El alcalde proeuropeo de Bucarest, Nicusor Dan, se impuso el domingo en segunda vuelta de las elecciones presidenciales rumanas por el 54% de los votos a su rival nacionalista, George Simion.
Por Mario Hernandez.
El candidato George Simion, líder del partido nacionalista Alianza para la Unión de Rumanos, se había impuesto en la primera vuelta con un 40% de los votos.
“George Simion es un candidato soberanista que quiere defender a su país de la burocracia y las políticas disgregadoras de la soberanía rumana que vienen de Bruselas. Este candidato no es ni de la extrema derecha, ni es prorruso, es pro-rumano y en el contexto de Rumanía, significa ser neutral y crítico con la Unión Europea y con la OTAN”, aseguró G. Rocafort, economista español.
“Simion busca hacer frente a las injerencias extranjeras, sobre todo de los ingleses quienes se salieron de la Unión Europea con el Brexit y, sin embargo, están más dentro que nunca”, agregó.
El periodista recordó que “Simion dijo que si es elegido presidente nombraría primer ministro a Georgescu. Esto significa que actuarán como una pinza”. A pesar de que los medios lo califican de “ultra” y “títere de Putin”, Simion no es el primer político europeo que critica a la UE y a la OTAN.
Y EE UU está preocupado, porque tiene, junto a la OTAN, bases y contingentes militares en ese antiguo país comunista que posee costa en el Mar Muerto y es limítrofe con Ucrania.
“El pueblo, al final, cuando sufre presiones globalistas, mundialistas, reacciona aumentando el apoyo porque siente que su soberanía ha sido violada por parte de Bruselas”.
En ese sentido, resumió que “el malestar de Bruselas es galopante y desenfrenado y se manifiesta como enemiga de la soberanía de las naciones”.
“Por la propia lógica de las estructuras políticas transnacionales, no van a dejar de luchar por esa inercia de ir adquiriendo cada vez más poder. Por lo tanto, el resultado de estas elecciones les genera un disgusto muy importante”.
Simion (Alianza por la Unión de los Rumanos, AUR) logró el 40,79 % de los votos, mientras que Dan, alcalde de Bucarest (independiente), alcanzó el segundo lugar con un 20,97 %, superando así al otro gran favorito, el candidato de la coalición gobernante respaldada por el Partido Socialdemócrata de Rumanía (PSD) y el Partido Nacional Liberal (PNL), Crin Antonescu, quien sumó un 20,18 % de los apoyos.
Por detrás había quedado el ex primer ministro Víctor Ponta (independiente, 13,13 %) y Elena Lasconi (Unión Salvar Rumanía (USR), 2,68 %). La Autoridad Electoral Permanente informó que participó un 53,21 % del electorado.
Esas elecciones fueron una repetición de las celebradas el 24 de noviembre, anuladas por el Tribunal Constitucional tras la victoria del ultraderechista Calin Georgescu. El heredero de Georgescu sería Simion.
El Constitucional argumentó irregularidades en la financiación y una supuesta de injerencia rusa. La controvertida anulación de los comicios desató una oleada de protestas en las principales ciudades del país.
Nada más conocerse los resultados a pie de urna, Simion publicó un mensaje en redes sociales en el que reiteró su lealtad a Calin Georgescu, vencedor de las elecciones del pasado 24 de noviembre, anuladas por los tribunales.
«Hoy hemos escrito juntos la Historia. Vamos hacia un resultado excepcional, mucho mejor que la televisión del sistema nos presenta», afirmó antes de acusar a los medios tradicionales de «fomentar la división y extender el veneno y las mentiras». «¡Hoy ha votado el pueblo de Rumanía! ¡Hoy ha hablado el pueblo de Rumanía! Es el momento de que se le escuche», sostuvo.
Sobre Georgescu, Simion había asegurado que «Rumanía necesita su sabiduría» y reiteró que es él quien «por derecho debería ocupar la Presidencia». «No quiero el poder para mí mismo. Estoy aquí para restablecer el orden constitucional. Quiero democracia. Quiero normalidad y solo tengo un objetivo: devolver al pueblo rumano lo que le han quitado. Por decirlo sencillamente, colocar de nuevo al pueblo limpio y digno en el centro de las decisiones», subrayó.
Por su parte, Dan habló pasada la medianoche para dar las gracias a quienes votaron por su candidatura y «también a los votantes de los otros candidatos porque ha sido un proceso democrático» que el país «necesitaba».
«Tendremos una segunda vuelta extremadamente difícil con un candidato aislacionista. No será un debate entre personas, sino entre una orientación prooccidental y una orientación antioccidental. De eso se tratará la segunda ronda», declaró.
En este sentido, había subrayado que su «tarea» de cara a la próxima cita en las urnas sería «convencer a los rumanos de que Rumanía necesita una orientación prooccidental». «En esto se centrará nuestra campaña durante las próximas dos semanas».
Muchos rumanos se movilizaron para cambiar la tendencia
Un elemento clave fue la mayor participación que fue casi del 65%, frente al 53% de la primera vuelta. De todos modos, la sumatoria de votos de Dan (21%) más el 20% de Antonoscu (coalición gobernante) y el 13% del ex primer ministro, Víctor Ponta (13%) sumarían el 54% obtenido por Dan.
Dan, un matemático de 55 años y ex activista anticorrupción que fundó el partido Unión Salvar Rumania (USR) en 2016, se postuló con una plataforma europeísta “Rumania Honesta”. Es un europeo convencido y un ferviente partidario de Ucrania.
El mandato presidencial dura cinco años y conlleva poderes significativos de toma de decisiones en seguridad nacional y política exterior. Y otorga competencias para nombrar puestos clave y participar en las cumbres de la Unión Europea y de la OTAN.
Pero Simion, lejos de admitir su derrota, se proclamó “nuevo presidente de Rumania” alegando “fraude”. Simion es crítico de las “políticas absurdas de la UE” y los “burócratas sin rostro”., quiere que se ponga fin a la ayuda militar a Ucrania y exige “una compensación financiera” por el apoyo brindado hasta ahora.
Fuentes: SPUTNIK / LA HAINE, Resumen Latinoamericano, Perfil, Associated Press, Clarín