
El 19 de julio y la otra independencia
La declaración de la independencia del 9 de julio fue escasa, amarreta. Diez días después, previendo la reacción de San Martín, se agregó que el país se independizaba no sólo del rey de España sino “de toda dominación extranjera”. Imprescindible recuperar aquel espíritu en tiempos feroces en que todo parece desvanecerse.
La destrucción sistemática de la memoria es indispensable para construir una sociedad individualista e indiferente a la suerte colectiva. Los rencores particulares se elevan por sobre la racionalidad y la democracia pierde terreno contra la violencia verbal desbocada. En la Argentina que se desvanece, consecuencia de saqueos materiales, espirituales e intelectuales, pensar en la declaración de la independencia en Tucumán parece un acto cargado de...