Corte Penal Internacional, la cuarta pata torcida.
Corte Penal Internacional, la cuarta pata torcida.
Vladimir Castillo Soto
El deseo de que la humanidad viva en un mundo prospero y en paz es un gran anhelo de la mayoría de la población del planeta. Lamentablemente el mundo occidental tiene siglos empeñado en imponer su supremacía, causando grandes y graves tragedias al resto del mundo e incluso a su propia población, como por ejemplo, la casi totalidad de las guerras y genocidios que han sacudido el planeta durante los últimos 500 años.
Hubo cierta esperanza en que las instituciones multilaterales creadas después de finalizada la denominada Segunda Guerra Mundial servirían para apaciguar este monstruo. Las Naciones Unidas (NN. UU.) con su Carta Fundacional parecía ser la panacea sobre la cual se navegaría hacia los objetivos supremos...