¡Madre mía, la cara de Xi Jinping!
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Y todos los demás congresales, petrificados, mirando obsesivamente hacia el vacío.
Ahora bien, escenificar la expulsión en el Congreso es decir “quedan ustedes notificados; Hu no va más”.
Pero, a la vez, tener que hacer esa sobreactuación indica que todavía necesita convencer de eso a unos cuantos en el Partido.
De ahí, quizás, esa expresión crispada, ambivalente.
O, si no, tiene una molestia intestinal.