“El sujeto principal en Perú no es Castillo, sino sectores muy de abajo”

Entrevista a Ricardo Napurí, ex diputado constituyente y senador peruano.

Ricardo Napurí en Buenos Aires en 2011. Foto: Pablo Ernesto Piovano.

El sujeto principal en Perú no es Castillo, sino sectores muy de abajo, sobre todo provincianos, que aprovecharon la posibilidad del voto para elegirlo

Mario Hernandez

M.H.: Hace un mes atrás manifestaste que se venía un golpe en Perú y de alguna manera creo que no te equivocabas.

R.N.: Béjar en la nota que le hace Página 12 dice: “La derecha no acepta una política exterior soberana” y da punto  por punto las cosas que predijimos hace un tiempo. Incuso él lo llama “golpe blando”. La diferencia con lo que dijimos nosotros es que lo hicimos antes de los acontecimientos, previendo lo que venía a partir del análisis de la experiencia que uno ha acumulado para juzgar estos hechos de la vida política.

M.H.: Castillo ¿qué actitud adopta frente a esta situación compleja que se vive en Perú?

R.N.: Si quieres puedo citar el final de la nota de Béjar, porque tiene más valor, es quien está en el terreno y ha sido protagonista de hechos importantes y resume lo que yo después puedo enriquecer.

Al final de su nota dice: “creo que estos grupos de derecha son cobardes y cuando la gente se moviliza en la calle, los matones corren. Se debe movilizar a la gente, pero no solo en mítines y manifestaciones, sino poniendo el poder en manos del pueblo, en los comités barriales que ya existen, esa enorme red de organización popular que hay en el Perú, que está desarticulada, el gobierno debería articularla, transferirle poder y generar una nueva situación alrededor de los puntos que están en la primera agenda de la supervivencia de la gente, que son trabajo, salud y educación”.

Lo que Béjar está diciendo, ya lo habíamos conversado. Lo que él no dice, y que para nosotros es eje en las conversaciones que hemos tenido, es que la situación de Perú es tan compleja y tan particular que el sujeto principal no es el gobierno de Castillo, el sujeto principal, es que sectores muy de abajo, sobre todo provincianos, en el cuadro de la realidad de Perú que era atroz, se sublevan y aprovechan la posibilidad del voto para elegir una candidatura de Perú Libre y al candidato Castillo casi desconocido para ellos, pero que se les parece mucho.

Es un voto castigo con elementos de conciencia política a partir de la reacción de todos estos sectores ante el hecho brutal de la descomposición de la vida política del país. Ese es el hecho central.

De tal manera que, como ya dijimos, Castillo es un “epifenómeno” incluso ahora todos coinciden, cuando le dicen a Béjar cuál es la apreciación de Castillo dice que es un hombre débil, desinformado, que de la realidad económica no sabe nada, de la internacional menos, no le interesan los problemas internacionales. Es decir, con diplomacia dice que un maestro de escuela, por más digno que sea, por más ético que sea, llega de casualidad al poder y ahí no sabe qué hacer. Está contando que no sabe qué hacer en el poder, que no conoce de economía ni del poder estructurado en el Estado.

Por eso cuando yo lo llamé epifenómeno estaba adelantando esto, que él no podía administrar el Estado, mucho menos en una situación de una derecha salvaje que pinta tan bien Béjar. Está pidiendo lo mismo que decíamos nosotros, hay que organizar a los de abajo que lo votaron, que tienen organizaciones múltiples y tradición de combate. Esa es la única forma de que él podría defenderse si quisiera.

Hoy se iba a presentar Guido Bellido el nuevo Presidente del Consejo de Ministros para que le dieran la autorización del Congreso. Me enviaron de Perú el texto de su mensaje. Ese texto es menos que reformista, no habla de la Constitución, no habla de la Constituyente, no habla para nada de las promesas que hizo cuando asumió Pedro Castillo, no habla de renegociar los contratos petroleros, no habla del cambio del Estado, en cuanto a corrupción es anónima, dice: “los organismos fiscales estatales se encargarán de la corrupción”. En el mensaje no existen sujetos políticos. No habla de la realidad del país, no existen contendientes, nunca descubre un enemigo, no hay una economía en manos de una derecha salvaje. Es decir que ya el gobierno decidió hacer la concesión de tener una política tibia y de centro para ver si sobrevive.

Béjar dice que eso es lo que quieren ellos porque después de esa concesión, eliminando a los sectores más de izquierda que consideren hostiles, no solamente van a obligarlo a él a capitular de todas sus promesas, sino que van a ir por él mismo. Cuando yo dije golpe instalado es porque preví los tiempos de ese golpe. Béjar dice que ya es un golpe blando.

Pedro Castillo en debate presidencial en Chota, Perú, el 1° de mayo de 2021.

M.H.: Recuerdo que comentaste “el golpe de Estado ya está presente” hace un mes.

R.N.: Es una tragedia porque uno no se puede felicitar de eso. Pero es obvio que antes uno no se atrevía a decir lo que presumía que iba a suceder porque siempre hay una posibilidad de dejar abierto capítulos nuevos de la política y la lucha de clases y no aparecer como que está todo predeterminado. Pero lo que pasa es que a través de la experiencia acumulada, y en las entrevistas tuyas desde Allende para adelante, hemos repasado la frustración de los gobiernos de centro izquierda, reformistas y nacionalistas que tienen su rol progresivo en la sociedad, pero que llegan a un límite y no pueden dar un salto cualitativo.

M.H.: ¿Le das alguna posibilidad a Castillo?

R.N.: Lamentablemente no. Porque él además no fue electo en una lista propia, sino en Perú Libre, de un señor Cerrón, que es un médico mucho más hábil que él que fue gobernador de una provincia, aunque está implicado por 25 causas de dolo. Pero está más a la izquierda que él y le disputa la victoria, él afirma que el triunfo fue para su lista, dice que él es quien tiene que gobernar a través de su lista, porque Castillo fue un invitado.

Es cierto, fue un invitado nada más. Él lo jaquea por izquierda y Castillo no es más que un profesor, que no tiene antecedentes de izquierda, fue diez años miembro menor del gobierno de Toledo que fue un gobierno ultra liberal y totalmente corrupto, no participó activamente pero fue miembro de su partido. No tiene tradición política de ninguna manera, y mucho menos militante. Fue un dirigente sindical que se capitalizó en una huelga del 2017 alzándose contra la burocracia del SUTEP el organismo dirigente de los maestros, pero nada más. Nunca salió de su provincia, así que su educación global es de un maestro rural.

Llegar al Estado, como dice Béjar, es otro bemol, necesita organización propia, el Estado requiere de miles de funcionarios propios y ha tenido que aliarse con un sector del centrismo, de la centroizquierda, que en Perú es Verónika Mendoza, para tener algún funcionario propio. Ha puesto como ministro de Defensa a un ultra liberal, como ministro del Interior a un ex suboficial de las FF AA y pone a cualquier otro que le exige la derecha y el poder concentrado que son los medios de prensa, la derecha económica y las FF AA que son factores de poder extraordinarios.

Es un pobre hombre, así lo dice también Béjar, está en su soledad, no conoce de economía ni de administración. No le pidas a un maestro de una provincia y de una aldea, que pueda administrar un Estado con una derecha salvaje. No hay posibilidades de parte de él.

Hay un sector de la izquierda que quisiera movilizar pero Béjar dice que hay que tener cuidado, porque no basta con tratar de crear una manifestación, se trata de crear poder, que tengan poder. Ellos ya tienen un poder local, tienen tradición de lucha, pero quién lo hace, eso es lo que no se sabe.

Castillo no lo va a hacer y ya demostró que está dispuesto a aceptar lo que le imponga la derecha. Por ejemplo, el Canciller Oscar Maúrtua que ha sustituido a Béjar, ha sido Canciller en el gobierno corrupto y de ultra derecha de Toledo. O sea, puso a un Canciller de ultra derecha. Hace todo lo que le imponen los factores de poder adversario, no hay optimismo para tener. El único optimismo es lo que no puedo ver yo desde acá, quién está para organizar. Pero desde arriba, Castillo que no tiene tradiciones en ese sentido, que está haciendo su drama en soledad no, por ahí no viene la cosa.

Qué puede ocurrir en el Perú yo no lo sé. Creo que le van a aprobar su plan de gobierno, al Consejo de ministros, pero para después ir tirando ministro por ministro para impedir que gobierne para que después de una política de centro, tirarle una patada a Castillo y que la derecha formule sus propios planes. Es difícil ser precisos desde acá.

El presidente peruano Pedro Castillo y el primer ministro Guido Bellido en Lima, Perú, el 26 de agosto de 2021. Foto: Gerardo Marin.

M.H.: O sea que para vos el golpe de Estado ya está presente.

R.N.: Yo siempre dije que estaba instalado. Yo no le llamo golpe blando porque digo que tiene varios tiempos, se está procesando, pero la derecha tiene el plan de tirarlo a Castillo y todo lo que significa, más allá de él, el hecho fundamental es que hay una rebelión de los de abajo que se apoderaron  de su figura, Castillo es el pretexto, lo que quieren es impedir que exista una rebelión organizada y que Perú quede en una situación nueva donde ellos pierdan poder, ese es el hecho central y el problema real de la política en el país. Que si uno lo juzga a partir de la superestructura y de los personajes se equivoca, porque la derecha lo que quiere, a partir de la derrota de Castillo y su eliminación es impedir que se cambien las relaciones de fuerza en el país porque quieren seguir gobernando en esa posición de tipo casi fascista.

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