El pasado domingo por la tarde, organizaciones de la comunidad armenia marcharon hasta la embajada de Azerbaiyán en Buenos Aires en repudio de las agresiones del régimen autocrático azerí sobre territorio soberano armenio.
Muchas diferencias separan al escenario actual del antecedente zarista. La confluencia de Rusia con las potencias de Occidente ha quedado sustituida por serios choques. Esa confrontación determina tendencias expansivas de otro tipo. Las comparaciones con la URSS omiten la ausencia de capitalismo bajo ese sistema. Hubo mecanismos de opresión externa, pero no un imperialismo soviético.
El lugar secundario de Rusia en la jerarquía imperialista no es sinónimo de subimperialismo. Tampoco prevalece una relación ambigua con los dominadores del mundo. El colonialismo interno ha resurgido, pero no define la condición imperial, ni determina el signo de los movimientos nacionales en el espacio pos-soviético.
Por Claudio Katz
Frecuentemente se cataloga a Rusia como un imperialismo...
Con una importante movilización la comunidad armenia conmemoró este domingo en la Ciudad de Buenos Aires un nuevo aniversario del Genocidio Armenio, el plan de matanza sistemático en el que el Imperio Otomano asesinó a más de 1.500.000 de armenios, en un intento de exterminar su pueblo y su cultura.
El Estado turco mantiene hasta el presente un férreo negacionismo y sostiene que las muertes fueron producto de una guerra. A lo largo y a lo ancho del territorio de Turquía hay estatuas, monumentos y calles en honor a los genocidas, a quienes el Estado recuerda constantemente como héroes.
La marcha recorrió desde la Facultad de Derecho de la UBA hasta la Embajada de la República de Turquía, en reclamo de paz y del reconocimiento de la República de Artsaj.