Luego de que trascendiera que se realizaría una apertura piloto del Chapelco para el acceso de turistas neuquinos, las comunidades mapuche anunciaron que no permitirán el acceso al cerro.
16/06/2020
«Se está haciendo fuerza para que se abra la temporada», declaraba horas atrás un directivo del Sindicato de Empleados de Comercio que representa a empleados del centro invernal, con relación a las gestiones que realiza la empresa ante las autoridades provinciales.
De hecho, es la intención del gobierno neuquino efectuar antes que termine junio una apertura acotada del turismo a los límites de la provincia; no obstante, los numerosos casos confirmados en los últimos días, sobre todo en la capital, ponen en duda esa posibilidad.
En ese marco, las comunidades Curruhuinca, Cayún, Lafquenche y Raquitue presentaron una nota conjunta a la Intendencia del Parque Nacional Lanín para anunciar que no permitirán el ingreso de turistas ni residentes locales a sus territorios en el área protegida ni al Chapelco.
La nota hace referencia a la decisión de Parques Nacionales de realizar una reapertura parcial del PNL para residentes de San Martín, Junín y Aluminé, sobre lo cual no fueron consultados y que –según se indica en el texto– afecta directamente a las comunidades en el marco de la pandemia de coronavirus.
De acuerdo al documento, “los residentes no respetan las normas de prevención ni los circuitos habilitados por Parques y se internan en nuestros territorios sin ninguna clase de control por parte del Estado, incursionan en motos, vehículos particulares, caminando y/o en bicicleta sin que nadie los supervise».
«Hay una decisión muy fuerte en la población mapuche de no habilitar los senderos ni permitir el ingreso de caminantes o ciclistas, inclusive en vehículos», sostuvo por Radio Nacional el kona Ariel Epulef, al señalar que «esto se ve como un peligro» para los miembros de las comunidades.
El kona calificó como «chocante» y «lamentable» que se haya reabierto el Parque «sin la consulta a las comunidades», teniendo en cuenta que tal decisión implica el uso de sus propios territorios. «Se habilitaron las sendas recreativas y la gente se desbordó, empezaron a andar por todos lados», aseguró.