y compartir en grupos sobre interdependencia de la vida, amor con responsabilidad, democracia con libertad y justicia entre generaciones.

Con relación a la Carta de la Tierra, esta estaría enfocada en: desarrollar la sensibilidad sobre nuestro planeta Tierra, elaborar actividades de protección y defensa, y diseñar proyectos de investigación. Estos tres aspectos hacen del estudiante un ser participe, que logra identificarlo con lo suyo.

El primer trabajo por el Día de la Tierra debería ser que los adherentes a la Carta de la Tierra se reconozcan como guardianes de la Tierra para que resurja la conciencia planetaria. La palabra “resurgencia” es empleada en la geología para caracterizar la reaparición brusca y sonora en la superficie terrestre de un curso de agua subterráneo. Y es que, en efecto, la totalidad del Planeta constituye un único ser vivo, una inextricable red de relaciones de interdependencia, de conexiones masivas entre millones de seres vivos, de la misma forma que un organismo singular es el resultado de la interacción de todas las células. Así, Lovelock designó a la Tierra como un superorganismo

ASPECTOS IMPORTANTES Y CONDICIONES PARA RESURGIR LA CONCIENCIA PLANETARIA:
Los seis aspectos están organizados de la siguiente manera, primero, Las condiciones básicas: la formación y lo académico; y la segunda de Desarrollo: organización, capacidad y participación, y registro, las cuales animan los guardianes de la Tierra. Ahora las detallaremos:

a. Formación: Presentación de teoría evolutiva.
b. Académico: interés común sobre las huellas en la escala evolucionaria
c. Organización: normas, responsabilidades y libertad de pensamiento de cada integrante.
d. Capacidad: comunicativa, reflexiva y sensibilidad frente a lo nuestro
e. Participación: en investigar, exponer y sustentar sus proyectos.
f. Registro de adhesión al movimiento internacional Carta de la Tierra

La primera parte importa presentar una nueva cosmovisión integrando la teoría evolutiva y una espiritualidad de relación con la tierra y el universo, vemos que:

“El universo empezó a existir hace 15,000 millones de años. Primero había hidrogeno, que estuvo sólo en la tierra durante siete segundos. De la unión de átomos de hidrogeno surgió el helio. Del helio surgió el carbono. El proceso de diferenciación continuó. Nuestra tierra se formó hace cerca de 5,000 millones de años. Esto es un plazo de tiempo muy largo. Para poder entenderlo podríamos establecer que 5,000 millones de años equivalen a 12 meses. Entonces, en estos doce meses de la existencia de la tierra la vida aparece solo en los últimos cuatro meses. Se desarrolló el proceso de los organismos unicelulares y se diferenció hacia formas de vida cada vez más complejas. Además, esto llevó mucho tiempo. Si la Tierra nació hace 12 meses, el ser humano empezó a existir solo en los últimos días, ¡en las últimas 24 horas!. Sabemos apenas nada sobre estas 24 horas. La mayor parte de este periodo esta sepultada bajo una enorme edad tribal de la que no existen recuerdos detallados. Tenemos sólo alguna información de los últimos cinco mil o incluso del periodo de las grandes civilizaciones, De las 24 horas que el ser humano ha estado sobre la tierra, nuestras grandes civilizaciones sólo tienen una edad de 30 minutos. ¡Y nuestra edad científica moderna solo tiene una edad de un par de minutos!”

En lo académico se puede alcanzar el artículo “Las huellas más antiguas” de El Comercio publicada el 23 de julio de 1993.

En la segunda parte del proceso educativo importa el Desarrollo: organización, capacidad y participación. Para lo cual se debería enfatizar en lo siguiente: Presentar preguntas referido a la nueva cosmovisión presentado en la primera parte. Aquí algunas preguntas :
¿Del helio surgió el hidrogeno?
¿En qué momento aparece la vida en el planeta conforme al texto?
¿En qué momento aparece el hombre conforme al texto?
¿Qué debemos hacer los humanos en la tierra?

Manfred Spitzer , psiquiatra alemán experto en neurociencia y neuroeducacion, en su obra “Demencia digital. El peligro de las nuevas tecnologías” expone, con alarma que “(…) sino estamos vigilantes y no dejamos de una vez por todas de estupidizar sistemáticamente a la próxima generación, entonces serán a más tardar sus hijos quienes vivirán en circunstancias desfavorables”. Ante ello, importa que los docentes involucren a los estudiantes a participar. Para ello, se requiere que cada uno se reconozca como guardián de la tierra y definan participativamente proyectos educativos.

En la parte del registro, importa que los estudiantes ingresen una firma como guardián de la Tierra con una adhesión a la Carta de la Tierra. Para lo cual, cada uno registrara su adhesión ingresando a: https://earthcharter.org/es/como-usar-la-carta-2/

EXPERIENCIA CURRICULAR DEL ÁREA DE CIENCIA Y AMBIENTE

Todo lo antes planteado no queda en el vacío, es decir, la experiencia acumulada en un promedio de 20 años, ha sido sistematizada y adecuada a documentos como la programación del área de ciencia y ambiente, la cual no cuenta con un “espíritu” o “esencia”
Entonces, por medio de este enfoque se puede apreciar que “Galia”, “Gea”, “Pachamama”,o “Madre Tierra”, es una gran nave donde todos debemos vigilar que funcione como tal y no se ejerza violencia.

Por consiguiente, la experiencia del proceso Carta de la Tierra como espacio participativo de estudiantes, busca el bien de lo “nuestro”, pero, si esta experiencia es incorporada en el curso de ciencia y ambiente, lograría diseñar sus propias estrategias y proyectos de aula referente a conservar, preservar y defender nuestro superorganismo, siendo esto lo más importante, porque se convertiría en un eje transversal y lograría la formación de nuestra identidad como peruanos donde aquí se fundó la primera ciudad urbana como fue Caral y se desarrolló una civilización de gran valor que cuido el planeta Tierra.
En definitiva, la escuela nos da la posibilidad de poder crear espacios para fomentar, sensibilizar a los docentes, estudiantes y padres de familia sobre nuestro Planeta. Por lo tanto, nosotros como educadores y en especial del área de ciencia y ambiente debemos prestarle mayor atención, “La tierra los seres vivos tenemos derecho a vivir sin violencia”, ya que la guardianía es un aspecto para compartir con Albert Einstein “No es otra cosa que la reverencia por la vida”.

La Carta de la Tierra
PREÁMBULO
Estamos en un momento crítico de la historia de la Tierra en el cual la humanidad debe elegir su futuro. A medida que el mundo se vuelve cada vez más interdependiente y frágil, el futuro depara, a la vez, grandes riesgos y grandes promesas. Para seguir adelante debemos reconocer que en medio de la magnífica diversidad de culturas y formas de vida, somos una sola familia humana y una sola comunidad terrestre con un destino común. Debemos unirnos para crear una sociedad global sostenible fundada en el respeto hacia la naturaleza, los derechos humanos universales, la justicia económica y una cultura de paz. En torno a este fin, es imperativo que nosotros, los pueblos de la Tierra, declaremos nuestra responsabilidad unos hacia otros, hacia la gran comunidad de la vida y hacia las generaciones futuras.
LA TIERRA, NUESTRO HOGAR
La humanidad es parte de un vasto universo evolutivo. A la Tierra, nuestro hogar, le da vida una comunidad singular de vida. Las fuerzas de la naturaleza hacen que la existencia sea una aventura exigente e incierta, pero la Tierra ha brindado las condiciones esenciales para la evolución de la vida. La capacidad de recuperación de la comunidad de vida y el bienestar de la humanidad dependen de la preservación de una biosfera saludable, que contenga todos sus sistemas ecológicos, una rica variedad de plantas y animales, tierras fértiles, aguas puras y aire limpio. El medio ambiente global, con sus recursos finitos, es una preocupación común para todos los pueblos. La protección de la vitalidad de la Tierra, de su diversidad y belleza es un deber sagrado.
LA SITUACIÓN GLOBAL
Los patrones dominantes de producción y consumo están causando devastación ambiental, agotamiento de recursos y una extinción masiva de especies. Las comunidades están siendo destruidas. Los beneficios del desarrollo no se comparten equitativamente y la brecha entre ricos y pobres se está ensanchando. La injusticia, la pobreza, la ignorancia y los conflictos violentos se manifiestan por doquier y son la causa de grandes sufrimientos. Un aumento sin precedentes de la población humana ha sobrecargado los sistemas ecológicos y sociales. Los fundamentos de la seguridad global están siendo amenazados. Estas tendencias son peligrosas, pero no inevitables.
LOS RETOS VENIDEROS
La elección es nuestra: formar una sociedad global para cuidar la Tierra y cuidarnos unos a otros o arriesgarnos a nuestra propia destrucción y la de la diversidad de la vida. Se necesitan cambios fundamentales en nuestros valores, instituciones y formas de vida. Debemos darnos cuenta de que, una vez satisfechas las necesidades básicas, el desarrollo humano se refiere primordialmente a ser más, no a tener más. Poseemos el conocimiento y la tecnología necesarios para proveer a todos y para reducir nuestros impactos sobre el medio ambiente. El surgimiento de una sociedad civil global está creando nuevas oportunidades para construir un mundo democrático y humanitario. Nuestros retos ambientales, económicos, políticos, sociales y espirituales, están interrelacionados y juntos podemos proponer y concretar soluciones globales.
RESPONSABILIDAD UNIVERSAL
Para llevar a cabo estas aspiraciones debemos tomar la decisión de vivir de acuerdo con un sentido de responsabilidad universal, identificándonos con toda la comunidad terrestre, al igual que con nuestras comunidades locales. Somos ciudadanos de diferentes naciones y de un solo mundo al mismo tiempo, donde los ámbitos local y global se encuentran estrechamente vinculados. Todos compartimos una responsabilidad hacia el bienestar presente y futuro de la familia humana y del mundo viviente en su amplitud. El espíritu de solidaridad humana y de afinidad con toda la vida se fortalece cuando vivimos con reverencia ante el misterio del ser, con gratitud por el regalo de la vida y con humildad con respecto al lugar que ocupa el ser humano en la naturaleza.
Necesitamos urgentemente una visión compartida sobre los valores básicos, que brinden un fundamento ético para la comunidad mundial emergente. Por lo tanto, juntos y con una gran esperanza, afirmamos los siguientes principios interdependientes para una forma de vida sostenible, como un fundamento común mediante el cual se deberá guiar y valorar la conducta de las personas, organizaciones, empresas, gobiernos e instituciones transnacionales.
PRINCIPIOS
I. RESPETO Y CUIDADO DE LA COMUNIDAD DE LA VIDA
1. Respetar la Tierra y la vida en toda su diversidad
a. Reconocer que todos los seres son interdependientes y que toda forma de vida, sea cual sea su finalidad, tiene valor para los seres humanos.
b. Confiar plenamente en la dignidad inherente a todos los seres humanos y en el potencial intelectual, artístico, ético y espiritual de la humanidad.
2. Cuidar la comunidad de la vida con entendimiento, compasión y amor.
a. Aceptar que el derecho a poseer, a administrar y a utilizar los recursos naturales conduce hacia el deber de prevenir daños ambientales y proteger los derechos de las personas.
b. Reconocer que, a mayor libertad, conocimiento y poder, mayor es la correspondiente responsabilidad por promover el bien común.
3. Construir sociedades democráticas que sean justas, participativas, sostenibles y pacíficas
a. Asegurar que las comunidades, independientemente de su nivel, garanticen los derechos humanos y las libertades fundamentales y que asimismo brinden a todos la oportunidad de desarrollar su pleno potencial.
b. Promover la justicia social y económica, posibilitando que todas las personas alcancen un modo de vida seguro y digno, a la vez que ecológicamente responsable.
4. Asegurar que los frutos y la belleza de la Tierra se preserven para las generaciones presentes y futuras.
a. Reconocer que la libertad de acción de cada generación se encuentra condicionada por las necesidades de las generaciones futuras.
b. Transmitir a las futuras generaciones aquellos valores, tradiciones e instituciones que apoyen la prosperidad a largo plazo tanto de las comunidades humanas como de las ecológicas de la Tierra.
Para poder realizar estos cuatro compromisos generales, es necesario:
II. INTEGRIDAD ECOLÓGICA
5. Proteger y restaurar la integridad de los sistemas ecológicos de la Tierra, con especial preocupación por la diversidad biológica y los procesos naturales que sustentan la vida.
a. Adoptar desde todos los niveles planes de desarrollo sostenible y regulaciones que permitan incluir la conservación y la rehabilitación ambientales como parte integral de todas las iniciativas de desarrollo.
b. Establecer y salvaguardar reservas viables de la naturaleza y la biosfera, incluyendo tierras silvestres y áreas marinas, de modo que tiendan a proteger los sistemas de vida de la Tierra, se mantenga la biodiversidad y se preserve nuestra herencia natural.
c. Promover la recuperación de especies y ecosistemas en peligro.
d. Controlar y erradicar los organismos exógenos o genéticamente modificados, que sean dañinos para las especies autóctonas y el medio ambiente; y además, prevenir la introducción de tales organismos dañinos.
e. Manejar el uso de recursos renovables como el agua, la tierra, los productos forestales y la vida marina, de manera que no se excedan sus posibilidades de regeneración y se proteja la salud de los ecosistemas.
f. Dirigir la extracción y el uso de los recursos no renovables, tales como minerales y combustibles fósiles, de forma que se minimice su agotamiento y no se causen serios daños ambientales.
6. Evitar dañar como el mejor método de protección ambiental y cuando el conocimiento sea limitado, proceder con precaución.
a. Tomar medidas para evitar daños ambientales graves o irreversibles, especialmente cuando el conocimiento científico al respecto sea incompleto o esté inconcluso.
b. Hacer que asuman todas las consecuencias de una actuación a quienes argumenten que el desarrollo de cierta actividad no causará ningún daño ambiental significativo y, si se produjera, proceder para que los responsables reparen dicho daño.
c. Asegurar que en la toma de decisiones sobre las actividades humanas se contemplen las consecuencias acumulativas, las a largo plazo, las indirectas, de larga distancia y las globales asociadas.
d. Prevenir la contaminación del medio ambiente de todo el planeta y no permitir la acumulación de sustancias radioactivas, tóxicas u otras materias peligrosas.
e. Evitar actividades militares que deterioren el medio ambiente.
7. Adoptar patrones de producción, consumo y reproducción que salvaguarden las capacidades regenerativas de la Tierra, los derechos humanos y el bienestar comunitario.
a. Reducir, reutilizar y reciclar los materiales usados en los sistemas de producción y consumo y garantizar que los desechos residuales puedan ser asimilados por los sistemas ecológicos.
b. Actuar con moderación y eficiencia al utilizar la energía y tratar de depender cada vez más de los recursos de energía renovables, tales como la solar la eólica.
c. Promover el desarrollo, la adopción y la transferencia equitativa de tecnologías ambientalmente sanas.
d. Internalizar la totalidad de los costes ambientales y sociales de bienes y servicios en el precio de venta y posibilitar que los consumidores puedan identificar productos que cumplan con las más altas calidades sociales y ambientales.
e. Asegurar el acceso universal a la asistencia sanitaria que fomente la salud reproductiva y la reproducción responsable.
f. Adoptar formas de vida que pongan su énfasis en la calidad de vida y en la suficiencia de bienes materiales en un mundo finito.
8. Impulsar el estudio de la sostenibilidad ecológica y promover el intercambio abierto del conocimiento que se adquiera, así como su extensa aplicación.
a. Apoyar la cooperación internacional científica y técnica sobre sostenibilidad, con especial atención a las necesidades de las naciones en desarrollo.
b. Aceptar y preservar los conocimientos tradicionales y la sabiduría espiritual de todas las culturas que contribuyan a la protección ambiental y al bienestar humano.
c. Asegurar que toda información de importancia vital para la salud humana y la protección ambiental, incluyendo la información genética, sea de dominio público.

III. JUSTICIA SOCIAL Y ECONÓMICA
9. Erradicar la pobreza como un imperativo ético, social y ambiental.
a. Garantizar el derecho al agua potable, al aire limpio, a la seguridad alimenticia, a la tierra no contaminada, a una vivienda y a un saneamiento seguro, destinando adecuadamente los recursos nacionales e internacionales que correspondan.
b. Facilitar a todos los seres humanos el acceso a la educación y a los recursos que aseguren un modo de vida sostenible, y proporcionar seguridad social y redes de apoyo a quienes no puedan mantenerse por sí mismos.
c. Ofrecer ayuda a los ignorados, proteger a los vulnerables, servir a aquellos que sufren y posibilitarles a todos ellos el desarrollo de sus capacidades y el logro de sus aspiraciones.
10. Asegurar que las actividades e instituciones económicas, a todo nivel, promuevan el desarrollo humano de forma equitativa y sostenible.
a. Promover la distribución equitativa de la riqueza dentro de las naciones y entre ellas.
b. Intensificar los recursos intelectuales, financieros, técnicos y sociales de las naciones en desarrollo y liberarlas de onerosas deudas internacionales.
c. Asegurar que todo comercio apoye el uso sostenible de los recursos, la protección ambiental y las normas de calidad laborales progresistas.
d. Instar a las corporaciones multinacionales y a los organismos financieros internacionales para que actúen con transparencia por el bien público y exigirles se hagan responsables de las consecuencias de sus actividades.
11. Afirmar la igualdad e imparcialidad de género como prerrequisitos para el desarrollo sostenible y asegurar el acceso universal a la educación, al cuidado de la salud y a la oportunidad económica.
a. Garantizar los derechos humanos de las mujeres y de las niñas y acabar con toda clase de violencia contra ellas.
b. Promover la participación activa de las mujeres en todos los aspectos de la vida económica, política, cívica, social y cultural, como socias plenas e iguales en la toma de decisiones, como líderes y como beneficiarias.
c. Consolidar las familias y garantizar la seguridad, la cría y el cuidado amoroso de todos sus miembros.
12. Defender el derecho de todos, sin discriminación, a un entorno natural y social que apoye la dignidad humana, la salud física y el bienestar espiritual, con especial atención a los derechos de los pueblos indígenas y las minorías.
a. Eliminar la discriminación en todas sus formas, tales como aquellas basadas en la raza, el color, género, orientación sexual, religión, idioma, nacionalidad y el origen étnico o social.
b. Afirmar el derecho de los pueblos indígenas a su espiritualidad, conocimientos, tierras y recursos y a sus prácticas vinculadas a un modo de vida sostenible.
c. Honrar y apoyar a los jóvenes de nuestras comunidades, habilitándolos para que ejerzan su papel esencial en la creación de sociedades sostenibles.
d. Proteger y restaurar lugares destacados por su relevancia cultural y espiritual.
IV. DEMOCRACIA, NO VIOLENCIA Y PAZ
13. Fortalecer las instituciones democráticas en todos los niveles y brindar transparencia y rendimiento de cuentas en la gobernabilidad, participación inclusiva en la toma de decisiones y acceso a la justicia.
a. Asegurar el derecho de cada individuo a recibir información clara y oportuna sobre asuntos ambientales, así como de los planes y actividades de desarrollo que le puedan afectar o en los que tenga interés.
b. Apoyar a la sociedad civil local, regional y global y promover la participación significativa de todos los individuos y organizaciones interesados en la toma de decisiones.
c. Proteger los derechos a la libertad de opinión, expresión, reunión pacífica, asociación y discrepancia.
d. Establecer el acceso efectivo y eficiente a los procedimientos administrativos y judiciales independientes, así como las soluciones y compensaciones por daños ambientales y por la amenaza implícita a tales daños.
e. Eliminar la corrupción en todas las instituciones públicas y privadas.
f. Fortalecer las comunidades locales, habilitándolas para que puedan cuidar de su propio medio ambiente y asignar la responsabilidad ambiental a las áreas de gobierno desde las que se vaya a ejercer de la manera más efectiva.
14. Integrar en la educación formal y en el aprendizaje a lo largo de la vida, las habilidades, el conocimiento y los valores necesarios para un modo de vida sostenible.
a. Brindar a todos, especialmente a los niños y a los jóvenes, oportunidades educativas que les capaciten para participar activamente en el desarrollo sostenible.
b. Promover la aportación que desde las artes y las humanidades, al igual que desde las ciencias, pueden ofrecer para la educación en sostenibilidad.
c. Intensificar el papel de los medios de comunicación en la toma de conciencia sobre los retos ecológicos y sociales.
d. Reconocer la importancia de la educación moral y espiritual para una vida sostenible.
15. Tratar a todos los seres vivos con respeto y consideración.
a. Prevenir la crueldad contra los animales domésticos y evitarles el sufrimiento.
b. Salvaguardar a los animales salvajes de métodos de caza, pesca y trampeo que les causen un sufrimiento extremo, prolongado o evitable.
c. Descartar la destrucción o apropiación de especies por simple diversión, negligencia o desconocimiento, o cuanto menos evitarlas hasta donde sea posible.
16. Promover una cultura de tolerancia, no violencia y paz.
a. Alentar y apoyar la comprensión mutua, la solidaridad y la cooperación entre todos los pueblos, desde dentro de las naciones y entre ellas.
b. Implementar estrategias amplias y globales para prevenir los conflictos violentos y gestionar y resolver los problemas ambientales y otras disputas desde la colaboración.
c. Desmilitarizar los sistemas nacionales de seguridad hasta un nivel o régimen de defensa no provocativa y emplear los recursos militares para fines pacíficos, incluyendo la restauración ecológica.
d. Eliminar las armas nucleares, biológicas y tóxicas y otros artefactos de destrucción masiva.
e. Asegurar que el uso del espacio orbital y exterior se comprometa con la protección ambiental y la paz.
f. Reconocer que la paz es la integralidad creada por las relaciones correctas con uno mismo, con otras personas, otras culturas, otras formas de vida, la Tierra y con el todo más grande, del cual somos parte.
EL CAMINO HACIA ADELANTE
Como nunca antes en la historia, nuestro destino común nos insta a buscar un comienzo nuevo. Dicha renovación es la promesa de la Carta de la Tierra. Para hacerla realidad, debemos comprometernos a adoptar y a promover los valores y objetivos de la Carta.
El proceso requiere un cambio de mentalidad y de corazón; requiere adoptar además, un nuevo sentido de interdependencia global y responsabilidad universal. Debemos desarrollar y aplicar imaginativamente a nivel local, nacional, regional y global, la visión de un modo de vida sostenible. Nuestra diversidad cultural es un patrimonio precioso y cada cultura encontrará su propia forma de desarrollar estos objetivos. Debemos profundizar y ampliar el diálogo mundial que generó la Carta de la Tierra porque hay mucho que aprender de todos los que participan en la búsqueda de la verdad y la sabiduría.
En la vida a menudo se producen conflictos entre valores importantes que implica tener que tomar decisiones difíciles; sin embargo, se debe buscar la manera de armonizar la diversidad con la unidad, el ejercicio de la libertad con el bien común, los objetivos a corto plazo con las metas a largo plazo. Todo individuo, familia, organización y comunidad, tiene un papel vital que cumplir. Las artes, las ciencias, las religiones, las instituciones educativas, los medios de comunicación, las empresas, las organizaciones no gubernamentales y los gobiernos han sido instados a brindar un liderazgo creativo. La alianza entre gobiernos, sociedad civil y empresas, es esencial para la gobernabilidad efectiva.
Con objeto de construir una comunidad global sostenible las naciones del mundo deben renovar su compromiso con las Naciones Unidas, deben cumplir con sus obligaciones en relación a los acuerdos internacionales existentes, así como apoyar la implementación de los principios de la Carta de la Tierra por medio de un instrumento internacional, legalmente vinculante, sobre medio ambiente y desarrollo.
Que el nuestro sea un tiempo que se recuerde por el despertar de una nueva reverencia ante la vida, por la firme resolución de alcanzar la sostenibilidad, por el aceleramiento en la lucha por la justicia y la paz y por la alegre celebración de la vida.

Mayor informacion: Carlos Franco Pacheco. 511-945058944 (Peru)

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