El lenguaje jurídico, los formalismos de la justicia y los procedimientos judiciales constituyen una barrera cultural que a los miembros de la comunidad les cuesta a veces sortear. Así lo reconocen quienes asisten al juicio que se lleva a delante por estos días por el asesinato del comunero indígena Javier Chocobar, ocurrido el 12 de octubre de 2009 en el marco de una disputa por la posesión ancestral de las tierras de El Chorro.
19/09/2018
La abogada Belén Leguizamón insiste en que el lenguaje con el que se interroga a los testigos no está adecuado al que manejan los miembros de la comunidad originaria. Esto provoca malos entendidos y en muchas ocasiones genera temor a los interrogados: “por ejemplo, cuando le preguntan si conocen a alguien. Para los miembros de la comunidad, conocer significa tener algún tipo de relación con la persona, haber compartido tiempo con ella, conocer su vida y sus costumbres. Por eso, en algunas ocasiones los testigos respondieron “no”, pese a que habían visto a la persona por la que le preguntaban. Esto deja flotando en el aire la sensación de que el testigo está mintiendo, cuando en realidad se trata de una visión de la vida y de las relaciones diferente”, explicó la abogada.
Delfín Cata, uno de los comuneros que presenció la balacera donde murió Chocobar, explicó las sensaciones que le produce enfrentarse a este juicio. “Cuando a nosotros nos tocaba declarar no entendíamos las preguntas o la forma de expresarse del tribunal y los defensores. Ellos usan el lenguaje profesional y para nosotros, que no tenemos más que la primaria, nos cuesta entender”, lamentó.
La distancia
Para los miembros de la comunidad, llegar hasta el nuevo anexo del palacio de Tribunales para presenciar el juicio es toda una odisea. La comunidad Los Chuschagasta es un caserío ubicado al noreste de la provincia. Para llegar a la ruta donde toman el colectivo deben recorrer una distancia de 8 kilómetros: a pie, en bicicleta, a caballo o en moto. Allí toman el micro que lo trae hasta capital. El boleto también es un obstáculo, ya que el precio es elevado. “Nos levantamos a las cinco de la madrugada para poder llegar a las nueve a tribunales”, aseguró Audolio Chocobar, uno de los hijos del comunero asesinado.
“Para nosotros es muy doloroso venir al juicio. Sentarnos a declarar nos hace volver al 12 de octubre de 2009 y recordar todo”, aseguró Audolio.
Cambio en la acusación
Este martes la fiscalía formuló cambios en la acusación originaria de la causa. El juicio comenzó con Darío Amín, Luis Humberto Gómez y Eduardo José Valdiviezo imputados como partícipes necesarios en el homicidio de Chocobar. Sin embargo, con el transcurso de las audiencias y los testimonios, la fiscala se fue convenciendo de que quien realizó el disparo mortal fue Amín, por lo que este martes planteó ante el tribunal que acusará al empresario de ser el autor del asesinato del comunero y mantendrá la imputación de partícipes contra los otros dos acusados.
La querella estuvo de acuerdo con esta nueva calificación. Los abogados Pablo Gargiulo y Carlos Garmendia aseguraron que se mantienen los agravantes con los que se llegó a juicio. Es decir, el concurso de dos o más personas para cometer el homicidio.