Argentina. Estanflación: recesión, inflación y ajuste (I)
Mario Hernandez
El recorte real del 32,5% al gasto de jubilaciones y pensiones de un golpe se comió un tercio del poder de compra. Ahí el gobierno se ahorró $ 885.000 millones.
Caputo acaba de anunciar que desde marzo el aumento a los jubilados será del 27,18%, en línea con la fórmula que viene aplicándose y corriendo siempre de atrás a la inflación. Con el argumento de que se busca “proteger el poder de compra” de los jubilados, Caputo agregó a la medida un bono de $ 70.000 que regirá entre marzo y mayo.
Para que la jubilación de marzo no pierda poder de compra respecto de la de marzo de 2023, el bono que refuerza el aumento debería ser de $ 170.000 y la inflación no pasar del 3% promedio mensual durante el período que va de marzo a mayo. Las jubilaciones y los jubilados seguirán en su papel de variables de ajuste.
Según datos del Iaraf, un instituto especializado en el análisis de las cuentas públicas, el saque también fue del 80% de la inversión pública, a los planes Progresar y Potenciar Trabajo y a las transferencias de la Nación a las provincias; al salario de los estatales nacionales y a los subsidios energéticos, entre otras partidas. La suma rondó $ 2 billones o alrededor de U$S 2.320 millones al tipo de cambio oficial. Milei ya ha desactivado el fondo que financia parte de los salarios docentes provinciales que en 2023 represento $ 333.000 millones.
El tándem Milei-Caputo arrancó con un shock cambiario que subió el tipo de cambio oficial un 118% y provocó una inflación que, de acuerdo a los índices del Indec, fue de un 51% entre diciembre y enero. Con el 15% para febrero, que estiman consultoras, estaríamos en 74% en tres meses.
Un informe de la firma Carlos Pérez, director coordinador de la Fundación Capital, dice que en diciembre el ingreso real de los trabajadores formales, o sea, registrados y bajo paritarias, tocó los mínimos desde la crisis de 2002 y añade que los privados acumulan siete años consecutivos.
Unos siete millones de trabajadores informales perdieron ingresos por alrededor del 30% en diciembre y siguieron sin levantar cabeza en enero.
Estamos hablando de asalariados con sueldos que apenas orillan el 50% de los que cobran quienes están en blanco y que hace rato entraron en la categoría de pobres.
Un emergente directo de este panorama es la caída del consumo: entre 8 y 9 puntos por debajo de enero en los primeros días de febrero, anota la consultora Scentia. Y un derrumbe generalizado en diciembre, dice el Indec: desde 11,9% en industria y en electricidad, gas, agua, hasta 8,5% en el comercio mayorista y minorista y 5,2% en la construcción.
Cayó un 35% la venta de autos
Los autos quedaron afuera del alcance de la clase media. En enero fueron patentadas 33% menos unidades en comparación por igual mes del año anterior, según datos de la Asociación de Cocesionarios Automotores (ACARA).
Las automotrices, que ya habían aumentado sus precios 40% entre fines de noviembre y comienzos de diciembre, aplicaron otro incremento similar a fines de enero.
Tras la caída de 33% en enero, las ventas de febrero registran otra caída de al menos 35%, según estimaciones preliminares de los cocesionarios.
En 2023 la Argentina produjo 615.000 vehículos (de los cuales fueron exportados un 55%) y en el mercado interno fueron patentados casi 450.000 vehículos. Según ACARA, las estimaciones para este año son de una caída de al menos 20%.
“No vamos a volver a un mercado grande en la Argentina, como el de 7000.000 u 800.000 vehículos anuales. Y esto tiene que ver con la exclusión de un montón de gente, consumidores que antes por ahí accedían al vehículo. Va a seguir accediendo una franja media media alta, pero nos falta todavía para incorporar más gente, para llegar a esos números que alguna tuvimos”.
Estancamiento industrial. Pymes anticipan cierres y despidos
El Indice de Producción Industrial (IPI) que elabora la consultora privada FIEL, calculó en el primer mes del año una caía del sector del orden del 6,3% en el marco de un desplome “generalizado” de la actividad, alcanzando a sectores tan diversos como los alimentos y bebidas, textiles, químicos y plásticos, minerales no metálicos, metalmecánica y automotriz.
Con la salvedad de producción de papel y de celulosa y refinación de petróleo, que registraron subas del 1,9% y del 1,1%, respectivamente, en comparación con enero 2023, y de la industria tabacalera, que se mantuvo estable, en enero de este año cayeron todos los demás rubros considerados para la elaboración del indicador mensual.
El peor desempeño se vio entre las empresas que operan en el rubro de la metalmecánica, que produjeron un 18,7% menos que en enero del año pasado.
Esta caída es más que significativa no solo por el porcentaje, sino también por la incidencia del sector en el resto de la actividad económica, por su doble rol, por un lado, absorbiendo insumos e inversiones y, por el otro, con la provisión de insumos y bienes finales a otros sectores económicos y para el consumo final.
Justamente, el segundo rubro con mayor caída, desde la mirada de Fiel, fue el automotriz con una contracción del 16,4% respecto del mismo período de un año atrás. La tercera caída más pronunciada fue la de los minerales no metálicos como cemento, arena, vidrios y otros, con un retroceso del 13%, en el marco de la detención de la obra pública.
En cuarto lugar, se destaca la caída del 8,7% en la producción de industrias metalmetálicas básicas que elaboran, entre otras cosas, chapas, láminas de aluminio, producciones que sirven de insumos para otros sectores de la industria entre los que se pueden contar el automotriz, el autopartista y el alimenticio.
Por debajo del promedio, pero igual con retrocesos destacados, cerraron enero las empresas proveedores de insumos textiles (-2,2%), las de insumos químicos y plásticos (-3,1%) y de alimentos (-4,9%).
Por el lado de las pymes, la Asociación de Industriales Pymes Argentinos (IPA) planteó dos advertencias preocupantes para el corto plazo: que las empresas trasladarán el tarifazo energético a los precios minoristas en marzo y abril y que, de no mediar un volantazo político, se vienen cierres masivos y miles de despidos.
Inflación: con aumentos de hasta 71%
En línea con lo esperado por las consultoras privadas, la inflación experimentó un alza mensual de 20,6% en enero y anotó una variación interanual de 254,2%, la más alta desde abril de 1991, mes en el que empezó a regir la Convertibilidad de Domingo Cavallo.
La medición del Índice de Precios al Consumidor (IPC) se contrajo en casi cinco puntos porcentuales en la comparación con diciembre, cuando avanzó 25,5% por la devaluación de 54% y la desregulación de la economía, sumado a la inercia inflacionaria.
Una dinámica similar ocurrió con los alimentos y las bebidas. En efecto, la división con mayor incidencia en el indicador general también corrigió a la baja en enero al descender de 29,7% el mes anterior a 20,4%, lo que se traduce en una desaceleración de más de nueve puntos porcentuales.
A pesar del menor incremento de los valores de productos alimenticios así como de artículos de limpieza y cuidado personal, buena parte de la canasta relevada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) se incrementó por arriba del 20,6% mensual.
Inflación de enero: los productos que más aumentaron
- Polvo para flan: 71,3%
- Café molido: 70,5%
- Pañales descartables: 65,3%
- Sal fina: 60,4%
- Naranja: 58,4%
- Champú: 57,1%
- Lechuga: 49,3%
- Desodorante: 47,6%
- Detergente líquido: 46,4%
- Jabón en pan: 44,5%
Al mismo tiempo, otros siete artículos experimentaron subas por encima del 40% a lo largo de enero de 2024: lavandina (43,8%), tomate entero en conserva (43,6%), jabón en polvo para ropa (43,6%), pan de mesa (43%), galletitas de agua envasadas (42,1%), salchicha tipo Viena (40,7%) y jabón de tocador (40,7%).
Por el contrario, entre los productos que crecieron por debajo de las dos cifras sólo se registraron la batata (0,6%), el azúcar (0,8%), la papa (0,9%), la banana (5,8%), el asado (6,2%), la paleta (9,1%) y el cuadril (9,4%). El resto de los rubros ajustaron por encima del 10%.
Un informe de la UCA mostró un crecimiento de la pobreza y la indigencia en enero
Un informe reciente de la Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA), dependiente de la Universidad Católica Argentina (UCA), analizó el escenario económico actual, con especial foco en la evolución de las tasas de pobreza e indigencia tras la fuerte devaluación que puso en marcha el Gobierno en diciembre, como parte del programa de estabilización. De acuerdo con las estimaciones preliminares del relevamiento, advierten que la población en situación de indigencia creció “del 9,6% observado en el tercer trimestre de 2023 al 14,2% en diciembre de 2023 y al 15% en enero de 2024”.
El estudio a cargo de ODSA también examinó los niveles de pobreza tras los efectos del impacto inflacionario pos-devaluación.
La investigación puso de manifiesto que el porcentaje de personas en situación de pobreza pasó del 44,7% (medido en el tercer trimestre de 2023) al 49,5% en diciembre de 2023 y al 57,4% en enero de 2024.
El mayor incremento, según ODSA, se experimentó en los hogares de clases trabajadoras o medias no beneficiarias de programas sociales.
En cuanto a las familias destinatarias de políticas sociales, se observó que su nivel de indigencia, en el tercer trimestre de 2023, se ubicaba en el 19,7%, en diciembre de 2023 creció al 28,8% y en enero de 2024 bajó unos puntos, quedando en 23,8%, como consecuencia de las políticas compensatorias aplicadas.
Los residentes en hogares beneficiarios de políticas sociales presentaron un nivel de pobreza del 76,5% en el tercer trimestre de 2023, un 81,9% en diciembre de 2023 y un 85,5% en enero de 2024″, puntualizó el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA.
“La devaluación de diciembre de 2023 incrementó marcadamente los precios generales y, por lo tanto, el valor de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) y de la Canasta Básica Total (CBT)”, detallaron los especialistas.
También remarcaron que el Gobierno incrementó los valores de las transferencias de las políticas sociales con el propósito de “paliar la situación socioeconómica”. Sin embargo, una de las conclusiones centrales del estudio arrojó que “independientemente de estos esfuerzos del Estado y del incremento observado en las fuentes secundarias de las jubilaciones, pensiones y de los ingresos laborales, se incrementó en forma significativa el porcentaje de población en situación de indigencia y pobreza“.
El nuevo salario mínimo sigue bajo la línea de pobreza
El gobierno oficializó que en febrero el salario mínimo vital y móvil subirá a 180 mil pesos y a 202.800 en marzo. Cabe recordar que en enero fue de $156.000, con lo cual la suba de este mes estará en el orden del 15% mientras que, entre enero y marzo, subirá unos 30 puntos.
La medida fue confirmada en la última edición del Boletín Oficial a través de la resolución 4/2024 de la Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, que lleva la firma de su titular, Omar Yasin.
Esos 24.000 pesos quedaron bastante lejos de compensar la pérdida del poder adquisitivo de quienes perciben el haber mínimo.
La publicación en el Boletín Oficial fija el salario mínimo vital y móvil “a partir del 1° de febrero de 2024, en $ 180.000 para todos los trabajadores mensualizados que cumplen la jornada legal completa de trabajo, conforme el artículo 116 del Régimen de Contrato de Trabajo aprobado por la Ley N° 20.744 (t.o. 1976) y sus modificatorias, con excepción de las situaciones previstas en los artículos 92 ter y 198, del mismo cuerpo legal, que lo percibirán en su debida proporción; y de $ 900 por hora para los trabajadores jornalizados”.
El segundo apartado, indica que la cifra “a partir del 1° de marzo de 2023 (sic)”, será de $ 202.800 para los trabajadores mensualizados y de $ 1.014 para los jornalizados.
El precio de la canasta básica
Según los datos de la Canasta Básica del INDEC una persona adulta necesitó en enero pasado $92.415 para no ser indigente y $193.147 para estar por arriba de la línea de pobreza, con lo cual estos 180.000 ya quedan cortos. Por supuesto que la cuenta no es del todo correcta porque se está comparando con la canasta del mes anterior, mientras la inflación sigue viajando cercana al 20%.
Por otra parte, el poder adquisitivo de este nuevo SMVM se diluye si se considera la Canasta Básica Total que incluye bienes y servicios no alimentarios como vestimenta, transporte, educación y salud, entre otros ítems. Por caso, en enero pasado ya que se necesitan 3,3 haberes mínimos para cubrirla.
Según los datos de INDEC, el 14 de febrero de 2024 el valor de 1 (una) Canasta Básica Total tipo 2 llegó a $596.823,18 en el sector de menores ingresos.
Vale agregar que el SMVM marca los ingresos de los trabajadores que están por fuera de los Convenios Colectivos de Trabajo e impacta en el Salario Social Complementario.
¿Qué pasó en el Consejo del Salario?
El Consejo del Salario, que integran representantes del Gobierno nacional, las Cámaras empresarias y las centrales sindicales, se había reunido, pero no alcanzaron un acuerdo acerca del aumento que debía aplicarse al Salario Mínimo.
Tras finalizar el encuentro, la CGT denunció que el Gobierno había hecho “fracasar la reunión” con el “único objetivo de boicotear cualquier posibilidad de acuerdo”.
En un comunicado, la CGT indicó que junto a las dos CTA había llevado como propuesta al Consejo “un 85% de aumento sobre el último monto a partir del 1° de febrero”, lo que fijaba una base salarial en 288.600 pesos.
Las Cámaras empresarias rechazaron ese nivel del incremento, indicó la CGT, que no responsabilizó al sector empresario del desacuerdo sino al Gobierno, porque “evitó por todos los medios posibles que la reunión se desarrollara con normalidad”.
“La irresponsabilidad social puesta de manifiesto por la Secretaría de Trabajo no hace más que confirmar la absoluta ajenidad del Gobierno frente al drama social que atraviesan los argentinos”, había afirmado la CGT.
Luego de esta reunión en la que no se llegó a una definición sobre el nuevo SMVM la Casa Rosada quedó en condiciones de fijar el salario mínimo.
Desde las 11:00 se realizó una nueva concentración en reclamo a equiparar el Salario Mínimo, Vital y Móvil al costo de la Canasta Básica que alcanzó los $596.823 en enero.
La sede de las protestas y manifestaciones fue la Secretaría de Trabajo, ubicada en Leandro Alem 650, bajo la órbita del ministerio de Capital Humano a cargo de Sandra Pettovello.
La convocatoria estuvo cargo de cocineras y coordinadoras de comedores populares, con la adhesión de distintas agrupaciones de izquierda, entre ellas, Libres del Sur, el Movimiento Argentina Rebelde, la Coordinadora por el Cambio Social, el Frente Popular Darío Santillán y el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL).
Además, el titular de Unidad Piquetera, Eduardo Belliboni, encabezó una conferencia de prensa para informar la denuncia penal presentada contra el presidente Javier Milei por incitación a la violencia e intimidación pública.
Motorizó la acción penal el video compartido por el mandatario en el que se lo veía personificado como “Terminator” detectando “enemigos” sindicalistas, diputados y gobernadores. El clip hace especial mención a Belliboni y considera que es “una incitación al delito y una intimidación pública inaceptable legal y políticamente”.
“En el País en el que han sido asesinados Kosteki y Santillán, Fuentealba, Mariano Ferreyra y que la propia vicepresidente CFK sufrió un atentado criminal, no se pueden tomar a la ligera amenazas desde la primera magistratura. Responsabilizamos por cualquier atendido o agresión que sufran los dirigentes sociales y políticos como autor intelectual al presidente Milei”, argumentó el dirigente del Polo Obrero.