Desde el viernes 9 al domingo 11 se llevó a cabo, en el Complejo Turístico de Chapadmalal, el VIII Encuentro nacional de familiares víctimas de la violencia estatal y el VI Encuentro nacional de organizaciones y espacios de memoria, en paralelo al desarrollo de la tanda federal del XXI encuentro de Jóvenes y Memoria de la que participaron más de 1.300 jóvenes de la provincias de Buenos Aires, San Juan, Santa Fe, Santiago del Estero, Chubut y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. En la charla de apertura, la presidenta de la CPM Dora Barrancos celebró el “encuentro de los encuentros, con tantos representantes de sitios de memoria y de familias afectadas por el gatillo policial o muertes en encierro que desprecian la condición humana. Ustedes son emprendedores por la tangibilidad de la memoria”.
“Este megaencuentro es una preciosa casualidad porque reúne a los sitios de memoria y las familias de las víctimas de la violencia institucional con una de las últimas tandas de Jóvenes y Memoria en Chapadmalal, una maravillosa tradición que se ha instalado en el país”, celebró la presidenta de la CPM, Dora Barrancos, el viernes 9 durante la apertura del VIII encuentro nacional de familiares víctimas de la violencia estatal –que este año reúne a más de 500 personas que llegaron desde la provincia de Buenos Aires, CABA, Santa Fe, Córdoba, Chaco, Formosa, Misiones, Corrientes, Entre Ríos, Santiago del Estero, Catamarca, Salta, Tucumán, Mendoza, San Luis, Río Negro y Chubut- y del VI encuentro nacional de espacios de memoria–del que participan más de 200 referentes de todo el país.
Desde hace años, la CPM propone estos espacios de encuentro para pensar las formas de intervenir en los territorios y discutir políticas públicas con perspectiva en derechos humanos, además de haber impulsado convenios de trabajo conjunto con espacios de memoria e incorporado a las organizaciones de familiares a la labor diaria de la Comisión como Mecanismo Local de Prevención de la Tortura.
En esta ocasión, la primera charla abierta fue convocada en torno a las “Problemáticas de género en la configuración de las violencias estatales” en la que se abordaron cuestiones como la desigualdad en el acceso a derechos y la particularidad de las violencias estatales sobre los cuerpos femeninos. Dora Barrancos, la sobreviviente de la ESMA e integrante de la CPM Ana María Soffiantini y la referente de la Asociación Civil de Familiares de Detenidos (ACiFaD) e integrante del Subcomité de prevención de la tortura de Naciones Unidas Andrea Casamento abrieron la mesa de la charla debate y luego se generó un profundo intercambio de experiencias y opiniones con las y los referentes de organizaciones que participaron de la actividad.
Además de la presidenta de la CPM Dora Barrancos y Ana Soffiantini, participaron de las actividades de los encuentros de sitios de memoria y de organizaciones de familiares los y las miembros de la CPM Roberto Cipriano García, María Sonderéguer y Gonzalo Conte, y la directora general Sandra Raggio.
Durante estas jornadas se realizó la mesa “De víctimas a activistas y/o viceversa”, con la coordinación de Sandra Raggio y la presencia del director de Derechos Humanos de San Juan e hijo de desaparecidos Carlos Goya, la representante de la agrupación NIETES, Lara Hueravillo, Ismael Décima, padre de Lucas, y Cristina Castro, la madre de Facundo Astudillo, ambos jóvenes víctimas de la violencia policial. En torno al tema de la mesa, se expusieron las formas de organización y militancia política a partir de la experiencia biográfica de familiares y la constitución, desde sus luchas, como actores políticos en la demanda de justicia y defensa de los derechos humanos.
Por otra parte, la mesa “La transversalidad de la política criminal neoliberal en democracia, ¿rupturas y/o continuidades?”, con la coordinación del secretario Ejecutivo e integrante de la CPM, Roberto Cipriano García, contó con las intervenciones del juez de Garantías de Mar del Plata Juan Tapia, el investigador de la UBA e integrante del GESPYDH Carlos Motto y la comisionada del Comité Nacional de Prevención de la Tortura Rocío Alconada Alfonsín. La mesa debate abordó los desafíos de pensar la profundización y expansión constante del sistema penal selectivo que encarcela y persigue solo pibes pobres, la multiplicidad y multidimension de la tortura en el despliegue de la violencia estatal, una categorización muy desarrollado por la CPM en el marco de su tarea de monitoreo e intervenciones durante más de 20 años en contextos de encierro. También se expusieron las preocupaciones las tasas de encarcelamiento y la sobre punición en detrimento de las medidas alternativas a la pena privativa de la libertad; la demagogia punitivista y el rol de los medios de comunicación; y la necesidad de que la administración de justicia no solo sé encargue de impartir justicia de acuerdo a la constitución nacional y los derechos consagrados, sino también a la imperiosa demanda de un lenguaje accesible para todos y despojado de tecnicismos.
Sobre los espacios de memoria se llevaron a cabo dos talleres; uno “Problemas y desafíos en los modelos de gestión de los espacios de memoria” para pensar la pregunta respecto al modelo ideal, si es que existe; el para qué de los sitios; los modos y las fuentes de financiamiento; el rol del estado en el sostenimiento de los sitios y la necesidad de sostener la autonomía para el diseño de los objetivos y búsquedas; entre otros ejes.
El segundo de los talleres, “Juventudes y sitios de memoria», posibilitó la reflexión sobre el lugar de las nuevas generaciones en las políticas de memoria; en la posibilidad de que los sitios se constituyan en espacios de participación juvenil; en la cuestión de cómo abordar el negacionismo que, en los últimos tiempos, parece conectar con ciertos sectores juveniles; y en la posibilidad de pensar y trabajar los sitios de memoria más allá de la materialidad física, de un edificio, de una sede urbana, como por ejemplo desde las propias organizaciones en las calles.
Cabe destacar que las mesas temáticas y talleres de reflexión en Chapadmalal vienen a formar un puente con el resto de jornadas e intervenciones que la CPM realiza durante todo el año con las organizaciones y las y los referentes de distintos puntos del país para consolidar el trabajo conjunto, y seguir pensando las demandas y desafíos que se plantean en el presente, marcado por la crisis económica, la consolidación de políticas de seguridad punitivistas y la emergencia de discursos negacionistas y antiderechos, que son emitidos incluso desde sectores políticos con representación institucional.
“Me voy muy emocionado por estos magníficos días que hemos compartido, especialmente porque el 23 de diciembre sé cumplirán 10 años de la muerte en una cárcel de mi hija Florencia la ‘China’ Cuellar. Entre tanto dolor, angustia y bronca, que aún la sentimos en el cuerpo cada vez que nos levantamos de la cama, contamos con las valiosas herramientas que nos ha brindado y nos sigue brindando esta CPM para continuar con la lucha. Nos vamos con este abrazo social tan importante para poder seguir en semejante y tortuoso camino”, agradeció en el acto de cierre, emocionado, Alfredo Cuellar, el padre de la joven que murió por las golpizas del Servicio Penitenciario Federal en 2012 cuando tenía 23 años.
En efecto, como final del “encuentro de los encuentros” el domingo por la tarde se reunieron en la carpa gigante de Chapadmalal los más de 1300 jóvenes de la anteúltima tanda de Jóvenes y Memoria y los más de 700 referentes y organizaciones de espacios de memoria y de familiares de víctimas de violencia institucional. Allí sé compartieron y presentaron las producciones artísticas y musicales elaboradas durante los talleres en los días previos, y el saludo final por parte de la CPM, que prometió repetir el evento el año próximo bajo la certeza absoluta de que esta democracia debe erradicar inmediatamente la violencia estatal y velar por la vigencia de los derechos humanos cómo su fuente y principal razón de ser.
En este sentido, la directora General de la CPM afirmó que “este encuentro fue un muestrario de todo lo que sigue pendiente en nuestra democracia, pero también fue la expresión de una esperanza para hallar la mano que calma, la solidaridad y empatía con la que podemos aproximarnos a entender el dolor del otro y desde allí proyectarnos para transformar el mundo. Tenemos que hacernos cargo de esa democracia que queremos: no solo es exigir sino también pensar y actuar para cambiar y transformar la realidad. Sigamos en este camino de defensa plena de los derechos humanos y volvamos a nuestros territorios con esta energía”.
Por su parte, el secretario Ejecutivo de la CPM Roberto Cipriano García saludó a todas y todos los que participaron del encuentro y reflexionó que “estos tres días que fueron intensos, con muchas discusiones, con muchos aprendizajes, marcan la continuidad de una política pública despojada de interés político partidario de un organismo estatal autónomo cómo la CPM. Los sitios son las primeras trincheras de lucha en las políticas de memoria y tenemos un activo militante muy importante en este campo, pero hace falta fortalecerlos presupuestaria y operativamente para que puedan desplegar las iniciativas que se generan. Por otro lado, hemos escuchado aquí el enorme aporte de los colectivos de familiares desde los Punto Denuncia Tortura que ha permitido ampliar el registro y la denuncia de la tortura y la vulneración de derechos por parte del estado. Hay que seguir fortaleciendo los controles autónomos externos de los lugares de detención y las fuerzas de seguridad para fortalecer la democracia”.