Panorama económico actualizado al 14.6.2025
Economía: ¿Qué festeja Milei?
Mario Hernandez
Tras conocerse el dato de inflación de mayo, que marcó 1,5%, el número más bajo desde mayo de 2020, el presidente Javier Milei y ministros celebraron el logro en redes sociales.
El costo de vida subió 1,5% en mayo último mientras que la inflación interanual fue del 43,5%, el índice de precios más bajo en los últimos cinco años. Además, en los primeros cinco meses de este 2025, los precios subieron 13,3%.
El rubro de “Comunicación” fue el más alto con 4,1% de variación mensual, seguida por Restaurantes y hoteles (3%).
A su vez, “Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles se ubicó por encima del nivel general en 2,4%. Llamativamente los alimentos y bebidas no alcohólicas variaron 0,5% en mayo. Sin embargo, el consumo sigue en caída y las familias están cada vez más endeudadas.
El gobierno apunta a mantener el “dólar electoral” hasta las elecciones de octubre con un fuerte y costoso endeudamiento público.
El gobierno festejó el dato y busca instalar que sus políticas fueron efectivas. El presidente Javier Milei tuiteó “el mejor ministro de economía de la historia argentina… por lejos…”, en referencia al ministro de Economía, Luis Caputo. Sin embargo, detrás de la desaceleración inflacionaria que poco se siente en los bolsillos de las clases trabajadoras, se esconde una acumulación de desequilibrios. El tipo de cambio “pisado” sobre la base de un fuerte endeudamiento externo público actúa como un factor atenuante de la inflación, que se suma al ajuste recesivo que desplomó los ingresos y el consumo. En marzo la economía se contrajo 1,8% respecto al mes anterior.
En abril el Fondo Monetario Internacional (FMI) acordó un nuevo préstamo con Milei por otros U$S 20.000 millones, que se suman al acuerdo pautado desde el macrismo. Así, la Argentina encabeza el ranking de los países más endeudados con el organismo internacional, con una deuda de U$S 63.986 millones. La cifra representa más del cuádruple del monto adeudado por Ucrania, que se encuentra en el segundo lugar, de acuerdo a la Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG).
Se suma a ello la “ayuda” del gobierno norteamericano a Milei. El Fondo viene de posponer la revisión del 13 de junio para fines de julio, donde el Gobierno tenía que cumplir una meta de acumulación de reservas netas de U$S 4.500 millones.
Pero además de la deuda con organismos internacionales, el “endeudador serial” Caputo sigue emitiendo todo tipo de bonos para atraer fondos especulativos extranjeros en base a tasas de interés exorbitantes. Un Bonte por U$S 1.000 millones, sumado a un Repo el miércoles por U$S 2.000 millones que involucra a siete bancos internacionales y establece una tasa de interés elevadísima en dólares del 8,25% anual. Y así, se estima que emitirá deuda de hasta U$S 7.000 millones en el año.
De esta forma, busca sostener las reservas del Banco Central en base a nueva deuda, cada vez más cara, que va generando una bomba de tiempo difícil de evitar, mientras por otra ventanilla paga millones de dólares en intereses. Hay pérdida de reservas, aun cuando el superávit comercial de 2024 fue extraordinario (casi 19.000 millones de dólares). Cuando los fondos especulativos decidan retirarse no habrá posibilidad de endeudamiento que alcance, y más tarde que temprano podrá verse forzado a una devaluación que intentarán descargar sobre los trabajadores.
Lejos de fortalecer la economía del país, estas medidas sólo profundizan las contradicciones estructurales y garantizan el sometimiento a las políticas de ajuste dictadas por el FMI. Es necesario ponerle un freno desde abajo, y rechazar mediante la movilización popular este endeudamiento fraudulento a la medida de las ganancias de un puñado de especuladores, peleando a su vez una salida favorable a las mayorías trabajadoras.
La libertad de ser pobre avanza
Es difícil imaginar una familia celebrando frente al televisor cuando el Gobierno anunció que la inflación fue del 1,8%. Desde Casa Rosada lo festejaron con bombos y platillos, pero en la mesa del hogar saben lo que realmente ocurre: aumento la venta de alitas, menudos y carcasas de pollo. La crisis popularizó los cortes más baratos, que subieron un 11% en abril, cinco veces más que el INDEC.
La consultora Zubán Córdoba salió a la calle y confirmó lo que todos sienten: ocho de cada diez personas creen que los precios siguen subiendo. Cuando se preguntó si la inflación impactó en la vida cotidiana en los últimos cinco meses, un 57,7% respondió que sí, y un 21,9% que sí, moderadamente. Es decir, más del 70% siente el golpe inflacionario en carne propia. Solo dos de cada diez minimizaron el impacto.
A pesar de 16 meses consecutivos de caída del consumo, el Gobierno se aferra a la desaceleración inflacionaria minimizando que los rubros que más aumentaron fueron alimentos y bebidas, educación y transporte. Celebran un modelo que acumula salarios cada vez más bajos, sin obra pública y con tarifas de servicios, alza en precios de alquileres y carne, que ahora se vende en cuotas. Un camino directo al abismo.
Por eso decimos que nunca se trabajó tanto para ganar tan poco. Oficialmente dos millones y medio de argentinos trabajan 17 horas por día. Aunque la bandera del Gobierno es el combate contra la inflación, los principales perjudicados son los trabajadores. Según el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP), encabezado por Claudio Lozano, la precarización laboral alcanza al 42% de la población activa. Entre los jóvenes, ese porcentaje sube al 71,7%.
El propio INDEC informó que el 50% de los trabajadores registró ingresos por debajo de los $600.000 en el último trimestre de 2024. No sólo se trata de magros ingreso, el gran problema es lo que se ha perdido desde la llegada de Milei al gobierno: un trabajador formal promedio perdió casi 2.000.000 de pesos en términos reales. En el caso de los estatales, el deterioro es aún peor: la pérdida acumulada supera los 6.000.000.
Ese matrimonio que ve las noticias y duda del 2,8%, con más o menos detalles, porque ya despidieron a un familiar o un vecino, sabe que desde que Milei es presidente desaparecidas 13.111 pequeñas y medianas empresas y se destruyeron 219.670 empleos registrados.
Pese a este panorama, Argentina sigue perdiendo oportunidades. Recostado en un alineamiento enfermizo con los Estados Unidos, el gobierno de Milei ignoró el encuentro de la CELAC en Beijing y se negó a firmar un documento respaldado por 32 de los 33 países de América Latina y el Caribe. En esa cumbre participaron Lula, Petro y Boric, entre otros. Además de líneas de crédito se firmaron acuerdos comerciales en el marco de la Nueva Ruta de la Seda, el megaplan de infraestructura impulsado por China. Mientras tanto, el comercio entre China y la región alcanzó los 515.000 millones de dólares en 2024.
Ahora la atención se centra en Tierra del Fuego, donde 7.000 puestos de trabajado están en riesgo tras el anuncio del gobierno de reducir un 30% los aranceles para productos electrónicos, tanto nacionales como importados. El gobernador Gustavo Melella advirtió que demandará al Estado si avanza esta medida. La UOM declaró un paro total por tiempo indeterminado. Frente a esta situación, el ministro Federico Sturzenegger ironizó con crueldad: “Tierra del Fuego debería convertirse en un parque de diversiones de nivel mundial”.
Es la muestra más clara de un gobierno que desprecia la industria nacional y las realidades del interior del país. Tierra del Fuego es la provincia más austral y para acercar familias se le otorgó un régimen fiscal especial que la exime o reduce significativamente los impuestos para fomentar la promoción del desarrollo económico y la industria nacional.
En línea con su modelo de país para unos pocos, el Gobierno impulsa ahora el fondo de cese laboral, que busca reemplazar las indemnizaciones por despido previstas en la Ley de Contrato de Trabajo. La propuesta es un sistema similar a un seguro, pagado mensualmente por el empleador, que el trabajador cobra al ser despedido. No hay garantía mínima sobre el monto, y representa un nuevo retroceso en derechos laborales.
No quieren dejar nada en pie. Desmantelan lo público y desprecian a los trabajadores. Fomentan el odio al migrante, intentando instalar un enemigo donde nunca lo hubo, sembrando división en un país que no se caracteriza por odiar a sus vecinos. Y utilizan las fuerzas de seguridad para seguir reprimiendo a los jubilados y toda protesta legítima. Pero van acumulando bronca en el pueblo.
Una familia tipo necesitó $1.110.624 para no ser pobre en mayo
Una familia compuesta por dos adultos y dos menores requirió ingresos por al menos $1.110.624 para no ser considerada pobre en mayo de 2025. Al mismo tiempo, los hogares integrados por cuatro integrantes precisaron un mínimo de $500.281 para no quedar bajo el umbral de la indigencia, menos que el mes previo debido al a estabilidad de los precios de los alimentos.
La canasta básica alimentaria (CBA) fue de -0,4% mientras que la de la canasta básica total (CBT) fue de 0,1%. Las variaciones de la CBA y de la CBT resultaron de 29,3% y 30,5% en términos interanuales y acumulan en el año incrementos de 11,3% y 8,4% respectivamente”, explicó el INDEC.
Los servicios aumentaron hasta 707%
Se publicó un informe que muestra que en el primer año del gobierno de Javier Milei, la clase media sufrió un fuerte deterioro en su poder adquisitivo y en su acceso a bienes y actividades. Así, obligó a cambiar la forma en que consumen, dejando de lado productos tradicionales y perdiendo calidad de vida.
A lo largo del primer año de gobierno, la inflación de los servicios fue más alta que la de los bienes en 11 de los 12 meses, por lo que las familias tuvieron que redistribuir su presupuesto y los servicios aumentaron un 33% más en comparación con los bienes. Esta diferencia genera un “efecto tijera”: mientras los ingresos intentan seguir el ritmo de la inflación general, el costo de vida sube mucho más por el lado de los servicios.
En la Ciudad de Buenos Aires, el gas subió un 631%, el transporte un 707%, la electricidad un 390% y el agua un 350%. A diferencia de los alimentos, cuyos precios subieron en menor medida, los servicios registraron aumentos mucho más altos, afectando de forma directa el bolsillo de la clase media.
El Centro R.A. de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, que promueve y difunde estudios sobre políticas para el desarrollo argentino comparó datos de consumo, inflación e ingresos, centrados en la clase media, y se reveló una reconfiguración forzada del gasto familiar. En el primer año de la gestión, el 59% del gasto de los hogares se destinó a servicios, un aumento de 10 puntos porcentuales respecto al año anterior.
A pesar de que los salarios aumentaron en términos nominales, el poder real de compra bajó porque las familias tuvieron que destinar más dinero a pagar gastos fijos indispensables.
El informe también muestra un panorama difícil para la clase media argentina. Allí, la recuperación salarial hacia fines de 2024 parece positiva, pero es engañosa frente al ajuste que tuvieron que hacer las familias en sus gastos. Muchas personas tuvieron que cambiar lo que compran porque los precios relativos de los productos y servicios cambiaron mucho.
Para ser considerado clase media en el tercer trimestre de 2024, una persona debía tener ingresos mensuales entre $372.000 y $1.192.000. Esto exigía una suba del 125% desde el inicio del gobierno. Sin embargo, los salarios aumentaron en promedio un 119%, lo que no alcanza para sostener esa posición social.
CABA: Cuánto tiene que ganar una familia por mes para ser de clase media
Una familia tipo necesitó ingresos por al menos $1.868.181,91 para ser considerada de clase media en mayo de 2025 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). Al mismo tiempo, las estadísticas oficiales mostraron que el mismo grupo precisó $1.181.436 para no quedar bajo la línea de la pobreza.
Ambas canastas aumentaron por debajo del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de la Ciudad de Buenos Aires, que en febrero marcó un alza del 1,6%. En la comparación interanual, la CBA acumuló un incremento del 31%, mientras que la CBT trepó un 37,36%. La diferencia entre ambas se explica por la inclusión de bienes y servicios no alimentarios en la segunda.
De todos modos, tanto los valores que marcan las líneas de pobreza e indigencia se ubicaron muy por debajo del incremento interanual del IPC porteño, que alcanzó el 48,3%. Este porcentaje, además, se habría ubicado por encima del índice a nivel nacional correspondiente al mismo período.
El IDECBA clasifica a las personas según el nivel socioeconómico de su hogar, lo que permite identificar a los sectores más vulnerables en términos de pobreza e indigencia y distinguir la heterogeneidad de los sectores no pobres de manera de facilitar un análisis más integral de la situación social, la de cada uno de los estratos definidos y su evolución a lo largo del tiempo.
Canastas en CABA: cómo se clasifica cada nivel socioeconómico
- En situación de indigencia: Hogares cuyo ingreso total mensual no alcanza para cubrir la Canasta Básica Alimentaria (CBA – Línea de indigencia). En diciembre formaron parte de este intervalo quienes percibieron ingresos menores a $637.167,29.
- En situación de pobreza no indigente: Hogares cuyo ingreso total mensual no alcanza para cubrir la Canasta Básica Total (CBT – Línea de pobreza) pero permite al menos adquirir la CBA. En esta situación se encuentran quienes perciban ingresos entre$637.167,29 y $1.181.435,67.
- No pobres vulnerables: Hogares cuyo ingreso total mensual es de al menos la CBT y no alcanza la Canasta Total (CT) del Sistema de Canastas de Consumo. El intervalo de familias con ingresos entre $1.181.435,67 y $1.494.545,52.
- Sector medio frágil: Hogares cuyo ingreso total mensual es de al menos la CT y no alcanza 1,25 veces la CT del Sistema de Canastas de Consumo. Quienes percibieron entre$1.494.545,52 y $1.868.181,90.
- Sector medio “clase media”: Hogares cuyo ingreso total mensual es de al menos 1,25 veces la CT y no alcanza 4 veces la CT del Sistema de Canastas de Consumo. Los grupos que tuvieron ingresos que van de los$1.868.181,90. a los $5.978.182,11.
- Sector acomodado: Hogares cuyo ingreso mensual es de cuatro veces o más la CT del Sistema de Canastas de Consumo. De $5.978.182,11 en adelante.
La actividad económica cayó 1,8% en marzo
A contramano del sendero alcista que venía transitando, la actividad económica cayó 1,8% en marzo en términos mensuales desestacionalizados y quebró una racha de 10 meses consecutivos de repunte. La tensión provocada por la falta de definiciones respecto a las modificaciones del esquema cambiario introdujo ruidos en la economía durante el tercer mes del año.
Al mismo tiempo, el rubro Comercio mayorista, minorista y reparaciones (9,3% ia) fue el de mayor incidencia positiva en la estadística anual, seguida de Intermediación financiera (29,3% ia) e Industria manufacturera (4,2% ia).
Por el contrario, cinco sectores de actividad registraron caídas en la comparación interanual, entre los que se destacan Electricidad, gas y agua (-4,3%) y Hoteles y restaurantes (-3,6% ia). Estos segmentos, junto con Administración pública y defensa; planes de seguridad social de afiliación obligatoria (-1,1% ia), le restan 0,19 puntos porcentuales al crecimiento interanual del indicador.
A propósito de la contracción mensual, la mayor parte de los analistas la asocian con la zozobra cambiaria que se vivió en marzo cuando el Banco Central de la República Argentina (BCRA) no paraba de vender divisas mientras aumentaba la presión por conocerse el nuevo esquema cambiario.
La actividad económica de marzo 2025
Sin embargo, la tendencia contractiva se habría revertido en abril ya que la flexibilización parcial del cepo cambiario no implicó un salto significativo en el tipo de cambio oficial. De hecho, la inflación se desaceleró de 3,7% a 2,8% en el cuarto mes de 2025.
“El comportamiento dual puede explicarse por varios factores. Por un lado, el crecimiento interanual refleja en buena medida un efecto arrastre por la baja base de comparación, ya que en marzo de 2024 el EMAE había registrado una fuerte caída del 8,4%. Por otro lado, la contracción intermensual podria deberse a la salida del cepo cambiario y a cambios en las expectativas económicas”, analizaron desde CEPEC.
“El acumulado del primer trimestre mantiene un crecimiento del 6,1%, pero los riesgos a futuro incluyen posibles arrastres del sector energético y la evolución del consumo ante la nueva dinámica de precios“, concluye el documento.
La construcción reportó una caída de la actividad
Casi el 7 de cada 10 empresarios de la construcción afirman que el nivel de actividad cayó con respecto al año anterior, según los resultados de la 26ª edición del Estudio de Opinión Construya (EOC), mientras, en Santa Fe, la General Motors prolonga las suspensiones hasta fin de año.
El estudio, que se llevó a cabo entre el 31 de marzo y el 25 de abril de 2025, encuestó a 506 profesionales de la cadena de valor de todo el país.
A nivel nacional, el 69% de los participantes experimentaron una disminución en su nivel de actividad con respecto al año anterior.
La contracción de la actividad fue la respuesta mayoritaria en todas las regiones del país durante los últimos doce meses.
En la Región Buenos Aires, el 69% de los encuestados también sostuvo que experimentó una caída en su actividad. Solo el 17% reportó un mantenimiento y el 14% una mejora.
Para la «amplia mayoría» que experimentó una caída interanual, esta fue superior al 20%. Para otro «grupo relevante», la baja se ubicó entre el 10% y el 20% anual. Entre quienes reportaron mejoras, la mayoría indicó que la suba fue inferior al 10% anual.
Las principales dificultades identificadas a nivel general para la industria fueron el mayor costo de la construcción, la baja demanda del mercado y la incertidumbre cambiaria.
En la Región Buenos Aires, las dificultades principales fueron el «mayor costo de construcción con el 26%», la «incertidumbre por el tipo de cambio con el 15%», la «menor demanda del mercado con el 14%», y la «menor disponibilidad de financiamiento y escases de mano de obra calificada con el 8%».
Es relevante destacar que para los arquitectos la escasez de mano de obra calificada fue la segunda dificultad en importancia.
A pesar de este panorama de caída en la actividad, el Indicador de Expectativas Construya (IEC) mostró un panorama «mayormente optimista a nivel nacional» para los próximos doce meses.
Sin embargo, en la Región Buenos Aires, aunque un 45% sostuvo que su actividad aumentará, el 29% esperaba un menor nivel de actividad. A nivel nacional, un 24% esperaba una disminución.
La «restricción de acceso a financiamiento» continuó siendo una cuestión relevante. Un 30% de los encuestados indicó que se autofinancia, y un 24% respondió que no utiliza herramientas de financiamiento.
General Motors prolonga las suspensiones hasta fin de año
La planta de General Motors en Alvear, Santa Fe, enfrenta un nuevo revés. La compañía confirmó que interrumpirá su producción durante todo junio y que sumará una semana de suspensión mensual hasta diciembre, una medida que profundiza la crisis que afecta a la industria automotriz desde el año pasado.
La decisión fue comunicada en una reunión entre representantes de la empresa y del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata), liderado en Santa Fe por Sergio Gazzera. Según trascendió, durante junio se realizarán tareas de mantenimiento por 15 días, acompañadas de suspensiones temporales del personal, mientras que el resto del mes los empleados deberán tomar vacaciones.
La novedad más preocupante es la extensión del esquema de suspensiones: una semana sin producción cada mes hasta diciembre, lo que genera incertidumbre entre los 600 trabajadores afectados. Actualmente, se negocia si continuará el esquema de pago del 75% del salario bruto o si habrá un recorte más severo. Desde el gremio no descartan que diciembre acumule aún más días sin actividad, también cubiertos con días de descanso.
En un comunicado, General Motors justificó la medida por “la necesidad de adecuar la planificación regional de producción”, y aseguró que no habrá impacto en la provisión de vehículos al mercado argentino ni en las inversiones para modernizar la planta, orientadas a la fabricación de una nueva generación del SUV Tracker.
Sin embargo, la empresa evitó profundizar en los motivos económicos de fondo. Según fuentes gremiales, el freno responde a una baja en la demanda regional y a la creciente competencia en el mercado brasileño, principal destino de las exportaciones de la Tracker fabricada en Alvear. En ese país, el mismo modelo también se produce localmente y enfrenta ahora la irrupción de vehículos chinos con mejor equipamiento y precios más competitivos, lo que complica la colocación del producto argentino.
Mientras tanto, los trabajadores siguen con preocupación las negociaciones salariales y esperan certezas sobre sus ingresos en los meses que restan del año.
El FMI le da tiempo a Javier Milei para que consiga los dólares
El Fondo Monetario Internacional (FMI) dio tiempo al Gobierno de Javier Milei para acercarse a la meta de acumulación de reservas del próximo 13 de junio a la que, hasta ahora, no llegó. El plan es estirar la fecha del Directorio para que, al momento de aprobar el primer desembolso el nuevo programa, la gestión libertaria haya logrado financiamiento externo sin el ruido que le puede ocasionar un waiver (exención) en los mercados.
Las fechas se postergarán hasta el séptimo mes del año. “La meta no se cumple y el Fondo quiere cuidar la relación”, señaló un trader al tanto de los rumores en el distrito financiero de la Gran Manzana. ”
La estrategia es que Argentina pueda demostrar, entre el resultado negativo del conteo que harán los técnicos del Fondo y la sesión de los representantes de los países que integran la organización, que fue exitoso en conseguir financiamiento externo. Tal como adelantó el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, la administración libertaria tiene más fuentes de fondeo en el radar que sólo la acumulación de reservas vía compras en el mercado único y libre de cambios, a la que no quiere recurrir si el tipo de cambio no llega al mínimo posible.
“En tal caso (escenario base del equipo económico según lo expuesto en el anuncio del acuerdo con el FMI), las reservas netas mejorarían como máximo US$1.000 millones, por lo que el BCRA tendría que acumular alrededor de US$4.000 millones en tres semanas”, detalló Portfolio Personal de Inversiones (PPI).
Otra suma importante a tener en cuenta para el cálculo es el pago del segundo vencimiento del año de los tenedores de Bonares y Globales, reestructurados en octubre de 2020. El próximo 9 de julio vencen USD 4.500 millones. El asesor de Caputo y director del BCRA, Federico Furiase, aseguró en un evento de Adcap Grupo Financiero y DLA Piper a fines de abril: “El Tesoro tiene los dólares para el pago de julio, tiene una parte en el Banco Central, la otra parte el Tesoro se lo comprará al Central. Ya está asegurado el pago de julio, no hace falta ir al mercado”.
En ese contexto, Argentina deberá pedir un waiver para pasar el examen de junio y obtener el giro de divisas. Si el Board se reúne cerca de la fecha de la revisión, la noticia tendría una repercusión negativa en los mercados y puede arruinar las condiciones a las que quiere llegar el Banco Central en las negociaciones por el préstamo con bancos, además de destruir la expectativa de que el riesgo país, hoy en la zona de los 650 puntos básicos, va a seguir bajando. Posponer la reunión de Directorio aleja un acontecimiento del otro, disipa el ruido y permite al Gobierno obtener el financiamiento externo que busca.
Caputo toma deuda por U$S 7.000 millones
El martes 10 de junio Luis Caputo estuvo en el stream libertario “Carajo” donde aseguró que el FMI está “contentísimo” con cómo funciona el programa económico. El Fondo viene de posponer la revisión del 13 de junio para fines de julio, donde el Gobierno tenía que cumplir una meta de acumulación de reservas netas de U$S 4.500 millones.
Milei y Caputo están decididos a no comprar dólares dentro de la banda cambiaria ante el peligro que esta pueda generar una suba del tipo de cambio que se traslade a la inflación y se caiga el único caballito de batalla del plan económico, un dólar sostenido a base del endeudamiento. Un plan de patas cortas que hipoteca el futuro del país.
Así el Gobierno emitirá deuda de hasta U$S 7.000 millones en el año. El miércoles licitará deuda por hasta U$S 2.000 con bancos internacionales a una jugosa tasa del 8,8% anual en dólares. A lo que suma la emisión de un bono para absorber los pesos que las empresas tienen atrapados en pagos de deuda comercial y utilidades sin girar.
El Gobierno viene de colocar el Bonte, un bono al 2030 por el que captó u$s1.000 millones, que pasaron a las reservas del BCRA. La Secretaría de Finanzas del Ministerio de Economía anunció que incorporará, en el cronograma de licitaciones de títulos públicos para 2025, la modalidad de suscripción directa en dólares, es decir sin pasar por el MULC.
Además, en contradicción con lo que ellos mismos decían hace un mes, anunciaron que “se eliminarán los plazos mínimos de permanencia para no residentes que inviertan a través del Mercado Libre de Cambios (MLC) o en colocaciones primarias del Ministerio de Economía con vencimientos superiores a seis meses”.
Hace apenas un mes el BCRA consideraba necesario “establecer un horizonte temporal mínimo que opere como una medida prudencial destinada a restringir la entrada de capitales con perfiles marcadamente especulativos”. La debilidad económica del Gobierno hace borrar lo escrito. Libertad, pero para los especuladores.
A pesar del salvavidas de plomo que le tiró el FMI el mes pasado a Milei con un nuevo acuerdo de 20.000 millones de dólares, la economía argentina sigue sin repuntar a lo que suman una deuda externa cada vez más grande e impagable. Con grandes beneficios para bancos y especuladores, una oda a la bicicleta financiera o carry trade.
La izquierda es el único sector político que plantea abiertamente la necesidad impostergable de rechazar el pacto con el FMI, para poner fin al flagelo que significa para las mayorías sociales vivir bajo la bota de este organismo. Hace ya 7 años que volvió el FMI, de la mano de Mauricio Macri, fue legitimado en el Congreso en 2022 por el peronismo, y este nuevo programa de facilidades extendidas garantiza al menos 10 años más.
En concreto esto se traduce en la continuidad del ajuste del gasto, que es menor plata para salud, educación, realización de obras públicas, tarifazos en los servicios (luz, gas, transporte, agua), despidos de empleados públicos. Seguir hundiendo las jubilaciones y pensiones, que desde que volvió el FMI perdieron un 50 % de poder de compra. Pero también da vía libre a una nueva ola de privatizaciones de empresas públicas y de reformas estructurales. Y la entrega de bienes comunes naturales considerados estratégicos a empresas estadounidenses, como el litio.
Además del rechazo soberano de la estafa de la deuda, la nacionalización del sistema bancario y el comercio exterior bajo administración de los trabajadores, son medidas complementarias que permitirían evitar la gran fuga de capitales y las maniobras especulativas, que alimentan las expectativas devaluatorias. Además, se podrían generar créditos baratos para el pequeño comercio y el pueblo trabajador y cuidar el ahorro nacional. Estas medidas forman parte de un planteo que patea el tablero por una salida de fondo, para empezar a planificar la economía desde abajo, en función de las necesidades de las grandes mayorías y no de las ganancias.
Caputo nos volvió a endeudar
Por Gladys Stagno
Esta vez fue a través de un REPO por US$ 2.000 que ofrece bonos del Banco Central como garantía y vence en dos años. ¿El plan? Subir reservas, cumplir con la revisión de FMI y bajar el riesgo país… para endeudarse más barato en el futuro.
Con la intención de congraciarse con el Fondo Monetario Internacional (FMI) pero sin salir a comprar dólares, el Gobierno volvió a endeudarse. Esta vez lo hizo a través de un préstamo REPO por US$ 2.000 millones con siete bancos internacionales cuyos nombres no trascendieron. Deberá devolverse en el plazo de 2 años a una tasa del 8,25% anual.
Esta nueva deuda se suma a los US$ 1.000 del REPO de diciembre pasado, los US$ 20.000 del FMI y los US$ 12.000 pedidos al Banco Mundial en abril, más los $1.000 obtenidos de bonistas privados (a una exorbitante tasa de 29,5% anual) en mayo.
La intención de Luis Caputo, cuyas ideas fuera del endeudamiento no abundan, es incrementar las reservas del Banco Central (BCRA), tal como lo pide el FMI, pero sin salir a comprar dólares. Y, de esta manera, evitar un aumento de la divisa que sí o sí impactaría en precios, justo en un momento donde el Gobierno pudo salir a celebrar una inflación del 1,5% en mayo, la más baja en cinco años.
Qué significa
Este REPO tiene fecha de vencimiento en abril de 2027 y se concretó contra entrega de bonos del BCRA en garantía. Es decir: los bancos privados compraron en dólares esos títulos del Central (BOPREAL Serie 1-D) en subasta, a cambio del compromiso del BCRA de que estos serán recomprados al cabo de dos años a un valor 8,25% anual más caros.
El ministro de Economía busca captar así unos US$ 5.000 millones para cumplir con las metas del FMI, cuya próxima revisión será el 30 de junio, y también para reducir el riesgo país y seguir obteniendo deuda de los mercados privados de crédito, pero a un interés más bajo.
En el stream libertario Carajo de este lunes, Caputo ya había anunciado la toma de nueva deuda y el levantamiento de los plazos de permanencia (parking) de seis meses para los capitales no residentes.
Si bien el titular del Palacio de Hacienda logró que la vocera del FMI, Julie Kozack, celebrara públicamente sus medidas, no todo ese dinero impactará en reservas y la estrategia de mantener el dólar barato está saliendo cara. Por eso, y para cubrir la sangría, Caputo ya planea emitir bonos con suscripción en dólares por hasta US$ 7.000 millones.
El mercado tampoco respondió como lo esperaban desde el Gobierno: ni los dólares “del colchón” llegaron a la economía, ni el riesgo país cayó significativamente después del REPO (cerraba este jueves unos 30 puntos menos que el miércoles).
Y es que el horizonte de “ordenar la macro” está lejos, ya que entre hasta diciembre de 2025 vencen cerca de US$ 66.000 millones. Se estima, además, un déficit de cuenta corriente a diciembre de US$ 10.000 millones por la salida de dólares por importaciones y turismo, según Fundación Capital.
Nuevo préstamo con el BID
El Gobierno aprobó un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por US$ 500 millones para financiar el «Programa de Apoyo a la Estabilidad Macroeconómica», convalidando el acuerdo sellado previamente entre las partes.
La suscripción formal del Ejecutivo se dio este jueves mediante el Decreto 313/2025, publicado en el Boletín Oficial, quedando estipulado que «el objetivo general del citado Programa es fortalecer la balanza de pagos de la República Argentina, y su objetivo específico es mejorar el marco de política monetaria y cambiaria».
El desembolso de los 500 millones de dólares se ejecutará en un solo pago y la cancelación será realizada en un plazo de siete años, con un cronograma de amortización semestral. De esta manera, la Argentina deberá comenzar a pagar la deuda a partir de los tres años de haber recibido el dinero, con pagos en cuotas semestrales sucesivas.
De esta forma y con estos términos, este nuevo préstamo tomado por la administración de Luis Caputo y Javier Milei comenzará a pagarse durante el próximo gobierno y será recién cancelado en el siguiente.
El aval oficial a la operación se da luego de que el Banco Central de la República Argentina (BCRA) y la Oficina Nacional de Crédito Público perteneciente al Ministerio de Economía analicen las condiciones y se pronuncien al respecto.
En este sentido, la normativa informó que el BCRA «se expidió sobre el impacto en la Balanza de Pagos de un conjunto de operaciones a ser financiadas por el BID y manifestó que la dimensión de la operación bajo análisis ‘implica un impacto limitado en términos macroeconómicos sobre los flujos de la balanza de pagos internacionales’ y, por ende, concluye que dicho impacto ‘será acotado y consistente con la dinámica prevista para las operaciones externas’».
Por su parte, el organismo de la cartera económica informó que «no tiene objeciones que formular en relación con el financiamiento requerido ‘en función de que el costo financiero del préstamo de referencia, basado en la información disponible y los supuestos realizados, es inferior al que la República podría obtener en el mercado’».
Asimismo, en el texto oficial, quedó establecido que «la ejecución del préstamo y la utilización de los recursos del financiamiento serán llevadas a cabo por el Ministerio de Economía a través de la Secretaría de Finanzas».
En este marco, se facultó «al señor Ministro de Economía para que acuerde las modificaciones que sean convenientes para la ejecución del ‘Programa de Apoyo a la Estabilidad Macroeconómica’, siempre y cuando no constituyan cambios sustanciales al objeto y destino de los fondos, ni deriven en un incremento de su monto o una alteración en el procedimiento arbitral pactado».
La bicicleta financiera funciona a full
El gobierno se ha comprometido con el FMI a incrementar las Reservas. También en julio la Argentina debe pagar alrededor de 4.327 millones de dólares en Bonares y Globales, más 2.477 millones de dólares a organismos internacionales (que no son el FMI) e intereses a este último por 1.655 millones de dólares.
Por otro lado, hay mucha “gente” que, en el marco de las actuales políticas, está ingresando al “carry trade”, popularmente llamado bicicleta financiera.
Se hicieron contratos de futuro por 7.048 millones de dólares, una cifra enorme. ¿Qué tiene que ver esto con el “carry trade”?
Con los valores de un día determinado, y a modo de ejemplo, realizamos la siguiente proyección: si alguien tiene 100.000 dólares y los vende al tipo de cambio actual, es decir, a 1.115 pesos, obtiene 111.500 millones de pesos. Luego coloca ese monto a la tasa de interés que hoy pagan los bancos, un 34%, hasta diciembre de este año, y simultáneamente toma un contrato de futuro de tipo de cambio que a diciembre de 2025 cotiza un dólar a 1.258 pesos.
Finalmente, el 31 de diciembre de este año, cobra el vencimiento de la colocación en pesos y obtiene 136.115 millones de pesos. Independientemente del tipo de cambio que haya en esa fecha, utiliza el contrato que lo habilita a comprar cada dólar a 1.258 pesos. De ese modo con los 136.115 millones de pesos obtiene 108.157 dólares. Su ganancia cada 100.000 dólares fue de 8.157 dólares.
Si tomamos los contratos de futuro por 7.048 millones de dólares que se hicieron en dos días de la semana pasada y suponemos que son todos hasta fin de año, y que constituyeron plazos fijos en pesos hasta esa misma fecha, los titulares de esas operaciones ganarían 574.963 millones de dólares a diciembre de 2025. Claramente es un negocio sin riesgo. Pero el interrogante que queda es quién paga la diferencia si a fin de año el tipo de cambio es mayor.
Se derrumbó la balanza comercial
En el primer trimestre del 2025, se agigantó el rojo en el sector externo lo que obliga a la gestión libertaria a buscar dólares de cualquier modo, sea un nuevo blanqueo o endeudamiento. La balanza comercial sigue superavitaria, pero a mínimos registros mensuales, lo que no cubre el rojo en los ítems servicios y deuda externa.
Según un informe de la consultora de Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas, el rojo en los primeros meses de este año fue de USD -4.190 millones, frente a un superávit de USD 5.723 millones en el mismo período de 2024. Es decir, en 12 meses la tendencia se revirtió en 10.000 millones de dólares. Eso explica el cambio abrupto de política del gobierno que debió salir desesperado a realizar un acuerdo con el FMI. En marzo de 2025, tuvo el peor déficit mensual USD -1.674 millones.
Ese rojo responde al doble impacto del aumento de las importaciones y la salida de dólares por servicios (turismo).
Si se mira solo el balance comercial, que implica exportaciones e importaciones, tenemos que la diferencia era superavitaria en 9.300 millones de dólares en el primer trimestre de 2024. Un año después, el saldo positivo cayó a 800 millones. Se derrumbó en casi 9.000 millones en gran medida por el incremento de las importaciones por la política oficial de apertura del comercio y dólar bajísimo. El rojo en el sector servicio realizó el camino inverso: se disparó de -300 a -3000 por el factor turismo y pagos con tarjeta de crédito en divisas. De nuevo, la razón es el dólar barato, la única política del oficialismo para generar estabilidad y bajar la inflación.
En ese contexto, se explica el drenaje de reservas internacionales, que dio -4.600 en los primeros meses del año en curso. Ahora, se revertirá levemente por el ingreso de dólares proveniente del campo, pero la situación es estructural por la propia política libertaria, muy parecida a la de la década de 1990 (la convertibilidad). La única forma de sostener todo el esquema es el ingreso de dólares extra-actividad, sea por blanqueos o por endeudamiento (el FMI acaba de depositar alrededor de 15.000 millones de nueva deuda externa). Esas cifran dan cuenta de por qué no baja sustancialmente el riesgo país, a pesar de todos los guiños del gobierno al sistema financiero.
Cada día cierran 31 Pymes
En un informe de la Superintendencia de Riesgos de Trabajo (SRT) confirmó el impacto de la recesión mileista. El dato más significativo, que entre noviembre de 2023 y febrero de 2024 se perdieron 13.111 empleadores: 31 por cada día de gobierno de La Libertad Avanza.
La cifra se redujo de 512.357 a 499.246: en el 99,7% de los casos, se trata de pequeñas y medianas empresas, y sólo 45 grandes firmas (con más de 500 trabajadores). Los rubros más afectados fueron construcción, transporte e industria.
Por otro lado, en el mismo período mencionado se redujo 2,23% la cantidad de trabajadores registrados en unidades productivas, con una pérdida de 219.670 puestos: de 9.857.173 a 9.669.342.
En el análisis de los datos oficiales que realiza el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), se repiten los sectores recién mencionados, pero se le suma una fuerte incidencia de administración pública, defensa y seguridad social.
Aquí, en cambio, las empresas de mayor porte sí cobran más peso y representan el 79,4% de los puestos perdidos, volviendo a demostrar que las Pymes no sólo son el mayor empleador del país sino también el más estable.
Estos números coinciden con los de caída del consumo, suba del desempleo y un uso de la capacidad instalada que no pareciera aún tocar fondo. Mientras tanto, Javier Milei presenta a su ministro de Economía como “el mejor de la historia” y su gestión como “el milagro argentino”.
El futuro de Mantecol, Toddy y Palitos de la Selva, en juego por falta de fondos
Georgalos, emblema de la industria alimenticia argentina y creadora del icónico Mantecol, anunció que su portafolio de marcas y fábricas busca socios estratégicos que la capitalicen con hasta 200 millones de dólares. La decisión llega en medio de una crisis prolongada del consumo masivo, que golpea de lleno a las góndolas y a las emociones de varias generaciones que crecieron con sus golosinas.
El encargado de guiar esta transición será el Banco Santander, que tiene el mandato de buscar potenciales inversores o compradores. Fuentes cercanas a la compañía aseguran que el objetivo principal no es deshacerse de Mantecol -una etiqueta con valor simbólico y emocional para la firma- sino sumar músculo financiero para modernizar su infraestructura, lanzar nuevas líneas de productos y expandirse a nivel regional.
Georgalos, fundada en 1939 por el inmigrante griego Miguel Georgalos, opera hoy en siete provincias argentinas y emplea a más de 2.000 personas. Su sede principal está en Villa Martelli, pero tiene plantas en Buenos Aires, Córdoba, La Rioja y San Luis. Desde allí produce y exporta un extenso catálogo de marcas que incluye, además del célebre Mantecol, otras delicias populares como Nucrem, Toddy, Flynn Paff, Lengüetazo, Bazooka, Palitos de la Selva, Namur y Pequeños Placeres.
En el año 2022, Miguel Zonnaras fue el ganador del “Empresario del Año” de la Revista Punto a Punto. El actual presidente forma parte de la tercera generación de una empresa familiar. Por aquellos días se rescataba que durante su gestión se recuperó la marca Mantecol.
En su discurso, el empresario destacó la importancia de reconocer a las empresas que invierten y generan empleo genuino y analizó: “el país necesita previsibilidad y visión a mediano y largo plazo. Es el camino para tener una sociedad mejor”.
El 2022 fue un año histórico para Georgalos que volvió a tener en sus manos la marca emblema de la compañía: Mantecol. “Fue un año histórico para nosotros porque le devolvimos parte del ADN a la compañía. Le agradezco a la segunda generación de la empresa que, cuando se tuvo que desprender del activo más importante que teníamos, volvió a apostar en el país y en el proyecto”.
En 2001, acorralada por las deudas, Georgalos tuvo que vender Mantecol al grupo Cadbury Schweppes por 22,6 millones de dólares. La marca pasó luego a manos de Mondelez, pero en 2022, como en una novela con final feliz, Georgalos la recuperó. Fue una maniobra celebrada por la familia, que no solo recuperaba un producto sino una parte de su identidad.
“Le decían Mantecol porque parecía un pan de manteca”, recordaba el propio fundador sobre el origen del nombre. La creación estaba inspirada en el halvá griego, pero adaptada al paladar argentino con maní en lugar de sésamo. En sus inicios se producía en el barrio porteño de Floresta, en la esquina de Segurola y Elpidio González, donde llegó incluso a instalarse en una vieja cancha de All Boys. Con el tiempo, y por necesidades productivas, la empresa se trasladó a Río Segundo, Córdoba, donde hoy se encuentra una de sus plantas más importantes.
El vínculo emocional con la marca fue clave en su crecimiento. Parte de ese éxito se gestó gracias a un acuerdo con Manuel García Ferré, creador de Anteojito, quien le cedió a la empresa la contratapa de su revista infantil para publicitar el Mantecol durante años. Así, un postre de maní se convirtió en protagonista de recreos escolares, meriendas y sobremesas.
El presente
La venta o capitalización ocurre en un contexto económico desafiante: según la consultora Scentia, el consumo masivo cayó un 13,9% en 2024 y un 8,6% en el primer trimestre de 2025. El segmento de productos “impulsivos”, como las golosinas, sufrió una contracción del 14,6% en ese mismo período. Con menos billeteras abiertas, más empresas empiezan a hacer malabares para mantenerse competitivas.
La actual dirección de Georgalos, encabezada por Miguel Zonnaras (nieto del fundador), asegura que esta estrategia financiera no implica el retiro definitivo del mercado ni mucho menos el fin de su historia. Al contrario: buscan financiamiento para robustecer sus plantas, especialmente la de Río Segundo, donde prevén una inversión de 25 millones de dólares para tecnificar el área de chocolates. También apuntan a establecer operaciones en Chile, Uruguay, Paraguay, Perú, Ecuador y Colombia.
La firma ya había iniciado un camino de apertura financiera: en 2022 debutó en el mercado de capitales con una emisión de Obligaciones Negociables por más de 3 millones de dólares. Luego consiguió $1.100 millones con otra serie de ONs, destinados a estirar plazos de deuda, modernizar maquinaria y reforzar el capital de trabajo.
En 2021 también había adquirido Alimesa S.A., una planta de PepsiCo en La Rioja donde ahora fabrica Toddy y Zucoa, lo que consolidó su presencia en el rubro de snacks y bebidas en polvo. Esa operación fue parte de una expansión más amplia que también incluyó las barras Flow Cereal, los cereales para desayuno y otras líneas funcionales.
Aunque hoy el cartel de “en venta” o “en búsqueda de socios” genere ruido, el mensaje que quiere dejar la empresa es de continuidad. “No se está rematando un recuerdo, se está intentando proyectarlo”, aseguran desde la firma. Pero cuesta evitar el nudo en la garganta: hablar de Mantecol es hablar de domingos en familia, de una mesa de fin de año, de una infancia que parecía más dulce.
Georgalos no solo busca inversores. También busca no soltar lo que durante más de ocho décadas endulzó la vida de millones de argentinos. La historia continúa, aunque por ahora, con una pausa de sabor a nostalgia.
Dos sectores clave de la economía encienden alarmas en el mundo corporativo
Dos importantes empresas incumplieron el pago de su deuda y se suman a la lista de firmas del agro que inauguraron un período de primeros defaults. Se trata de Albanesi, la primera productora de energía eléctrica y Celulosa Argentina, la papelera con más peso del país, que entraron en un período de gracia para renegociar condiciones con sus acreedores por distintas razones, pero por un contexto en común: el ajuste y el volantazo en la política económica del Gobierno de Javier Milei. La situación enciende las primeras alarmas para el mundo corporativo y en el exterior.
El caso más reciente es el de Celulosa Argentina, productora de pulpa y papel, que anunció en una carta a la Bolsa de Comercio que no afrontará los vencimientos de Obligaciones Negociables de mayo, bajo el argumento de la caída de ventas mayor al 30% en el mercado doméstico; un incremento sustancial de los costos fijos medidos en dólares, ocasionado por la fuerte apreciación del peso, y el “incremento de la percepción de riesgo sistémico en el mercado financiero por eventos como el concurso preventivo de la firma Los Grobo y el default de Red Surcos”.
Factores que se desprenden de las decisiones de política cambiaria y enfriamiento del consumo, por el plan económico del Gobierno. La firma es parte del complejo foresto industrial, un sector competitivo con potencial exportador incluido en el Régimen de Grandes Inversiones (RIGI), pero perjudicado, por el costado externo, por un tipo de cambio barato que provocó que muchas pymes se lanzaran a importar a menores valores y que la exportación genere menos márgenes de ganancias y, por el interno, por la baja del consumo.
La papelera es controlada por Tapebicuá Investment Company, con el 66,4% del capital y también está integrada por los empresarios Douglas Albrecht; José Urtubey y Juan Collado, que en el último tiempo redujeron su participación accionaria. El 7 de abril, la compañía contrató a la consultora VALO Columbus para analizar alternativas de reperfilamiento de su deuda.
Por otra parte, el Grupo Albanesi, controlador de Generación Mediterránea y de Central Térmica Roca, anunció a sus acreedores que no afrontaría el pago de USD 19,5 millones en concepto de intereses. El problema se remonta a mayo del 2024, cuando Cammesa, la mayorista eléctrica, interrumpió el flujo de pagos y provocó fuertes deudas en las generadoras.
El agujero en Albanesi fue de USD 1.200 millones y la compañía lo cubrió con una quita de capital del 50% sin intereses; apalancada por proyectos de inversión por USD 600 millones para nuevas centrales eléctricas, volvió a salir a buscar deuda en pesos. Fuentes cercanas a la firma aseguraron que se trata de un problema de liquidez y no de solvencia y afirmaron que analizan alternativas para, en el transcurso de un mes, evitar el default.
“Es una compañía sumamente apalancada, más que ninguna otra en el sector, y tiene mucho para pagar en intereses. Cuando se cayó la demanda de pagarés dollar linked, pasó al mercado de pagarés en pesos, pagando tasas desorbitantes, (ya que) eran los que más caro pagaban en el mercado”, explicó Diego Méndez, economista de Portfolio Personal de Inversiones (PPI).
La situación de Los Grobo, Agrofina y Surcos tiene en un punto en común: son empresas que “venían planificando en función de un escenario económico”. “Con Milei el escenario cambia 180 grados y quedan descalzadas, sin plan B”, analizó el experto Javier Preciado Patiño. El tipo de cambio barato sostenido a costa de la intervención en la brecha y absorción de pesos, sumado a la quita del cepo, eliminó la generosa rentabilidad que dejaba la brecha cambiaria bajo la dinámica de comprar a dólar oficial y vender al paralelo.
Red Surcos, un gigante de los fitosanitarios, tiene un concurso preventivo de crisis abierto desde febrero y, según reveló la Justicia de Santa Fe, debe más de USD 1.000 millones a casi 600 acreedores e, incluso, se investiga si no incurrió en estafa por haber colocado ONs por USD 100 millones poco antes de avisar que no cumpliría con el pago de sus deudas.
Los Grobo y Agrofina comunicaron a fines de 2024 una situación de liquidez transitoria que se extendió hasta el pedido de apertura de un concurso por un pasivo de más de $500.000 millones a 3.700 acreedores. Ambas, propiedad de Victoria Capital Partners y la familia Grobocopatel, inauguraron un período de default en el mundo corporativo local que hasta ahora sumó más firmas del agro y alcanzó al sector de la energía y el papel.
La situación que asoma en el sector privado ya hace ruido en el mundo. Jaime Reusche, el vicepresidente y analista principal de Moody’s Ratings, afirmó: “Desde el punto de vista de la calificación soberana, que es más macro, esto es uno de los elementos que nos dice ‘avancemos, pero con cautela’. Creemos que van a haber ciertos problemas en algunos sectores conforme la economía se va rebalanceando, porque se viene un contexto muy difícil a un contexto más abierto donde se reducen los controles, pero hay mayor volatilidad”.
La calificadora de riesgos más escuchada del mercado ya había advertido a comienzos del año que en 2024 hubo un fuerte deterioro en la liquidez de las compañías, producto de la caída de la actividad y que “aquellos emisores con niveles de liquidez por debajo del 50% que posean bajo nivel de líneas ociosas con entidades financieras y no posean la capacidad de colocar deuda hard dollar enfrentarán un mayor riesgo de refinanciación en 2025″.
Los “aplaudidores” del caos y la confusión
Por Leandro Renou
En el foro de finanzas, el sector más beneficiado celebró los insultos a la prensa, sindicatos y políticos con risas y palmas. El problema es que esa gestualidad también aparece en rubros dañados por el modelo, como el consumo, la industria y la construcción. ¿Hay ideología, un culto a la batalla cultural o la última chance de cumplir viejos anhelos?
El presidente Javier Milei acababa de pronunciar una frase incendiaria, de aquellas que no hace tanto espantaban al Círculo Rojo y que ahora lo involucran en la lista de “enemigos del país”, pero en la primera fila del evento, tres empresarios del sector bancario se reían y aplaudían. Con gestos cómplices y vistos a la distancia por otro ceo uno de ellos asentía, como dando a entender que el mandatario estaba en lo cierto. “Empresarios prebendarios, políticos corruptos, periodistas ensobrados, los sindigarcas o los profesionales funcionales a este conjunto de hijos de puta que cagaron al país”, bramó el mandatario ante la platea de la Expo EFI, un encuentro del sector financiero bancario que convocó a más de 1.200 empresarios, economistas y dirigentes de empresas en el Centro de Convenciones lindante a la Facultad de Derecho.
La situación antes relatada abre el interrogante de si la burguesía nacional argentina se cuadra en el registro del insulto presidencial por una cuestión ideológica, está embarcada en un culto a la batalla cultural o bien ven en lo extremo esa última chance de que se cumplan sus viejos anhelos.
Una primera mirada, rápida y poco profunda, podría indicar que los que pagaron 250.000 pesos de entrada para estar en ese evento son parte del sector especulativo, el más beneficiado por las medidas de Milei, ergo, los más satisfechos. Pero el análisis se queda corto al pensar que los aplaudidores del caos y la violencia, el sector empresario que viva gestos inconvenientes de parte de la cabeza de la Estado -es decir, el encargado de desescalar el conflicto y buscar consensos- tiene casi la misma reacción en todos los foros, incluidos los de aquellos rubros seriamente afectados por las políticas libertarias, como la industria, la construcción y el consumo masivo.
Hay varios casos emblema. Ya en el período previo a la asunción de Martín Rappallini al frente de la Unión Industrial (UIA), Techint empezó a digitar las comunicaciones públicas y las declaraciones de la entidad para no ir al choque con el Gobierno. Todo cuando la mayoría de los sectores pyme están bajo fuego del período de mayor apertura importadora desde el menemismo, con situaciones tensas de empleo y demanda. Los industriales, que en la asunción de Rappallini elogiaron el “cambio macro” del Gobierno, hasta se bancaron que Milei les diga, en el Día de la Industria, que son “prebendarios” y que son menos que el campo. Agacharon la cabeza, algunos por el temor de confrontar con un Gobierno que promete vendettas públicas y escraches, otros, porque entienden que el insulto es un precio barato a pagar para conseguir el objetivo final.
“Mauricio fue un cagón”
“Mauricio fue un cagón, esto tenía que hacer”, dijo alguien de la UIA, de los alineados al modelo. Mauricio es Macri, y lo que le achacan es que no se haya radicalizado para cumplirles dos de sus sueños húmedos, algo que sí hace Milei: el primero, un Estado chico que no moleste ni controle al sector privado; el segundo, una batería de leyes desreguladores que les bajen los costos laborales e impositivos y sean sustentables. “Las ventas van y vienen, hasta los gobiernos van y vienen, pero hasta ahora no habíamos visto a nadie que fuera a fondo, sin importarle nada, incluso sin importarle su supervivencia política, para hacer lo que los empresarios quieren”, se sinceró un importante integrante de la Cámara Argentina de Comercio (CAC).
Naturalmente, el trasfondo del fenómeno es global: los empresarios se han dado cuenta de que ya no alcanza con Gobiernos que prometan aperturas, sino que es tiempo de apoyar regímenes ultra para trabajar desde adentro en la misma sintonía y achicar el margen de error. El emblema es el Gobierno de Donald Trump, rodeado por empresarios funcionarios de Sillicon Valley, el más saliente Elon Musk, de Tesla. La foto es la de un empresariado mundial que acepta correr los límites de la democracia para conseguir metas. Nunca lo dirán en público, porque pocas veces se lo preguntan, pero los ceos locales también darían vueltas, como ya lo hizo Milei, ante la consulta de si creen o no en un sistema de vida democrática.
En Argentina, el establishment parece haberse contagiado de la consigna de que sin triunfo de la batalla cultural no hay forma de mantener un modelo que los beneficie con un cambio total de paradigma. Natalio Mario Grinnman, el titular de la CAC, es uno de los que lleva a cada reunión de los mercantiles un pedido de paciencia ante la caída de ventas. La CAC era una de las cámaras que años más quejas tenían sobre los discursos violentos del Estado y el avance constra las instituciones.
Lo propio hacen algunos supermercadistas grandes, entre ellos los Braun de La Anónima, los más consustanciados con la causa. Para ser justos, no son los únicos que van en esa línea. Hace unas semanas, el Consejo Federal de la Cámara de la Construcción (CAMARCO), se reunió para tratar el abandono del mantenimiento de las obras públicas, pero sus directivos apoyan al Gobierno y hacen la vista gorda ante los exabruptos. Tras esa reunión, emitieron un comunicado que asegura que el abandono del Estado de rutas, puentes y obras de energía ponen en riesgo la seguridad de la población. Desde que empezó Milei, la obra pública está suspendida y la privada avanza de manera marginal. Hay 1.400 constructoras al borde de la quiebra en todo el país, según cifras de la CAMARCO y hasta gigantes como Roggio han entrado en default. Aquí, la actividad tampoco explica los elogios a la violencia verbal.
Quemar la “institucionalidad”
En su discurso en Expo EFI Milei también habló de “ñoños republicanos” para referirse a aquellos que le cuestionan avances indiscriminados sobre la independencia de los poderes del Estado. También lo aplaudieron. Es curioso, porque buena parte de este establishment, en tiempos de radicalización del kirchnerismo, habían armado el Foro de Convergencia Empresaria para denunciar lo que veían como avances sobre la república. En aquel Foro había abogados del Colegio de Capital Federal que hoy apoyan a Milei y hasta dirigentes empresarios como el ex Swiss Medical Miguel Blanco, hoy a cargo de la Sindicatura General de la Nación. Desde ese Foro, además, se emitieron innumerables comunicados de independencia judicial. Ninguno de sus integrantes se expresó por la designación de dos jueces por decreto en el Gobierno de Milei.
En este marco, hay que sumar al análisis otros factores menores evidentes que explican el fenómeno. El primero es que la matriz productiva nacional se transformó y aparecieron nuevos popes vinculados a la rama servicios y la economía del conocimiento que decidieron ignorar la relación con los Estados. El segundo es que el proceso de radicalización discursiva del peronismo alejó a muchos empresarios que antes se peleaban, en el Día de la Industria en Tecnópolis, por comer en la mesa de CFK y elogiarle sus políticas. El tercero es que también las pymes cambiaron el perfil: hoy ya no existe, de manera masiva, la asimilación de la pequeña empresa con los programas económicos proindustria o con contenido social. Esas firmas también aceptan los excesos verbales del presidente.
Por último, y es éste el condicionante más preocupante, son muy pocos los empresarios conscientes de que la belicosidad del mensaje de Milei alimenta un proceso de violencia que va in crescendo. “Es parte de la poca responsabilidad que tenemos como burguesía, sabiendo que también somos actores centrales del proceso democrático”, concluyó uno de los empresarios que están en minoría ante el avance de los ultras.
Fuentes: Perfil, La Izquierda Diario, Red Eco Alternativo, El Ciudadano, APU, Canal Abierto, Resumen Latinoamericano, Tiempo Argentino, Página 12