Sin el INYM, las cooperativas yerbateras se sumergen en la crisis

El libre mercado hizo que las cooperativas yerbateras y productores de materia prima de yerba mate vean desplomarse los precios. Mientras aumentan las exportaciones para algunos, caen las ventas internas para todos y ya se habla de “destrucción del sector”.

(ANSOL).- Mientras el mercado externo se muestra cada vez más interesado en la yerba de Argentina, a nivel nacional los productores vienen atravesando un momento crítico que se inició después de la publicación del DNU 70/2023 con el que el presidente Javier Milei empezó su plan de libre mercado. Con esa norma, el gobierno libertario le quitó al Instituto Nacional de Yerba Mate (INYM) sus principales funciones, entre las que se destacaba la posibilidad de regular el precio de la materia prima que producen principalmente las cooperativas misioneras.

Como publicó este medio hace semanas, en el primer semestre hubo récord de exportaciones de yerba, pero el fenómeno se dio en paralelo con la crisis interna que atraviesa el sector y que tuvo su punto mediático más fuerte cuando decenas de cooperativistas y productores yerbateros de la provincia de Misiones protestaron frente al Obelisco. Según explicaron, desde que ganó Milei ven como las grandes empresas fijaron el precio de la materia prima y lo llevaron a valores más bajos que antes de la asunción del Gobierno.

El presidente de la Federación de Cooperativas Agrícolas de Misiones Ltda. (FEDECOOP), Gerardo Vallejos, le explicó a ANSOL la situación que atraviesa el sector: “El DNU 70/2023 le sacó al INYM sus principales atribuciones, dentro de las cuales estaba la posibilidad de fijar precios para la materia prima, ya sea la hoja verde o la yerba mate canchada, porque teniendo en cuenta las características del sector, desregular la actividad dejó a la producción primaria, que es el eslabón más débil de la cadena, desprotegido”.

Vallejos recordó que para esta parte del año “se pretendía un precio de 505 pesos el kilo de la hoja verde (con tres se obtiene un kilo de yerba común), y a raíz de este DNU no se pudo ni siquiera mejorar los valores de 370 pesos que se había fijado para principios de año, y para peor, hoy el mercado está pagando muy por debajo, en el orden de los 270 pesos, y estas consecuencias las paga el productor, una diferencia de 100 pesos para abajo”.

En Misiones las desregulaciones del Gobierno de Milei pegaron fuerte, ya que se trata de una provincia donde la industria yerbatera es clave, ya que como explicó Vallejos “es esencialmente minifundiaria, por lo que el efecto de la producción primaria en manos de muchos pequeños productores se ve severamente castigada, porque hay pocos demandantes y muchos oferentes, y esos pocos demandantes se transforman en formadores de precio ajustando los valores para abajo”.

Por ejemplo, Mabel Acosta, de la Cooperativa Agrícola Río Paraná Ltda. que produce la yerba Titrayju contó a ANSOL que “hoy la situación yerbatera está muy difícil, algunos lugares dejaron de cosechar por esta desregulación del INYM, de las plantaciones y fijación de precios que hacía que todo el circuito tuviera una ganancia razonable como para vivir, pero ahora es la ley del más fuerte”.

Acosta aseguró que “la falta de dinero que generó el Gobierno con la paralización de la economía hace que las grandes empresas vayan y le rematen el precio al productor la hoja verde de yerba mate, el sector movía la provincia de Misiones, y hoy por hoy estamos destruidos, esto va a ser como en los años 90s, donde los colonos dejaban las chacras y terminaban en las villas miserias”.

El ex titular del INYM, Jonas Peterson, dijo ante la consulta de este medio que “la cuestión está complicadísima y no pinta bueno el panorama, porque los pagos se fueron alargando con cheques a 30 o 60 días, en algunos casos pagan la cosecha y flete pero con el precio y plazo a definir, y hay bastante producción de yerba pero con precios que nos van a jugar una mala pasada”. Para él la causa de esta situación es “el libre mercado que a nosotros nos destroza, que para colmo de males se le suma la importación de yerba de Brasil y Paraguay que en un momento nos hizo mucho daño”.

Peterson en este contexto no espera un gesto de los grandes comerciantes de yerba, ya que “la industria siempre que pudo nos compró la yerba barata, de hecho hoy los sirios están exportando el 100 por ciento de la yerba que compran a Argentina, y están pagando menos que otros industriales, porque como hay cupo de cosecha donde pueden entregar la yerba, están entregando a cualquier precio”.

El titular de FEDECOOP reveló que “desde la Federación planteamos en todos los ámbitos, a nivel provincial como nacional, que se le devuelva al INYM todas la facultades que les quitaron, porque el instituto se autofinanciaba, el Estado no pone un peso, y ese autofinanciamiento que se da al través del cobro de una tasa servía para financiar programas destinados a ayudar a la producción primaria”.

De hecho, Vallejos destacó que “el propio semáforo que publica CONINAGRO demostró que mientras se regularon los precios, la actividad yerbatera tuvo una pujanza, por lo que tampoco vemos las razones para desregular la actividad que produjo un estado de indefensión que hoy estamos viviendo”. Por último, recordó que ya se vivió “está situación en los 90s, donde muchos pequeños productores han desaparecido, mal vendiendo sus chacras en manos de poderosos, y se vendía la hoja verde a un precio que ni siquiera servía para mantener la cosecha, y fue por eso que se creó el INYM”.

Una alternativa que se está hablando es que se hagan encuentros comerciales organizados por cooperativas yerbateras. Sobre eso, Acosta de Titrayju explicó: “la cuestión pasa porque haya gestión y unidad, porque tenemos recursos y estamos quienes quieren trabajar su producto y remarla, porque hoy el INYM está acéfalo pero hay que buscar la manera de seguir en los eventos o ferias nacionales, aunque esas participaciones también implican una inversión para nosotros”.

Para Acosta, “la única esperanza del productor es que le paguen algo por la hoja verde para poder mandar a los hijos al colegio, porque en marzo se hace la cosecha hasta abril y van sacando fiado mientras se le van concretado los pagos de las ventas”. Y para graficar el cambió de época, contó: “antes con 80.000 kilos de yerba te comprabas una camioneta, pero es abismal cómo fue devaluándose, y hoy el precio manejado por los grandes industriales está pisado”.

Mientras el producto crece en el mundo, los argentinos vemos como el precio aumenta sin que eso implique un beneficio para los propios productores. Un producto nacional que es símbolo de la selección campeona del mundo, pero también un claro ejemplo de cómo afecta el libre mercado.


Fuente: https://ansol.com.ar/sin-inym-yerbateras-cooperativas-crisis/generales/economia/

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