Natalí Cardozo Guinazú fue arrestada por la policía mendocina el lunes 11 de septiembre y trasladada a la Comisaría n° 61 de Fray Luis Beltrán, Maipú. Al día siguiente los efectivos policiales notificaron a sus familiares que la joven se había suicidado. Familiares, amigues y organizaciones de Derechos Humanos sostienen que “nadie se suicida en una comisaría” y exigen justicia por Natalí.
Natalí Cardozo Guinazú fue arrestada por la policía mendocina el lunes 11 de septiembre y trasladada a la Comisaría n° 61 de Fray Luis Beltrán, Maipú. Al día siguiente los efectivos policiales notificaron a sus familiares que la joven se había suicidado.
“Nati fue unx compañerx siempre presente en las calles de Mendoza, con sus artesanías y con toda la filosofía punk, fortaleza para enfrentar un sistema que siempre golpea a lxs que menos tienen. Solía escribir poemas anarquistas y particularmente sobre el brazo represor estatal, la policía. Le gustaba y disfrutaba tocar el bajo o simplemente ir a ver sus bandas favoritas”, comentaron desde CORREPI.
La familia de la joven desconoce los motivos de la detención y tampoco tuvieron acceso a una autopsia, como debería ser, antes de recibir el cuerpo. Por sus similitudes el caso recuerda al de Florencia Magali Morales quien murió en una comisaría en San Luis durante el ASPO (aislamiento social preventivo y obligatorio) en el año 2020.
“Hacemos responsable de su muerte a la policía de Mendoza, con su director Marcelo Calipo, y al gobierno de la provincia bajo el mandato de Rodolfo Suárez. Toda vida debe ser resguardada en su integridad en cada lugar de detención (móvil, comisaría, penal) bajo la responsabilidad estatal. Por eso sostenemos: ¡el Estado es responsable!”, finalizó CORREPI.
Fuente: https://www.anred.org/2023/09/16/mendoza-otra-muerte-en-una-comisaria/