No cayó nada bien entre los organizadores del Mathapi la publicidad que difundió en las últimas horas el gobierno de la ciudad de Buenos Aires que divulga el encuentro como parte de las actividades que difunde con su sello la Secretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural.
Es de alguna manera una provocación ya que desde la gestión del Pro y posteriormente de Cambiemos, mas allá de la indiferencia que provocaba la actividad, se le ponía trabas administrativas y actualmente no cuentan con ningún tipo de apoyo, quizás anticipándose a este tipo de situaciones.
Con el sello de Derechos Humanos BA se divulga la actividad como si esa repartición tuviera algún tipo de participación, y anticipan que “este viernes, sábado y domingo estaremos acompañando…”
La actividad que fue creciendo desde que se creó en el 2004, es el encuentro mas importante de sikuris que se realiza en Argentina y es una demostración que con organización y con el propio esfuerzo se pueden conseguir resultados.
Desde sus inicios fue uno de los temas de discusión la relación con las autoridades de gobierno (eran tiempos de Aníbal Ibarra y Telerman), hubo un intento de acercamiento con las autoridades municipales para conseguir respaldos y reconocimiento.
Finalmente primó quizás el camino mas difícil y los organizadores decidieron que fuera autogestivo para no depender o que le pongan condiciones o el sello, las autoridades respectivas.
Desde la administración de Macri y su sucesor Rodríguez Larreta, se le pusieron distintos tipos de dificultades administrativas, y hasta un par de años tuvieron que mudarse a otros lugares para mantener la actividad.
Como la hostilidad no desalentó a los sikuris que a pesar de las arbitrariedades siguió creciendo, este año las autoridades porteñas decidieron capitalizar esta gran iniciativa cultural y la “venden” como si estuvieran involucrados.
La publicidad que difundieron tuvo reacción inmediata de sus protagonistas (los sikuris) que reaccionaron ante la provocación comentando en el posteo de Facebook la desfachatez de apropiarse del evento como una muestra de “diversidad cultural y pluralismo”.
Nada mas lejos de las intenciones del Gobierno de la Ciudad cuya única participación en los últimos años fue el de la aparición de efectivos policiales para controlar que la actividad termine en el horario previsto.
Una muestra de lo que pasa con las actividades culturales impulsadas por los andinos en esta ciudad se puede ver con la celebración de Alasitas, con la festividad de Charrúa y con la celebración del Aya Marcay Quilla, en todas el gobierno de la ciudad tiene como objetivo domesticarlas bajo presión, dándoles los permisos respectivos a ultimísima hora o poniendo sus límites o condiciones.
Este año las autoridades porteñas consiguieron que la celebración de Alasitas en el Parque Avellaneda (con características similares a las del Mathapi) no pudiera realizarse y en contraposición alentaron a la que se realiza enlas inmediaciones del Parque Indoamericano, donde el control de las formas, los modos y el sentido, lo digitan las autoridades porteñas.
Van ahora por esta actividad ya que a las demás le sacaron su razón de ser y solo quedaron una imagen para la foto, sin su propia esencia.
Fuente: https://periodicorenacer.wordpress.com/2018/08/15/la-vampirizacion-del-mathapi/