Lo dice un informe del Observatorio del Trabajo Informático. También asegura que el Régimen de Promoción de la Economía del Conocimiento se ha convertido en “vector de concentración”. Galperin se defiende en redes, pero sus datos no son todo el relato.
“#DatoMataRelato” fue el hashtag con el que Marcos Galperín publicó en la red social X lo que consideró una respuesta a “diversos actores políticos” que vienen “cuestionaron el impacto fiscal de Mercado Libre”. Acto seguido, publicó los números de su empresa donde afirma que, solo en 2023, “Mercado Libre Argentina aportó al fisco US$ 3.400 millones”.
La reacción se enmarca en una serie de cuestionamientos al gigante del e-commerce argentino por haber sido beneficiado con exenciones impositivas —subsidiados por todos los contribuyentes del fisco argentino— mientras integra el ranking de las 100 compañías más valiosas del mundo.
Pese al descargo de Galperín, sus datos no son los únicos que deberían ser considerados en esta discusión.
¿Promoción o concentración?
La política tributaria de la que viene gozando Mercado Libre proviene del Régimen de Promoción de la Ley de Economía del Conocimiento, que apoya a las empresas caracterizadas por el uso intensivo de tecnología que requieran capital humano “altamente calificado”.
Desde 2022, se calcula que la empresa de Galperín —quien reside en Uruguay y es considerado la persona más rica de la Argentina— ha sido beneficiada gracias a esta política con unos US$ 182 millones en exenciones impositivas, lo que representa el 12% de todas sus ganancias en ese período. Pero eso no es todo.
En los últimos tiempos diversos actores políticos cuestionaron el impacto fiscal de Mercado Libre, resaltando, con malicia, algunos beneficios que recibimos e ignorando completamente todo lo que aportamos. Por eso queríamos contarles la realidad. #DatoMataRelato https://t.co/dU8KjmtzG5
— Marcos Galperin (@marcos_galperin) May 20, 2024
“En 2023, sólo dos empresas, Mercado Libre y Globant, concentraron el 49% de todo el Régimen de Promoción de la Economía del Conocimiento”. El dato fue expuesto por Esteban Sargiotto, director del Observatorio del Trabajo Informático (OTI), durante el Foro del Conocimiento (FoCo) organizado por la Asociación Gremial de Computación y titulado “Presente y futuro del trabajo en Argentina”, que se realizó el jueves pasado en la sede de la Fundación UOCRA.
Contra sus objetivos
Durante el encuentro —que contó con la participación de los actores más relevantes de la industria: el trabajo, las cámaras empresarias, el Estado, las instituciones educativas, organizaciones de la sociedad civil, observatorios y académicos— se debatieron y pusieron en común diversas realidades que atañen al ámbito de la Economía del Conocimiento (EdC), con el objetivo de “propiciar el diálogo productivo entre los sectores” y “realizar un aporte significativo” en la discusión del proyecto de Ley Bases, que se debate en el Senado.
Los datos de Sargiotto se basan en un informe publicado por OTI en abril, en el que relevan cómo el Régimen de Promoción del Software (2004-2019) y su sucesora, la Ley de Economía del Conocimiento (2020 hasta la actualidad) han funcionado para regular el accionar de las empresas del sector IT. “Próximo a cumplir 20 años, este régimen ha beneficiado a un grupo minoritario de empresas”, plantea.
En su primera etapa, según el estudio, los beneficiarios fueron “menos de 500”, y hoy, con la nueva ley, “las empresas rondan las 850-900”, con un universo total que supera las 11.000 compañías (incluyendo microempresas) y con el agregado de que esta legislación excluye explícitamente a los autónomos y a los trabajadores.
De ese universo, sólo el 1% pueden considerarse empresas grandes (+51 trabajadores), entre las que se cuentan Mercado Libre y Globant. Las microempresas, en tanto, son el 76%.
Devolver lo recibido
“La promoción del sector y su definición como industria, que tenía un determinado sentido y motivación en el año 2004, ha cumplido un ciclo y la falta de actualización ha convertido paulatinamente a dicho régimen de promoción en un vector de concentración, contradiciendo sus objetivos y horadando las propias bases para el desarrollo de un ecosistema de empresas locales sano y robusto —agregan en OTI—. Un ejemplo saliente de esta concentración se puede observar en el caso de la empresa Mercado Libre, que concentra, por sí sola, un 20% de todos los beneficios”.
A fines de abril, en la inauguración del “Microestadio Presidente Néstor Carlos Kirchner”, en Quilmes, la expresidenta y vice Cristina Fernández destinó parte de su alocución a destacar que tanto Mercado Libre como Globant —que tiene por CEO a Martín Migoya—se beneficiaron de políticas y exenciones fiscales iniciadas durante el gobierno de Néstor Kirchner.
“Y estuvo bien, porque Globant era pequeñita, y estamos orgullosos —señaló—. Pero son empresas que han cumplido la mayoría de edad. Es hora de que comiencen a devolver todo lo que han recibido”.