Que calidad democrática tendremos que estamos barajando la posibilidad de que la derecha de un nuevo Tamayazo, en esta ocasión ya no en Madrid, sino en el Gobierno del Estado y con la ayuda necesaria y imprescindible del Rey Felipe VI.
Felipe VI demuestra que no es una solución, que es un auténtico problema para la democracia, que es un estorbo para la voluntad popular, el atado y bien atado del que hablaba Franco.
Felipe VI demuestra que es un estorbo para la democracia, que no es un garante de la unidad, que la monarquía es la división en si misma, que no es imparcial, que forma parte de la ultraderecha.
Lo que no se entiende, o mejor dicho no debería entenderse, ni ocurrir, es como desde la izquierda de mentira, Yolanda Díaz Pérez y los suyos, se permiten hablar de la valía del Rey Felipe VI, el preparado, y dejar la República como algo utópico que no es necesario en estos momentos.
Como es posible que estos izquierdistas defiendan la función del Rey, un Rey facha, como facha es su padre el Emérito sin meritos, y facha es toda la institución monarquíaca en su conjunto.
A decir verdad, entender se entiende, pero dá mucho asco la explicación.
PSOE y SUMAR son la garantía de la alternancia en el poder de la derecha, la ultraderecha, o el fascismo, a las órdenes del sistema, y de la “izquierda” domesticada o vendida al servicio del sistema.
Una izquierda de republicanos monárquicos que garantizan mantener la Monarquía y la herencia del franquismo hasta que las ranas críen pelo.
Porque ser de izquierdas y apoyar a la OTAN es algo incompatible, la OTAN es una organización que practica el terrorismo contra los pueblos, y utiliza la fuerza cuando las sanciones, los bloqueos, la guerra económica no funciona, no se puede apoyar el imperialismo, el expolio y el terrorismo de Estado y representar a la izquierda.
O apoyar a una Ucrania profundamente neonazi y con una democracia que ilegaliza a los partidos de la oposición, una Ucrania que pidió a Polonia que devuelva a todos los refugiados varones de 18 a 60 años que huyen de la guerra para reclutarlos y enviarlos al frente a la fuerza.
Así funciona la supuesta democracia en Ucrania, el patriotismo es obligatorio, luchar y morir no es algo voluntario.
No quiero bajadas de IVA en la luz –dejar de recaudar para tener servicios públicos- quiero un Gobierno no se baje los pantalones ante las eléctricas y ponga freno a su estafa, que ponga un tope a los beneficios desmesurados de la mafia de la energía y que nacionalice el sector.
La solución no son los parches, los cheques regalo, la limosna…la solución está en ir a la raíz de los problemas, ser radical y no quedarse en medias tintas y medias verdades.
Que paguen más los que más tienen, que los impuestos sean proporcionales a la renta, y que el Gobierno se atreva a topar los precios de productos básicos, para cambiar realmente las cosas habrá que enfrentarse a los poderes económicos y no ponerse a su servicio, o venderse.
Al sector Bancario que dice estar saneado, recordarle que la saneamos entre todos con nuestros impuestos, que la rescatamos y no nos han devuelto, ni nos van a devolver al contrario que en otros países, lo que debía haber sido solo un préstamo y finalmente fue un robo, una estafa.
Recordar que la Banca en el Estado español ha tenido patente de corso por parte de todos los gobiernos para practicar la usura y el engaño con sus clientes.
Necesitamos una Banca pública, como la tienen otros países de la UE, en Alemania sobre el 40% del sector bancario es público, y como no exigir la devolución del «favor» o del dinero es algo que debería ser una prioridad para un gobierno de izquierdas.
Necesitamos una memoria histórica de verdad, activa y proactiva en la lucha contra el fascismo, una memoria tan justa como valiente que ponga fin a tantos años de prostitución de la historia y de silencio cobarde.
Porque equiparar a los fascistas que dieron un golpe de Estado a la República, con los republicanos que defendian la democracia, y la constitución, también es fascismo y apología del fascismo.
André Abeledo Fernández (Delegado de Persoal da CIG en Mercadona na Provincia de A Coruña).