En estos días se produjo un conflicto político entre México y España, a raíz de la negativa de la nueva presidenta de México, Claudia Sheinbaum, de invitar al acto de asunción presidencial al Rey de España, si lo hizo a Pedro Sánchez, el Jefe de gobierno de ese país.
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Y porqué no lo invitó al rey? Porque en marzo del 2019 el saliente presidente mexicano, Manuel López Obrador, le envió una carta donde le solicitaba un pedido de disculpas por la violencia ejercida contra los pueblos indios de México durante la conquista.
Y esa carta nunca fue tomada en cuenta ni respondida, lo que Sheinbaum y López Obrador consideran una actitud soberbia y una falta de respeto. Por supuesto toda la clase política salió en defensa de su rey, y entonces nadie del estado español va a presentarse a la asunción de Sheinbaum.
Y bueno, la verdad que nos parece que esta situación marca una bisagra histórica en los reconocimientos políticos de lo que fue el mal llamado encuentro de dos culturas.
No podemos dejar de recordar lo que fue en 1992 tratar de replicar esa campaña oficial por parte de la mayoría de los estados americanos, las distintas organizaciones indígenas de todo el continente hicieron sentir sus voces en contra de la misma, como por ejemplo la “Campaña continental 500 años de resistencia indígena, negra y popular”.
Tampoco podemos olvidar el conocido discurso del cacique Guaicaipuro Cuauhtémoc en una reunión de Jefes de Estado de la Comunidad Europea, donde se presenta y habla de lo que los europeos solicitan a los pueblos de Abya Yala, mientras que no dicen nada de los 180.000 kilos de oro y los 16 millones de kilos de plata que se llevaron los conquistadores.
En fin, a estas alturas creo que ya no hay ningún tipo de dudas, de que no hubo ningún encuentro de culturas sino una invasión colonizadora.
Entonces vamos a escuchar las voces por un lado de Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum, mientras que en la vereda de enfrente los tenemos a Mario Vargas Llosa, José María Aznar y al propio rey de España, Felipe VI.